Solo Un Sueño

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Salí de aquella sala, después de que me dijeran que era la nueva golpeadora de Slytherin.

Harry me esperaba en la salida.

-¡Enhorabuena! -Me gritó Harry en cuanto me vio. -te dije que eras la mejor.

Le respondí con una sonrisa.

-Gracias, tu si que eres el mejor. -Le volví a sonreir y le abracé.

Harry no se lo esperaba, pero devolvió el abrazo ante la atenta mirada de Draco, que venía hacia nosotros.

Me despegue de él.

-Bueno, solo venía para decirte que lo has hecho bastante bien, mejor de lo que esperaba. -Me dijo Draco.

Harry abrió la boca, sorprendido.

-Ilie, que has hecho con Malfoy. -Dijo, después de escuchar aquello.

Solté una carcajada.

Draco le dedicó una cara de asco a Harry y dió media vuelta.

-¡Gracias, Malfoy! -Le grité mientras se alejaba.

-Venga, vamos a celebrarlo. -Dijo Harry mientras me cogía de la túnica.

Fuimos, de nuevo, a casa de Hagrid.

En la entrada de aquella casa de madera se encontraban Ron, Hermione y Hagrid.

Hagrid tenía un gran paquete en las manos.

Nos acercamos a ellos.

-Ilie, felicidades por la victoria. -Dijo Hagrid mientras me entregaba el gran paquete.

Miré asombrada el gran paquete que tenía entre las manos.

-venga, ábrelo. -Dijo Ron.

Arranqué el envoltorio.

Era una Nimbus 2000. La mejor escoba del mercado.

-Hagrid... No tenias porqué. -Dije emocionada.

Hagrid me sonrío.

Abracé a Hagrid.

Estaba muy contenta. Hogwarts se había convertido en mi hogar y aquel grupo, mi familia.

Dejé mi nueva escoba bajo mi cama, escondida.

Nos dirigimos al Gran Comedor, menos Hagrid que se quedó en su casa.

Todos los alumnos estaban allí, sentados en su correspondiente asiento.

El grupo se sentó en la mesa Gryffindor y yo en la Slytherin.

Albus se levantó de su asiento y se adelantó.

-Alumnos, demos un gran aplauso a los ganadores de las pruebas de Quidditch. -Gritó Albus.

Todas las casas aplaudieron, incluidos los profesores.

-Y ahora, ¡A comer! -Volvió a gritar Albus cuando todos terminaron de aplaudir.

Montones de comida aparecieron en las mesas, como en el primer día de curso.

Cómo la última vez, comimos hasta reventar.


Era una noche oscura y fría. Las ventanas estaban empañadas y había tanto silencio que parecía un vídeo en pausa.

En una casa, pequeña y anticuada, se situaban 2 hombres.

Uno de ellos, el que estaba sentado sobre un viejo sillón, era bajo y tenía un gran bigote. El otro, era de una altura media y llevaba un traje bastante viejo y arañado.

-Señor, la hemos encontrado. -Decía el hombre del traje.
Miraba al hombre sentado en el sillón.

-¿Dónde está, Mathias? -Dijo una voz extraña.
Al principio creía que hablaba el señor del sillón, pero me di cuenta no movía la mandíbula.

-Está en el castillo de Howgarts, señor. -Respondió aquel hombre.

El hombre del sillón se levantó.

Y pude ver otro hombre, qué, con la grosura del otro, no lo alcanzaba a ver.

Era alto, no tenía pelo y desde aquella perspectiva parecía que no tuviera nariz.

Aquel hombre se levantó y con un brusco movimiento con el cuello me miró.
-La hemos encontrado. -Gritó.

Me levanté sobresaltada de la cama, todo aquello era un sueño, un mal sueño.

Pero, ¿Quién era aquel hombre?
¿Y qué querían de mí?

[Terminado] «StrangeSlytherin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora