··Eʟ ᴘʀᴏsᴛɪᴛᴜᴛᴏ·· ᴷᵗʰ⁺ᴶʲᵏ (EDITANDO)

··Qᴜᴀʀᴀɴᴛᴀᴅᴜᴇ··

Aquella sensación de nostalgia volvió a su pecho, y de la nada vio como la mujer de aquel recuerdo lo empujaba y le gritaba cosas, mientras con sus manos hacía movimientos como si lo estuviera ahuyentando.

Un sonido le hizo volver abruptamente a la realidad, y parpadeando un par de veces, pudo divisar que una llovizna había comenzado.
Su corazón latía rápidamente y en su garganta tenía de nuevo un nudo.

La misteriosa mujer se le hacía familiar, pero no lograba coincidir con alguna conocida.

Decidió dejar de lado todo eso, su mente daba vueltas y esos recuerdos lo estaban volviendo loco.
Continuó leyendo el capítulo, terminando en cuestión de minutos y siguiendo con unos cuantos más.
No supo cuanto tiempo pasó, ni cuantos capítulos leyó, hasta que el cantar de los pájaros llegó a sus oídos; eso solo significaba una cosa.

Rápidamente miró su celular, dándose ceitna de que eran las 5:16 a.m, sorprendiéndose y llevando las manos a sus ojos. Fregó un par de veces estos y sintió de repente un cansancio inmenso. Sus ojos le rascaban y había comenzado abostezar.
Miró el libro, asombrándose aun más por notar el capítulo en el que iba, pues, había avanzado muchísimo.

Optó por leer la última oración de aquel capítulo, que decía...

"Mi alma está llena de angustia y desánimo..."

Cerró rápidamente el libro, y con sus ojos totalmente abiertos, quiso ignorar la cantidad de flashes que llegaron a su cabeza.
Tomo su celular, apagó la lámpara del escritorio y a pasos apresurados y silenciosos llegó a la puerta y salió cerrándola a sus espaldas.

Caminó de la misma forma por los pasillos, escuchando aún la pocas gotas de agua que no habían cesado desde que comenzó la llovizna, escuchando los pájaros y el eco de sus pequeños pasos por el lugar.
Segundos después dio con la puerta de la habitación, que estaba abierta tal y como la había dejado; lentamente se despojó de sus pantuflas, y se sentó en la amplia cama donde reposaba tranquilamente su novio. Lo miró por unos segundos y dejó su celular en la mesita de noche a su lado, subiendo sus pies a la cama acto seguido y cubriéndose con la delgada sábana blanca.

(...)

—Nochu...Nochu...Despierta, Nochu —Susurraba una voz que reconocía bastante—.

—Déjame dormir, Tae...—Respondió con cansancio—.

—Kook, son las doce del medio día —Respondió entre risas el moreno—.

—Déjame hasta las...tres...—Dijo apenas el menor—.

—No seas perezoso, Kookie, te preparé el desayuno —Y terminada la frase se escuchó como ponía algo sobre la superficie de la mesita—. Bueno, si es que aun se le puede llamar desayuno

—Hmmm...Tengo sueño...—Murmuraba Jungkook aun medio dormido—.

—Entonces tendré que beberme este chocolate caliente que preparé que con tanto cariño

El menor abrió uno de sus ojos en seguida y pudo sentir como el olor a chocolate entraba a sus fosas nasales —¿Hiciste chocolate? —Cuestionó con interés, sacándole una sonrisa al rubio—.

—Si, pero creo que tienes sueño, así que lo voy a beber yo

—No no no, yo lo voy a beber —Respondió sentándose rápidamente en la cama—.

—Buenos días, bello durmiente —Y tomando por sorpresa al menor, plantó un tierno beso en sus labios—. ¿Qué tal dormiste, Nochu?

—Excelente, TaeTae —Dijo sonriendo—, ¿y tu?