[Terminado] «StrangeSlytherin»

Señorita Walker

Entré a clase de Pociones y me senté junto a una chica rubia de ojos oscuros. Snape, como otros profesores, empezó la clase pasando lista.
Los ojos de Snape, eran negros. Rebosaban frialdad y parecían vacíos.
Snape hizo una pequeña pausa cuando dijo mi nombre.

-Parece que... hay alguien nuevo. -Dijo buscándome con la mirada. -Lavantese señorita Walker.

Me levanté de mi asiento, asustada.

-No le había visto antes por aquí. ¿No sé habrá usted equivocado de clase y debería estar con los de primer curso?. -Me preguntó.

-Señor, si aparezco en su lista, ¿no cree que pertenezco a esta clase?

Después de ver la cara que puso aquel hombre me arrepentí de haber dicho aquello.
Snape me miró de pies a cabeza y se sentó en su silla.

-Ya puede sentarse. -Me dijo.

Me senté y escuché los murmullos que decían varios alumnos.

-...es la primera vez que veo que un alumno calle a Snape y este no diga nada...

-Empezaremos este curso, con un trabajo en parejas. -Dijo Snape.

Los alumnos se miraban unos a otros con la intención de formar pareja.

Snape, al ver que todos intentaban hacer parejas, añadió.

-Pero las parejas las escogeré yo.

Me miró.

-Walker con... -hizo una pausa, buscando con quién ponerme. -Potter.

Draco se levantó de su asiento tan rápido como pudo.
-¿Una Slytherin con un Gryffindor, profesor? -Dijo algo enfadado.

-Quiero ver cómo trabaja una... celebridad con... la extraña chica nueva. -Dijo mirándonos a Harry y a mí.

Snape, terminó de crear las parejas.

-Quiero que hagais una poción a vuestra elección, ya que, con lo que hemos trabajado estos últimos años, debéis saber algunas.

Snape parecía odiarme. Sabía que acababa de entrar a Howgarts y todavía no había tocado un caldero.

Harry se sentó a mi lado.

-Tranquila, yo te ayudo. -Dijo mientras preparaba los ingredientes y me daba un libro sobre pociones.

El profesor Snape se paseaba por toda la clase arrastrando su larga capa negra, mientras miraba a los alumnos.
Criticaba todo lo que hacían.

-Esta poción la pediré la próxima clase. -Dijo.

Harry y yo éramos los únicos que no pudimos terminarla en aquella clase. Ya que Harry hacía todo el trabajo y yo solo le leía los ingredientes que necesitaba para hacerla.

-¿Puedes quedar esta tarde para terminar la poción? -Me preguntó Harry mientras recogía todo.

-Si,si, claro. -Respondí.
-Bien, esta tarde a las 15.30 en el Gran Comedor.
Y se marchó junto a Hermione y Ron que le esperaban en la puerta de clase.

Terminaron las clases. Eran casi las 15.00.

Me dirigí al Gran Comedor, a comer algo.
Estaba casi vacío. Y solo se escuchaban pequeños murmuchos que provenían de la mesa Ravenclaw, donde estaban sentadas dos chicas.

Comí un poco, ya que no tenía mucha hambre.

Harry entró por la gran puerta del comedor y al verme, se acercó para sentarse a mi lado.
Estaba cargado de cosas. Llevaba un caldero, ingredientes, libros...

Continuamos con la poción. Después de un tiempo apenas habíamos intercambiado palabras.

-Oye, Ilie. -Dijo mientras introducía un ingrediente en el cardero. -¿Estas en el grupo de Malfoy?

Negué con la cabeza.

-Solo le estreché la mano para que me dejara en paz, nada más.

Harry soltó una pequeña sonrisa.

-Bien, entonces, ten cuidado con ellos.

Asentí.

-Hagrid, Hermione, Ron y yo nos vamos a tomar algo. ¿Te apuntas? -Me preguntó sonriente.

Volví a asentir.

Solo tardamos unos escasos minutos más en terminar la poción.

Cruzamos los terrenos que rodeaban la escuela, hasta una pequeña casita de madera.

-Es la casa de Hagrid. -Dijo mientras nos acercábamos a ella.
Harry entró a aquella casa donde nos esperaban Hagrid, Hermione y Ron. A un lado de uno de los sillones un babeante perro también nos esperaba.

Entré detrás de Harry.

-E traído a Ilie, espero que no os importe. -Dijo mirándome mientras entraba.

Hermione sonrió junto a Hagrid,a cambio de Ron, que puso tal cara que parecía que por aquella puerta había entrado una enorme rata.

Harry, al ver la expresión de Ron dijo:

-No está en el grupo de Malfoy. Solo era... ¿Una técnica?

-Ven aquí Ilie, siéntate, e hecho té. -Dijo Hagrid.
Me entregó un pequeño vaso de té. Estaba amargo, pero a pesar de eso dije que estaba delicioso y le agradecí que me hubiera dado un vaso de té.

Hagrid sonrió, satisfecho.

Estuvimos charlando toda la tarde hasta que llegó la hora de irse.

Nos despedimos de Hagrid y cada uno se fue a su habitación.

Cuando llegué a la mía, observé que Kles sujetaba una carta entre sus dientes. Era la carta de mis padres. El cuál, no terminé de leer.