El Sombrero Seleccionador

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Malfoy se levantó gruñendo y salió de la cabina seguido de los otros dos chicos.

Hagrid cerró la puerta después de que salieran y se sentó donde anteriormente estaba Malfoy.

-Parece que ya has conocido gente nueva. -Dijo refiriéndose a los chicos de antes.

Me quedé callada.

-¿Que tal vas con eso de ir a Howgarts? -Dijo sonriendo.

-Bastante bien, de momento. -respondí.

-No te preocupes Howgarts es el sitio más seguro del mundo. -Me aseguró Hagrid.

Hagrid, durante el viaje en tren, me contaba mil y una historias, eran fantásticas y no me cansaba de ellas. Hagrid era admirable.

El viaje llegó a su fin. Todos bajamos junto a nuestro equipaje y seguimos a Hagrid hasta la orilla de un lago inundado de barcas de madera.

Levanté la mirada y pude apreciar lo que parecía ser Howgarts. Era un castillo enorme, rodeado por un gran lago azul.
Parecía haber salido de un cuento de princesas, o en este caso, un cuento de hadas.

Todos subimos uno a uno en barcas en grupos pequeños.

Hagrid nos guiaba.

Llegamos hasta la gran puerta del castillo, dejamos nuestras cosas y nos dirigimos a una habitación.

Varios minutos después apareció una mujer. Era algo mayor, tenía unos grandes ojos saltones y llevaba su cabello recogido por un moño.

-Bienvenidos a Hogwarts -Dijo aquella señora. - Soy la profesora McGonagall. Antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Howgarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en el dormitorio de vuestra casa y pasaréis el tiempo libre en la sala común de la casa.
»Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Howgarts, vuestros triunfos conseguirán que vuestra casa gane puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierda. Al finalizar el año, la casa que haya obtenido más puntos será premiada con la Copa de las Casas, un gran honor. Espero que todos seáis un orgullo para la casa que os toque.
McGonagall dió media vuelta y salió de la habitación.
Pasaron varios minutos y el silencio se volvía más incómodo.

La profesora mandó que nos pusiéramos en fila y le siguiéramos.

Entramos en el Gran Comedor.

Los alumnos ya seleccionados anteriormente se sentaban en su correspondiente asiento y murmuraban.
Y en el fondo había una larga mesa donde se sentaban los profesores.
La profesora colocó un taburete en frente de los chicos de primer año y puso encima de él un puntiagudo sombrero raído y sucio.

De pronto el sombrero se movió y empezó cantar.

La canción trataba de las casas, de que se caracterizaban.

Cuando acabó todos aplaudieron.

La profesora McGonagall se delantaba con un gran pergamino entre las manos.
-Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen -Dijo - ¡Marlen, Sophie!

Una niña morena, y con el pelo muy rizado salió de la fila, la profesora le colocó el sombrero y la chica se sentó en el taburete.

-¡RAVENCLAW! -Gritó el sombrero.

Y la chica, mientras la mesa correspondiente aplaudía, se sentaba con ellos.

Después de un largo tiempo de espera.

-¡Walker, Ilie!

Me salí de la fila y me dirigí al sombrero. McGonagall me lo colocó en la cabeza y me senté en el taburete.
Sentí la mirada de Malfoy clavada en mí, me miraba con rabia, no sabía el porqué.
Aparte la mirada de él y cerré los ojos.

-Hum -Dijo el sombrero. -Valiente, lo sé, hábil y fiel pero... - el sombrero arrugó la parte donde se suponía que estába el ceño.
Se quedó un buen rato callado.
¡SLYTHERIN! -Gritó de pronto.

La señora McGonagall me quitó el sombrero y me dirigí hacia la mesa de los Slytherin, estaban aplaudiendo, todos menos Malfoy.

[Terminado] «StrangeSlytherin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora