[Terminado] «StrangeSlytherin»

También Tienen Sentimientos

Draco no apareció en clases de vuelo.
Me sentía culpable.

-Chicos, bajad aquí, porfavor. -Gritó la señora Hooch desde el suelo.

Bajé con facilidad, se me daba bien esto de manejar la escoba.

Aterricé tan bien, que me quedé sorprendida.

-Alumnos, las pruebas para el equipo de Quidditch serán el viernes, justo después de clases, en este mismo sitio.

Deberías probar, señorita Walker. -Me dijo la señorita Hooch.

Algunos me miraron con rabia y celos.

Las clases terminaron y, tras dejar los libros en la habitación, me dirigí al Gran Comedor.

Malfoy no se encontraba allí. Me senté junto a Harry y los demás.

-¿Vas a presentarte para el equipo de Quidditch? -Preguntó Ron.

Asentí, bastante contenta.

-Ya ves Harry, tienes competencia. -Le dijo con una mirada vacilona.

Harry asintió.

-La verdad es que sí.

En ese momento apareció Malfoy, que se dirigía a su correspondiente asiento, en la mesa Slytherin.

Me quedé observándole.

No parecía triste, pero aún así, no se sentó junto a Crabbe y Goyle, se sentó solo, a una esquina de la mesa. Parecía reflexionar sobre lo que dije anteriormente.

-Ilie, ¿Ilie? ¿hola? -Harry zarandeaba la mano frente mis ojos.

-ah, perdona. -Quité mi mirada de Draco y volví a la conversación.

Harry arqueó una ceja. Y miró a la dirección donde anteriormente estaba mirando y observó a Malfoy, solo, en una esquina.

Terminamos de comer.

-Ilie, nosotros ya nos vamos. ¿Vienes? -Me preguntó Hermione, con su dulce voz, como siempre.

-No, tengo cosas que hacer, pero gracias.

Hermione asintió y se fue junto a Ron y Harry.

Cuando aquel grupo desapareció por la gran puerta del comedor me levanté y me dirigí a la mesa Slytherin, donde estaba Draco.

Me senté junto a él sin decir una palabra.

El estaba cabizbajo, mirando su plato, había un gran entrecot todavía sin probar.

Estaba en silencio, esperando que dijera algo pero no lo hizo.

-Lo siento. -Dije de repente, me costó bastante decirlo.

-¿Qué sientes? -Dijo Malfoy después de un gran silencio incómodo. - Me cuesta decirlo, pero tienes razón.

Me entristeció ver su mirada, su triste y vacía mirada. Después de todo, ahora estaba solo. Los Malfoy también tienen sentimientos.

-¿Sabes? Pronto descubrirás que unas familias de magos son mejores que otras, Malfoy -Dije, intentando imitar su voz. No tan rica, puede que algo peligrosa, bueno, por lo menos, de sangre pura. Elige bien, Malfoy. -Añadí, extendiendo mi mano para que la estrechara. Cómo hizo conmigo.

Draco soltó una pequeña sonrisa algo torcida y me miró. Me estrechó la mano.

-Has elegido bien, Malfoy. Y ahora, vámonos a dormir. Buenas noches -dije, aún imitando su voz.

Me levanté del asiento y me fui del Gran Comedor. Fui directa a mi habitación. Cuando llegué, me quedé en shock. Mi cama estaba volcada, mi baúl vaciado, con la ropa tirada por el suelo, pero parecían no haberse llevado nada, excepto, la carta de mis padres.