[Terminado] «StrangeSlytherin»

Voces

Mi mirada estuvo clavada en aquella puerta mientras se cerraba. Un golpe hizo eco en todo el baño cuando la puerta finalmente se cerró.
Yo seguía mirando aquella puerta. Aún con la mano agarrando la túnica, mostrando la marca tenebrosa.

Soy una inútil, soy una inútil. -Pensaba.

Ahora sí que quería adentrarme en el bosque prohibido y no volver a salir de allí nunca más.
Pero no lo hice. Lo único que hice fue encerrarme, de nuevo, en el baño y llorar, como si no hubiera un mañana.
Cada segundo que pasaba sentía como se rompía un pedacito de mi.

***

-No llores, Ilie. Esto era lo que necesitábamos. -Una grave voz sonaba en mi cabeza, susurrando. -Harry Potter ya no nos molestará.

Podía reconocer aquella quebradiza voz, Voldemort.

-Ilie, ve a la biblioteca y coje un libro de pociones. Es necesario.

Voldemort nunca me dijo que pretendía hacer ni lo que quería que hiciera por el.

-Voldemort, lo siento, pero ya no quiero servirte. -Dije en medio del llanto.

Voldemort gruñó.

La marca tenebrosa empezó a arder, como si aceite hirviendo salpicara sobre mi piel.

- Mataré a todos, Ilie. Mataré a Harry, a Draco, a Dumbledore, a Kira. Te obligaré a ver cómo mueren. Y luego, te mataré. Y no será una muerte rápida, ni para ti ni para los demás. -Voldemort soltó una pequeña risa.

Una mueca de miedo y furia apareció en mi rostro.

Me levanté y me dirigí a la biblioteca.

Entré en completo silencio. Y empecé a buscar la sección de "pociones".

-¿Necesitas ayuda en algo?

Una chillona voz sonó detrás de mi, haciendo que saltara del susto, no la había oído venir.

-Deberias estar en clases. -Siguió diciendo.

-Emm, si, es que... Venía... Por un libro de pociones... El prefesor Snape me a pedido que le llevara uno. -Me inventé a medida que hablaba.

Oh, claro. -Se acercó a tres estanterías más lejos de allí y sacó un libro del segundo repiso.

-Aqui tienes. -Dijo después de comprobar que era el correcto y entregármelo.

-Gracias. -respondí y me fui de allí lo más rápido posible.

Caminaba deprisa por los pasillos, sujetando el pesado libro de pociones.

-Ay -Dije cuando choqué contra alguien.

Levanté la vista y pude ver los grisáceos ojos de Draco. Me miraban, como si nada. Nunca ví esa expresión en sus ojos.

-Perdona. -Dije, cabizbaja, cuando supe de quien se trataba.

El solo asintió y pasó por mi lado.

Mi mirada se clavó en el mientras se alejaba.

-Yo también lo siento. -Dije casi susurrando. Pareció no oirme.

-¿Porqué lo sientes, Ilie? -Dijo otra vez Voldemort. -El que debería sentirlo es Draco, te hizo daño. No seas débil, Walker o debería decir. ¿Potter?

Yo solo lo ignoré.

Draco desapareció por los pasillos y yo retomé el camino hacia la sala común de Slytherin.

Cuando entré a la sala pude observar una silueta que miraba con curiosidad la verde llama que salía de la chimenea.

Era Dumbledore, que al notar mi presencia, dió media vuelta.

-Hola, Ilie.

No respondí.

Albus bajó la vista.

-¿Que traes en las manos? -Dijo mientras se acercaba a mi. -¿Y que haces que no estas en clase?

-Perdón Dumbledore, pero ¿cuál de ellas respondo primero? -Dije a la defensiva.

Albus sonrió.

-Perdona -Soltó una pequeña carcajada. - ¿Que traes entre las manos? -Volvió a preguntar. -¿Un libro de pociones? -Dijo cuando leyó la portada del libro. -Veo que eres estudiosa, como Granger. Bueno, no tanto, porque si no, estuvieras en clase.

No dije nada y un incómodo silencio inundó la sala.

-Bueno, ¿No vas a decirme que estás planeando?