El Grupo De Tres

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Hagrid entró por el pequeño agujero de la pared pensando en voz alta que deberíamos comprar primero.

Entramos en una gran calle, colorida, llena de tiendas y alborotada de jóvenes vestidos con túnicas negras y sombreros picudos.

-Ilie, ¿Todavía tienes la carta? -Me preguntó Hagrid.

Saqué la amarillenta carta con el gran sello rojo de cera y se lo entregué a Hagrid.
Empezó a leer.

-Creo que deberíamos empezar por la túnica. -Dijo.

Se dirigió a toda prisa a una de las tiendas.

"Madame Malkin, túnica para cualquier ocasión"

Entramos a esa pequeña tienda y tan rápido como entramos Madame Malkin se dirigió hacia nosotros con la intención de atendernos.

-¿Howgarts, jovencita?. -Dijo mientras preparaba un escabel.

No me dio tiempo a responder, Madame Malkin ya me estaba colocando en el escabel y me ponía agujas por todas partes.

-¿Estas emocionada?. -Empezó a hablar. -Cuando yo tenía tu edad estaba muy nerviosa y me temblaban las manos. Cuando me subí hasta el sombrero seleccionador...puff ¡Me eligió Hufflepuff! -Empezó a reírse. -Mi hija igual era Hufflepuff pero tambi...

Miré a Hagrid que le parecía divertido y empezaba a reírse.

Madame Malkin siguió hablando de sus cosas.

-Y era muy divertido, la verdad. Ah, ya está listo lo tuyo, guapa. -por fin termino de hablar.

Me bajé del escabel y fui hacia Hagrid, que estaba en la entrada leyendo la carta, seguramente pensando en que comprar ahora.

-Listo. -Dije con entusiasmo.
Me empezaba a gustar esto de Howgarts.

-Bien, por cierto, ¿Tienes hambre?. -Preguntó Hagrid. - ¿Vamos a por un helado?. -Añadió.

Asentí sonriente.

-¿Ahora que compramos?. -Preguntó Hagrid mientras nos comíamos nuestro helado de fresa.

Nos dirigimos a comprar pergaminos y plumas pero algo nos detuvo por el camino. Un grupo de tres chocaron contra mí y Hagrid. Hagrid ni se inmutó pero en cambio yo, caí hacia atrás haciendo que mi delicioso helado de fresa aterrizara en mi jersey.

-Lo siento, lo siento. -Dijo una chica, casi gritando mientras me quitaba el cono de mi jersey y me ayudaba a levantarme. Era una chica baja, ojos castaños y un bonito y largo cabello rubio.
Atrás se quedaron casi inmóviles otros 2 chicos. Uno con gafas redondas y el otro pelirrojo.

Me enfadé, quería gritarles y decirle un par de cosas pero me aguanté, mejor no montar un espectáculo.

El grupo miró hacia mi derecha.

-¡HAGRID!. -Gritaron casi al mismo tiempo.

Corrieron hacia el y le abrazaron.
Me quedé quieta, con el jersey lleno de helado rosa y mirando como abrazaban a Hagrid. No entendía nada.

-¡Harry, Ron, Hermione! Cuánto tiempo. -Dijo mientras él les devolvía el abrazo.

Los chicos se despegaron de el.

-Quiero presentaros a Ilie. -Dijo mientras alzaba la mano hacia mi.

Me miraron de pies a cabeza.

-Hola, soy Hermione. -Dijo la chica y ellos son Ron. -Dijo señalando al pelirrojo. -y el es Harry. Y lo siento otra vez. -Dijo con una sonrisa algo avergonzada.

Hagrid y el grupo empezaron a hablar de sus vacaciones y de Howgarts, mientras yo observaba, no entendía nada.

Hagrid y el grupo se despidieron y seguimos nuestro camino.
Hagrid, mientras hacíamos nuestras compras, me explicaba todo sobre Howgarts, que era el quidditch, las casas...

Me llevó hasta una tienda que viendo el cartel de la entrada se trataba de una tienda de animales.

Me llevó un tiempo decidirme. Me llevé un pequeño gato negro con grandes ojos grises.

Lo llevaba en brazos, como si cargara un bebé y no paraba de ronronear.

-Y por fin llega lo mejor. -Dijo mirando un cartel.

Ollivander

Cuando entraron una campanilla sonó por toda la tienda haciendo eco. Miró hacia el oscuro fondo de la tienda que no parecía haber nadie.
Entonces apareció por una de las esquinas sobre una escalera un anciano con grandes ojos pálidos.

-Hola, señorita. -Dijo aquel anciano.
Se bajó de la escalera y se dirigió hacia uno de los estantes llenos de cajitas de cartón.

-Caoba.. no.. flexible.. -Pensaba en voz alta. -¡Ajam!
Cogió una de las cajitas de cartón y abriéndola se dirigió a mi. Me entregó una varita.
Me quedé mirándola, estaba asombrada.
-Venga, agítela.

La agité suavemente pero los libros encima de la mesa del señor Ollivander empezaron a lanzarse por todos lados.
-no, no, no...-Dijo mientras me quitaba la varita de las manos.

Probé muchas varitas, demasiadas diría yo. ¿Y si ninguna varita me eligia?

-Varita con centro de pelo de unicornio y madera de abeto. Flexible. 25 cm. -Dijo mientras me la entregaba.

La agité y no pasó nada. La varita me eligió.

Ollivander sonrió mientras envolvía la varita y ponía en su caja original.

Ilie regresó a casa había sido su mejor y más extraño cumpleaños.

[Terminado] «StrangeSlytherin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora