XXI

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NATALIA

Había estado todo el día dando vueltas en mi cabeza. Intenta hallar la manera poder reconciliarme con Alba, hablar con ella sin tener miedo, de contarle todo lo que quisiera saber sobre mi y yo saber todo lo que quiero saber de ella. Posiblemente nunca acabaría de saberlo, es la chica más interesante que conozco.

Era de noche, no podía dormir estaba tumbada escuchando música como de costumbre, había una canción que me recordaba especialmente a ella Creep - Radiohead la escuchaba en bucle todo el tiempo. Era como tener a Alba conmigo en la cama, disfrutando de la canción junto a mi. A pesar de que ella era diferente a todas las demás personas que había conocido, en el fondo la veía muy parecida a mi. Y me encantaba. Era como una conexión que nos unía. Además ahora que había descubierto que ella también cantaba, otra cosa que nos unía era nuestro gusto musical. En pleno siglo XXI era difícil encontrar a alguien con buenas referencias musicales.

Estuve pensando toda la noche en eso, miré el reloj que había en frente de la cama y eran las 4:53 a.m. Necesitaba hablar con ella, me estaba comiendo demasiado la cabeza. Había pensado en ir la mañana siguiente a primera hora, pero no podía aguantar más tumbada en mi cama.
Estaba lloviendo, así que me puse un chubasquero y mis botas. Fui a mirar que mi madre estaba en su cuarto, y efectivamente, estaba durmiendo. Con las prisas no cogí paraguas, me di cuenta cuando ya estaba en la calle y no me apetecía volver a subir.

Andaba de prisa, rezando por llegar pronto. Pensaba la manera de hablarle, saludarla, mirarla, etc.

Llegué a su casa, cansada, por la hora y lo rápido que había andado hasta llegar aquí. Las luces estaban encendidas, me alegré muchísimo. No quería despertarla cuando llegase y tampoco quería esperar 4 horas, así que fue perfecto. Le envié un mensaje para que me abriera la puerta, no quería tocar el timbre porque no estaba 100% segura de que estuviera despierta. Ví que leyó el mensaje y me asusté y emocioné a la vez. Pensé por primera vez en todo el trayecto que a lo mejor no quería verme, la idea me aterrorizó y al ver que no respondía me asusté más, pero la puerta se abrió y vi a Alba con cara de cansancio y un pijama. Ella al verme toda mojada y con frío me indicó que entrase. No me miraba enfadada, pero tampoco estaba feliz por mi presencia, tan solo sorprendida. Tuve un impulso y la abracé, mucho más fuerte que las veces anteriores. Quería sentirla de verdad. Ella en el primer contacto se quedó paralizada, pero luego el abrazo fue correspondido. Al separarnos después de bastantes segundos vi su rostro lleno de lágrimas. Lo único que me salió en ese momento fue secarle las lágrimas, aunque fuesen causadas por mi.
Necesitaba hablar con ella.

–Alba, te quiero– Me miró sorprendida, ya sin gotas en la sien.
–Yo también–Dijo casi en un susurro.
Nunca me había visto en esta situación, jamás me había importado tanto alguien– Perdóname Alba–Fue lo único que pude articular.
Ella no respondió, solo se acercó más a mi y rompió la poca distancia que nos separaba.
Enredó sus manos en mi pelo mojado y yo la abracé por la cintura. Nos miramos a los ojos, y me besó. Ese beso fue un cúmulo de emociones, rabia, picardía, tristeza, amor...
Sentí en ese beso lo que se siente al querer tanto a una persona, el estómago se me cerró y los sentimientos fluyeron por todo mi cuerpo. Aún en el beso cogí en brazos a Alba y moví sus piernas hasta posarlas en mi cintura, me apoyé en la pared, y en ese momento supe con certeza que me había enamorado.

Nos separamos, Alba sonrió mirando al suelo.
–Te lo perdonaría todo–Murmuró retomando la conversación anterior al beso.
–No deberías–Me reí.
–Lo sé–Dijo yéndose a su cuarto cogiéndome la mano.
Me reí ante su comentario.
Se sentó en la cama y me hizo un gesto para que me sentase con ella. Evidentemente eso hice.
–¿Qué estabas haciendo?–Murmuré mientras me sentaba junto a ella.
–¿Te digo la verdad?–Respondió con una sonrisa en el rostro.
–Sin duda
–Pensar en ti–Me ruboricé.
–Yo también–Admití. Ella se acercó a mi y me volvió a besar, esta vez más corto, pero un beso de Alba siempre me encantaba.

Vi que tenía una radio con un CD puesto.
–¿Qué escuchabas?– Me levanté para encenderla. No conocía la canción, pero era increíble.
Love my way.
Es muy bonita.
–Me alegro de que te guste la música que escucho– Se rió.
–¿Hay algo de ti que no me guste?–Pregunté sin pensar.
–No creo, soy perfecta–Dijo con ironía.
–Ya lo sé–Le guiñé el ojo y me tumbé en su cama, arrastrándola conmigo para que se tumbara a mi lado.
–¿Vemos una peli?–Dijo emocionada.
–Me parece estupendo–admití feliz por haberme reconciliado con ella.
–¿Call me by your name?–Dijo yendo a por el portátil.
–Perfecto, ¿de qué va?–Pregunté curiosa.
–De un chico gay que se enamora de un hombre más mayor.
–¿Ya la has visto?
–Sí, pero quiero volver a verla contigo–Sonrió de oreja a oreja.
Me reí. Pusimos la peli y se acomodó entré mis brazos. Mientras yo le acariciaba el pelo, la peli transcurría y Alba se durmió. Era la imagen más adorable que había visto nunca. Decidí acompañarla y paré la película, quedaban unos 40 min. Que ya vería en otra ocasión junto a ella.
Apagué la luz, la miré por última vez y aún con su mano cogida me fui a dormir.



🖤 No me matéis por tardar tanto. Gracias por las +40.000 visitas.

Just by being honest | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora