La pareja parecía estar viviendo en un universo paralelo al de los demás. Raven había cambiado su posiciona con Damian y ahora él descansaba en el regazo de la maga, que con sus manos acariciaba los brazos y el pecho del Damian mientras que sus labios le daban pequeños besos en su cabeza, sien y oreja. Él aun estando muy adolorido por las heridas sufridas en el combate, no se permitía dormir por que las sensaciones que estaba experimentando eran tan nuevas y sobrecogedoras que deseaba poder sentirlas plenamente.
- ¿Damian? ¿como te sientes?
- .....
- ¿Damian?
Raven sintió una gota de agua caer sobre su mano y se aterro. Miro el rostro de su pareja y vio que lagrimas caían de sus ojos.
- Estas llorando.
- Si
- ¿Por que? ¿sientes mucho dolor? ¿tus heridas estan...
- No.
- ....
- No se por que lo hago... me siento muy como aquí... pero no puedo evitarlo...
- Ok... solo respira ¿bien?... yo...yo estoy aquí.
Damian asintió en silencio y se acomodo en el pecho de Raven. Ella siguió con sus cariños mientras que en su cabeza sus emociones hablaban con ella.
- ¿Que creen?
- .....
- ¿Por que no hablan?
- Damian esta en nuestro pecho... semi-desnudo... llorando... ¿Cuando planeas quitarte la ropa y decirle que tendrás a sus hijos?
En la cafetería, una maquina de dulces exploto haciendo que llovieran barras de chocolate. Mientras que Raven furiosamente sonrojada les gritaba mentalmente a sus partes que eran unas pervertidas y demás agravios que nadie sabe que Raven conoce. Siguió acariciando a Damian pero sus emociones no la dejaban en paz, tratando de tomar el control de sus manos para que tocaran aun mas del cuerpo del chico. Raven sin mas opciones y en un intento desesperado por evitar una gran vergüenza, tomo aire y tartamudeando dijo.
- ¿Cre-crees... que... t-tu y y-yo...
- Quiero que seas mi esposa.
Todas las luces del comedor explotaron junto con las ventanas de las paredes. Raven estaba muda y Damian seguía hablando, ahora sin lagrimas en sus ojos pero sin mirarla a los suyos.
- Nunca había sentido tanta paz en mi mente como la que siento ahora, recostado en tu pecho.... no deseo no poder volver a sentirlo. Es por ello que deseo tenerte como mi mujer.
Damian se incorporo para voltear a verla, arrodillado frente a ella tomo sus manos entre las de él y utilizando su legendaria mirada dijo.
- Se miá... por favor.
Raven despertó en la cama de Damian, con este sentado en una silla a su lado, colocando un paño mojado en su frente. Tal parece que la declaración fue mucho mas de lo que sus años de meditación pudieron tolerar.
- ¿Que paso?
- Te desmayaste.
- Oh... ¿como?
- Te propuse matrimonio y cante inconsciente sobre mi.
Raven nuevamente se mareo pero por suerte, esta vez se encontraba recostada. Damian tomo su mano y le dijo que respirara.
- ¿Debo tomar esto como un no?
- Por Azar... demonios, ángeles, brujos, extraterrestres y robots se han enfrentado a mi... y un hombre mortal me noquea con un par de palabras...
- Ya sabes que no soy un hombre común.
- Si pero no imagine que fuera verdad.
Se quedaron en silencio por unos segundos mirándose a los ojos.
- Somos muy jóvenes.
- ¿Jóvenes?
- Solo tenemos 16 años.
- ¿Y? De donde vengo las uniones se hacen en la infancia.
- No estamos en tu país Damian. Aquí hacer eso es ilegal.
- ¿Y a que edad es "legal"?
- 18
- Que estupidez. A los 14 una mujer ya puede engendrar hijos.
Cuando la palabras hijos llego a los oídos de Raven, esta nuevamente cayo desmayada. Mientras la conciencia se desvanecía, ella se durmió pensando.
- Hijos... quiere hijos... ¿voy a tener hijos?