Capítulo 48: Quiero llorar.

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Wow, hace tanto que no subo que se siente raro (? Perdonenmeeeeeeee D: después les explico todo que seguro ahora quieren leer <3 Espero que les guste. Las amoh.

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Bandeja paisa, hoy comemos morfi típico del lugar, tengo un hambre que no veo, así que salgo corriendo al comedor y compito con los chicos por el lugar que da a la ventana. Obvio que pierdo, y por el camino me golpeo con tres sillas y dos mesas. Grandotes y pelotudos.

Disfruto del manjar y respiro profundo, me siento relajada y optimista ¿Es que tan bien la iba a pasar? ¿Tan lindo iba a ser todo? Estoy disfrutando más que nunca, cada día logro dominar mis nervios un poco más. Pensar que yo ni siquiera tendría que estar acá... creo que esto es tan perfecto que asusta.

Cada uno está concentrado en su plato, nadie habla, el único sonido que se escucha en todo el comedor es el ruido metálico de los cubiertos rozando con el vídrio, hay hambre. No, me corrijo, ahora también se escucha mi celular. Es una llamada, mi vieja.

—Hola má.

—Hola señorita desaparecida ¿Cómo está?

Revoleo mis ojos.

—Bien ma, comiendo. ¿Usted señora controladora?

—No soy controladora.

—Mamá hablamos ayer y ya decís que me desaparezco.

—Bueno pero me preocupo (Tn)______, me dijiste que me ibas a llamar a la noche y no lo hiciste.

—Ayer me acosté tarde, nos tienen a full acá. Y si sos controladora, a mis amigos no los llama su mamá todo el tiempo.

—Si, pero es diferente porque tus amigos son hombres.

Se me ocurre levantar la vista del plato, y veo a los chicos aguantarse la risa por la conversación que estoy sosteniendo con mi mamá. Debo parecer una nena de 8 años. Mis mejillas enrojecen.

—Eso no tiene nada que ver, estoy almorzando ma. Después te llamo.

—Hey no, no que después no me llamás nada. Contáme un poco primero. ¿Qué hicieron? ¿Cuándo voy a poder ver los videos del reality?

—Muchas cosas ma, jugamos, estuvimos en una fiesta... los videos no sé cuándo se suben, primero los tienen que editar.

— Ah... ¿Y qué onda con el chico que te gusta? ¿Te lo chapaste?

AY POR DIOS MAMÁ.

Creo que mis cachetes ahora son violetas, ruego a Dios que eso no se halla escuchado.

—No mamá, te llamo después tengo hambre. Beso.

Y cuelgo.

Los chicos dejan de sostener sus risas y las liberan cual pájaro saliendo de su jaula.

—Pobre tu mamá, le re cortaste el rostro — dice Nico tentado.

—Tuh mamáh eh mú tiernah —comenta Mangel en tono sincero.

—Por lo menos la tuya te llama, la mía debe estar haciendo alta joda ahora que no estoy —agrega Thai.

—¿Qué coño es chapar? En serio, nunca lo entendí.

SE ESCUCHÓ, LO QUE DIJO SE ESCUCHÓ. MAMÁ SOS BOLETA.

—Besitos con lengua —responde Nico fingiendo besar a la nada.

—¿Besar? A mi me suena más a una persona poniendo chapas tío.

El comentario de Ruben nos hace reír.

Vení que pongo todas las chapas que quieras corazón.

—¿Y? ¿Te lo chapaste o no te lo chapaste? —pregunta Thai alzando sus cejas.

Lo odio.

—¿Qué te importa? — respondo a la defensiva y le saco la lengua.

En vez de una nena de 8, ahora parezco de 5.

—Puede confiáh en nosotroh, no leh diremoh nadah a tu mamáh —me dice Mangel jugando.

—¿Un día de casados y ya me has puesto los cuernos? —me pregunta Ruben alzando sus cejas.

No, sos vos pelotudo.

—Huuu, ya está (Tn)_____, estás en el horno, ahora tenés que hablar —me dice Nico sin poder ocultar en su rostro como está disfrutando de esto.

—Basta, se calman porque les tiro un pan en la cabeza a cada uno, sigan comiendo.

Y todos se réen una vez más de mí.

La luz del sol se desparrama directo en mis ojos, haciéndome fruncir el rostro como si hubiera chupado un limón. Sigo sin haberme bañado, así que mi suciedad de ayer junto con la gota de transpiración que recorre mi cuello, hacen que quiera salir corriendo de la incomodidad. Eso me pasa por levantarme tarde, hay que fumársela. Hace ya un par de minutos que bajamos de la mini Van, y estamos parados junto a ella, esperando a que acomoden las cámaras y dejen todo listo para la odisea. ¿Les cuento mi estado actual? Con calor, el hombro lleno de pomada rosa, aunque estoy ansiosa por el juego, y también felíz a pesar del panorama... ah y algo nerviosa... ¿Qué raro yo nerviosa no? Pfff. Nos encontramos ubicados en una plaza central repleta de gente, aún desconocemos los desafíos, y esto también me pone nerviosa, la puta madre, ¿Hay algo que no me de nervios a mí?

Ya estamos casi listos cuando Rubius pide unos minutos para cruzar al quiosco y comprar una gaseosa. Ruben te adoro con el alma, muero de sed. Vuelve a nosotros con una 7up de litro bien helada y la reparte entre todos, hasta los camarógrafos, dejándome para el final.

—Eu, ¿no me pensás convidar vos?

Ruben sonríe y le da un largo sorbo a la 7up, haciéndolo interminable. Creo que solo él puede hacer que tomar 7up sea tan sexy.

—Eu dale, que un poco más y tengo el Sahara en la boca —agrego con dramatismo.

—¿Quieres? —pregunta alzando sus cejas, con expresión juguetona.

Revoleo mis ojos y extiendo mi mano para que me la de.

—No, no, primero tienes que responderme. Te he hecho una pregunta, ¿quieres?

Resoplo, ¿de verdad? Es un inmaduro. Igual lo amo.

Ladea su cabeza esperando la respuesta.

Resoplo de nuevo.

—Sí.

—Pues cómprate —se hecha a reír —Cómprese usteeeh, cómprese ustéh.

—Ah bueno ¿Qué tenés? ¿Complejo de Quico boludo? —Espeto con ironía.

Todos los chicos empiezan a reír, incluyendo los camarógrafos.

Rubius sonríe con sorpresa y me extiende la botella.

—Creía que no ibas a querer, hemos bebido todos del pico —me aclara con una sonrisa.

—Gracias. No pasa nada, yo soy de la villa amigo.

Y se ríe, aunque no creo que realmente entienda mis palabras.

Doy un largo sorbo del pico, como macha que se respeta.

—Muy mal lo tuyo he, quiero el divorcio —le digo mientras le devuelvo su botella.

¿Acabo de pedirle el divorcio a Ruben Doblas?

—¡Noo! —Ruben arruga su expresión poniendo cara trágica y yo me río.

Ahogados en distancia (Rubius y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora