CAPITULO VI

2.5K 81 0
                                    

- Aléjese de mi, por favor –dije seria. Tratando de disimular mis nervios.

- No quiero hacerlo –me miro fijamente. 

Me asusta este hombre. Pero al mismo tiempo tiene algo que me hace divagar con pensamientos calientes respecto a él. ¿Por qué? Mi madre se aclaro la garganta, pero él no se alejo de mí.

- Mamá –corrí al lado de ella, como una niña pequeña.

- Me iré a casa Justin –le dijo mi madre, tomándome de la mano para caminar a la salida. Pero el nos detuvo.

- Hey, espera Sara. Es sábado, muchos clientes te esperan…

- Justin, pero… -Sara se encogió de hombros.

- Mira, te propongo algo. Atiende solo David, y luego te vas. Yo me quedare con tu hija para asegurarme de que este bien –sonrió.

Por un momento sentí mi corazón estancarse. Hice una oración sumamente rápida para rogar que mi madre no aceptara. 

- Te recuerdo lo que hablamos Sara…

- No Justin, está bien. –Agacho la mirada- ven hija –me halo a ella- ahora vengo, no tardare mucho, es un anciano. –no pude evitar reír. Ella al verme igual lo hizo.

- Pero me iré a casa. No me pienso quedar aquí ¿pasas por mí allá? –susurre.

- Claro cariño –me beso la mejilla y se dio la vuelta para volver a al interior de la mansión.

Estaba a punto de irme, pero ese hombre me vuelve a detener. Pegándome a su cuerpo, mi nariz chocaba la suya, era una distancia asfixiante. Su respiración era agitada, sus ojos penetrantes y tenían un toque de excitación. Trate de empujarlo lejos de mí, pero no pude.

- No iras a ningún lado pequeña –sonrió con malicia.

Mi corazón empezó a latir aun mas rápido, y al igual que el mí respiración comenzó a acelerarse. 

“Aléjate, te quemaras” dice mi subconsciente.

- Déjeme en paz –lo empujo nuevamente, esta vez logrando zafarme solo un poco de su agarre.

No pude decir ni una sola palabra, ya que en un cerrar y abrir de ojos sus labios estaban contra los míos, intentando obtener la entrada, pero no podía permitirlo. Por muy caliente que este hombre fuera, no.

- Aléjese –lo empuje ahora con más fuerza, consiguiendo por fin salir de sus brazos –mire será mejor que no me vuelva a besar, porque a la próxima le pateare el trasero –grite molesta.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Eso le gritaste? –carcajeo Sara.

- Si –reí junto a ella.

- Eso le pasa por hijo de puta, cariño. Es bueno que te des a respetar –se encogió de hombros.

Sabía exactamente porque lo decía, pero preferí no decir nada. Últimamente he pasado más tiempo con mi madre, y ha sido porque ella me lo ha pedido. Eso, en cierto punto me alegraba. Era raro quisiera pasa más tiempo conmigo.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora