XV

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                               NATALIA
Vi que entró a su casa y yo me fui dedicándole una última mirada que fue correspondida. Realmente tenía la cabeza hecha un lío por Alba. Aún así no le iba a dar más vueltas a que sentía. Me fui hacia mi casa. Mientras iba en moto me sonó el móvil, evidentemente no lo pude coger. Tenía la esperanza de que fuese Alba, pero me acordé de que no tenía su número.

Llegué a mi casa, aparqué la moto y me acordé de Alba justo al bajar. Miré el móvil y era Miki.
–Hey
–Hola–Dije confusa–¿Todo bien?
–Sí claro, ¿te apetece venir el viernes a una fiesta por ahí con todos?– Cuando decía todos se refería a María, África, Sara (Sabela) Mar (Marilia), Dave y supongo que Marta y Famous también.
–Sí, seguramente vaya, ya me dices cosas–Contesté para terminar pronto la conversación.
–Perfecto, hasta luego– Dimos por finalizada la conversación.

Subí a mi casa y estaba mi madre.

–Buenas noches– Saludé mientras dejaba mi chaqueta en el perchero.
–Hola–Respondió a la vez que me sonreía.
–¿Qué tal el día?– Preguntó mi madre por curiosidad, supongo.
–Bien, entretenido–Respondí yéndome a mi cuarto.

Me puse a componer y se me pasó la noche bastante rápido.

Normalmente no dormía bien y esta noche tampoco fue una excepción. No tenía pesadillas, pero me solía despertar cada dos horas, ya era costumbre.

                                     ALBA

Entré a casa con una sonrisa en la cara, evitaba disimularla, pero no podía. Igualmente no había nadie, por lo tanto, no me preocupaba que se notara mi felicidad. Llegué cansada a la cama,  no me costó dormirme y concilié bien el sueño.

Me desperté antes de hora, para aprovechar y arreglarme un poco más, me apetecía y así lo hice.

Desayuné a mi ritmo, un café y unas cuantas galletas. No era un desayuno completo, pero no pedía ni disponía de mucho más.

Salí de mi casa poniéndome los auriculares esta vez Cuco, un cantante que también suelo recomendar, aunque no suele gustar. Es diferente a lo que está catalogado como típico.
Llegué a la universidad en poco tiempo y vi a Joan esperándome con una sonrisa. Era súper adorable, no me cansaré de decirlo.
Me planteé si contarle lo de Natalia ya, pero no creo que fuese el momento. No sabía como empezar una conversación con él, contándole mi orientación sexual. Es un poco raro imaginármelo. Aunque supongo que lo haré pronto.

–¡Buenos días!– Dije dándole un abrazo, al mirar por detrás de él, se encontraba Natalia caminando con María a lo lejos.
–Buenos días– Dijo acariciando mi espalda.–Tienes buena cara– Añadió cuando nos separamos.
–Menos mal–Pronuncié con ironía, eso provocó una sonrisa en ambas caras.
–¿Vamos?–Indicó. Yo asentí y empezamos a caminar.

Ahora teníamos clase juntos, me alegraba ir con él. El profesor era un auténtico plasta, de esos que te quitan las ganas de aprender, si es que aún conservas. Con Joan se hacía más ameno. Estuvimos hablando un poco de todo, entre ello de ir de fiesta el viernes, Miki se lo había ofrecido y le exigió que me preguntase si yo quería ir. Me lo pensé un poco, pero evidentemente la respuesta sería un sí.

Se acabó la clase con algún que otro grito del profesor hacia los alumnos de las últimas filas.

Ahora me tocaba arte, Natalia entre otras cosas. Así que fui ilusionada hasta la clase, donde ahí se encontraba, reservándome un sitio a su lado. Me gustaba picarla, así que entré compartimos miradas, pero me fui a sentar a otra mesa. Detrás suya. Ella se giró descaradamente con una cara muy expresiva. Decidí recular a mi decisión y sentarme a su lado. Eso hice.

–¿En serio?–Dijo Natalia–¿Tan mal huelo?–Preguntó retóricamente ya que me senté lo más lejos de ella que la mesa me permitía.
Sonreí con un puño apoyado en la mejilla– Un poco–Contesté picándola.
–Justamente hoy que me he puesto colonia.
–Será la colonia, que estaba caducada–Ella se rió y yo no pude evitar acompañarla.
Acerqué mi silla a la suya, a una distancia precavida, para evitar besarla ahí mismo, siendo sincera.

El profesor entró y nos indicó qué hacer, mientras lo explicaba Natalia no atendía, se fijaba en mí y en como tomaba mis apuntes.

–¿Qué hay que hacer?– Preguntó cuando todos se pusieron a trabajar.
–¿En serio?–Puse cara de póker y le di mis apuntes.

La clase siguió con algo más de conversación, pero nada importante. Ella seguía con mis apuntes y así estuvo hasta el final de la clase.

Sonó el timbre que indicaba el final de la clase, recogí, ella me dio mi libreta cerrada y se puso a recoger.

Salimos de la clase, se despidió de mi con una sonrisa y me dirigí a la siguiente clase. Transcurrió normal, esas y las siguientes clases. Ya era la hora de irnos, así que esperé a Joan fuera, ya que nuestro profesor nos había dejado salir un poco antes. No tardó nada en venir.

–¿Qué tal las clases?–Preguntó.
–Bien, algunas entretenidas, otras no tanto–Contesté sincera.

Seguimos caminando, le acompañé hasta su coche, nos despedimos y yo me fui caminando. Con nuevamente los auriculares puestos, esta vez girl in red otra cantante al estilo de Cuco tampoco era muy conocida.

Llegué a mi casa, y a pesar de haber dormido bien. Me hice una siesta. Al haber descansado unas horas más me puse a hacer el trabajo de Arte. Abrí la libreta para revisar lo que tenía que hacer y ahí estaba. El número de teléfono Natalia, apuntado en la libreta. No pude evitar sonreír como una tonta.

Just by being honest | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora