Ahogados en distancia (Rubius y tú)

Capítulo 36: Gracias.

*Spoiler de la novela, Ruben se mure* Ahre que no. Jajaj las amo <3

Mis amigos hablan de diferentes temas que me entran por un oído y me salen por el otro, lo único que quiero que me entre por ahora, es la milanga. Creo que hablan de lo que sea para distraerse de lo que les espera al final de la fila, sin embargo, los nervios se les reflejan a flor de piel.

—(Tn)____,  ¿adiviná a quién me encontré hoy mientras las esperaba en la entrada? —me pregunta Agus de la nada.

—¿A quién boludo? —le respondo con la mitad de la boca llena.

—A Micaías.

El alma se me cae a los pies y mi apetito desaparece.

—¿Está acá? —le pregunto sin poder ocultar el horror en mi voz.

—No, había venido al centro a pasear con la novia y se cruzó a saludarme. Calmáte boluda, parece que hubieras visto un muerto.

Gracias Agustín eh, sos perfecto en cagarme el momento.

—Sí, sabía que estaba de novio, hace bastante ya... se vé que la quiere... —respondo fingiendo indiferencia, y me sale bien.

—Es un gobernado de mierda, nunca lo vi tan gobernado por una mina —me contesta Agus burlándose de mi ex.

Las palabras "Micaías" y "gobernado" no encajan en mi mente. No quiero ni imaginarme lo loca que debe ser su novia para tenerlo a su antojo.

—Bueno Agus, pasáme al celu la canción que me dijiste —Mar lo distrae al notar mi cara de trauma por el tema de conversación.

Yo le agradezco con una sonrisa y me recupero rápido, porque sigo comiendo.

Quince minutos más en la estática fila, y ya no hay que seguir esperando. El último grupito de personas se aleja sonriente con su foto de los chicos en mano, y yo de alguna manera reacciono, y me alejo de la fila. No puedo pasar.

 Ruben y Mangel se sientan detrás de una larga mesa con un mantel blanco, están rodeados por una cuerda que limita el paso y flanqueados con dos guardias de seguridad, a cada lado. Mierda, ni que los fuéramos a matar.

Un oficial de bigotes levanta la cuerda roja para que mis amigos avancen, ellos se acercan con timidez y desplegando una enorme sonrisa hacia la mesa. Los grupos para el Meet and Greet son de a cuatro personas, así que, otro punto para mi decición bondadosa. Si yo no le daba el pase a Anitha, hubiéramos sido cinco, y uno habría tenido que pasar con otro grupo.

Rubius y Mangel tienen el cansancio pintado en el rostro, pero aún así, se los ve bien predispuestos para interactuar con sus fans. Tienen botellas de plástico llenas de agua de las que se sirven cada cinco minutos, como si eso los mantuviera con vida. A medida que mis amigas se acercan, los youtubers las miran ceñudos por un momento, como analizando algo, intentando recordar de donde las conocen, seguramente; y entonces.... lo recuerdan, sonríen, y les extienden sus brazos. Las abrazan con calidez y con fuerza.

—He otrah ve' vosotrah —dice Mangel en me dio de un abrazo.

—Han hecho muy bien en venir, sino estábais jodidas, como os advertí —agrega Ruben, en medio de otro brazo.

Agus se presenta, y Ruben y Mangel le ofrecen un abrazo a el también. La envidia se apodera de mi ser y comienzo a arrepentirme de darle el pase a Anitha. ANITHA DÓNDE ESTÁS DEVOLVÉME EL PASE LA CONCHA DE MI HERMANA. No, no (Tn)___, calmáte... acordáte del video, de los abrazos, vos ya los viste, vos tenQUIERO MI PASE LA PUTA QUE ME PARIÓ. Pero ya es tarde, ya no se puede.

Jannies se asoma a saludar a mis amigas sosteniendo una cámara en sus manos, estaba filmando en un ricón, no había notado su presciencia hasta ahora. Ellas le devuelven un abrazo muuuuy falso, bueno, al menos no el de Mar, y se ríen. No escucho nada de lo que Jannies les dice.