CAPITULO XIV

2.4K 75 3
                                    

Comenzamos a desayunar, yo aun estaba cansada por todo lo que paso anoche. Casi no hablamos, y la verdad no tenía ganas de hacerlo. El parecía que tampoco, aun se veía molesto. 

Cuando terminamos, el tomo su plato y lo dejo en el fregador. Salió del comedor, era raro que me dejara sola a terminar de desayunar. Al igual lleve mi lleve mi plato al fregador y subí a mi habitación, quería dormir un poco.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

El sonido de mi teléfono me despertó, lo tome rápidamente un poco aturdida. Conteste sin fijarme de quien dé trataba.

- ¿Hola? –conteste somnolienta.

- Necesito de tus servicios, ahora –contesto Justin desde el otro lado de la línea.

- ¿Ahora, es enserio? 

- Mira, mandare a alguien por ti, te veo aquí –dio una pausa- Tu madre te ayudara a vestir adecuadamente. –dijo y colgó.

Maldita sea, era la 1:00 de la tarde, casi acababa de llegar a casa y tendría que irme de nuevo. ¿Qué coño iba a decir mi padre? Probablemente sospecharía aun más de lo que ya lo hace. Mentir era mi única salida. Este trabajo realmente me iba a traer demasiados problemas, pero a cambio, estaba la salud de mi padre. Me levante de la cama y tome algunas cosas de mi armario, seguramente no me servirían de nada, tome mi bolsa y salí de mi habitación.

- ¡Papá! –lo llame.

No recibí respuesta alguna, no estaba. Tome papel y pluma y le deje una nota:

“Papi, Sara me llamo para ir a comer. Como no te encontrabas, acepte. Nos veremos más tarde, te amo”

Escuche que un automóvil se detuvo, y alguien llamo a la puerta. Tímidamente me acerque y abrí.

- ¿____? –dijo el mal encarado hombre de traje. Asentí. - Venga conmigo.

Se dio la vuelta para abrirme la puerta trasera del auto. Caray, uno de sus asistentes tenia más modales que el señor Bieber. Cerré la casa con llave, camine al auto y entre. El se dio la vuelta para tomar el lugar del piloto, arranco.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Estás segura de que aun quieres hacer esto cariño? –dijo Sara, se veía temerosa. 

- Si mamá, tengo que hacerlo… -agache la mirada.

- No, no tienes que hacer…

No termino la palabra, cuando Justin entra a interrumpir. 

- ¿Estas lista? Ya te esperan –dijo molesto. Yo solo asentí.

¿Por qué era de esa manera? Anoche se veía radiante, y ahora parece que le hubiesen dado a tragar mierda. Salimos de la recamara de mi madre, mas bien, el cuarto donde prestaba sus servicios. Caminamos por el pasillo, la vergüenza me atacaba, traía puesta la lencería de Dita Von Teese que mi madre me dio. Seguramente mi cara parecía un tomate. Llegamos a otra habitación, el toco la puerta y un hombre le abrió casi de inmediato. Mi corazón comenzó a palpitar demasiado rápido y mi sangre se estancaba poco a poco. El hombre de aproximadamente 45 años sonrió, y abrió mas la puerta para que pudiera entrar, no sabía qué hacer, me quede paralizada. No sé si iba a poder hacer esto.

- Enseguida estará contigo Bill –le dijo alentadoramente Justin. El hombre se adelanto a entrar. – Ahora entra ahí –susurro molesto.

Pero no supe que decir, ni hacer, solo me quede ahí parada. Sin ningún comentario al respecto.

- Mira –me tomo fuerte del brazo, tan fuerte que me hizo pegar un grito ahogado – Sera mejor que entres ahí, ahora ¿entiendes?

Por fin entre a la realidad de nuevo, apreté los ojos para intentar no llorar. Y asentí, entre a la habitación, el se despidió de “Bill” y cerró la puerta. Yo estaba en medio de la recamara, sin moverme.

- Ven acá, la pasaremos bien –me miro lujuriosamente.

Di solo algunos pasos hacia él, pero él se apresuro a levantarse de la cama y m tomo entre sus brazos, comenzando a besarme y tocarme. Volví a apretar los ojos, pero esta vez una lágrima se escapo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

- ¿Cómo te sientes cariño? –pregunto Sara con preocupación.

- Asqueada –chille.

- Te dije que no hicieras esto mi amor, esto nos es lo que parece –me tomo entre sus brazos- Estas en buen momento de dejarlo…

- No, no puedo –solloce- Ahora me tengo que ir, nos veremos más tarde –me levante y salí de ahí.

Caminaba hasta la salida, cuando escuche que Justin grito mi nombre desde su oficina. ¿Ahora qué quiere? Camine hasta allá. Toque la puerta, solo escuche su “Entra” desde adentro. Pase.

- ¿Qué pasa? –bufe.

El se levanto de su asiento y camino hasta mí. Con su brazo rodeo mi cintura.

- ¿Te ibas a ir sin despedirte? –comenzó a besarme de una manera desesperada.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora