CAPITULO XVI

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- Maldita sea, me asustas –le di un golpecito en el pecho.

- Cálmate –me tomo entre sus brazos y comenzó a besarme- ¿me extrañaste?

¿Qué respondería a su pregunta? Si, extrañe tu caliente y ardiente cuerpo. No. Gracias al cielo tocaron la puerta de la habitación. Ambos dimos un salto del susto. Justin pasó la mano por el cabello, y yo reacomode mis prendas, abrió la puerta.

- ¿Justin? –escuche una voz femenina del otro lado.

- El habla –Justin mando una sonrisa coqueta- vamos a mi oficina.

Dijo y salió de la habitación, yo me asome por la orilla de la puerta. Era una chica rubia, tenia rizos, era alta. Los vi caminar tranquilamente por todo el pasillo, hasta que desaparecieron de mi vista. ¿Quién diablos era esa chica? Quizás era otra de sus víctimas, o tal vez trabajaría para él. Salí de la habitación, toda la noche no pude dejar de pensar en ello.

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Era Domingo, yo estaba tirada en mi cama. Estaba muy exhausta como para hacer algo más, mi padre estaba en la sala mirando la televisión. El teléfono de la casa comenzó a escucharse, no podía ser Justin. El solo me llama a mi móvil. Baje de la cama y corrí fuera de la habitación para alcanzarlo.

- Hola –conteste agitada.

- Esta tu padre cariño –chillo una vos femenina del otro lado.

- ¿Tía Emma? ¿Qué es lo que pasa? –dije asustada.

- Es Gary… tuvo un accidente… y… -arrastro las palabras- murió –se rompió en llanto.

Madre mía, mi padre se pondría muy mal. El era su único hermano, pasaban mucho tiempo juntos, el era como un segundo padre para mí. A pesar de que hace tiempo no convivíamos, tenia miles de recuerdos de mi niñez junto a él, recaería.

- No puede ser ¿Qué es lo que le paso? –lloriqueé.

- Un accidente automovilístico… cariño, quiero hablar con tu padre…

Con todo el dolor del mundo camine hasta la sala, traque en seco cuando quede frente a él. Estire la mano para entregarle el teléfono, el frunció el seño antes de contestar.

- Hola –contesto con el rostro serio.

Me di la vuelta y quite algunas lágrimas que caían por mis mejillas, no podía asimilar la noticia aun. Y lo peor, no quería ni imaginarme que se vendría, recuerdo cuando mi padre enfermo del riñón por primera vez, el tío Gary estuvo siempre con él, eran un dúo inseparable, y escuchar esta noticia lo destrozaría por completo. Supongo que más que cuando su “padre” murió, era un alcohólico, les hizo la vida un infierno. Por eso es que mi abuela se suicido al mes de haber concedido a su segundo hijo, mi padre. Para eso el tío Gary tenía un año cuando mucho. Siempre se tuvieron que cuidar el uno al otro, porque nadie más lo haría. Voltee cuando mi padre dejo de hablar. Su rostro estaba pálido, dejo el teléfono y subió a su habitación.

No pude evitar volver a caer en llanto, corrí por las escaleras y abrí la puerta de su recamara la cual había dejado sin seguro, estaba sentado en la orilla de la cama, con las manos en el rostro. Por primera vez vi a mi padre llorar, tome lugar a su lado y lo acurruque en mis brazos, pareciera que estuviera consolando a un niño que callo de su patineta y se dio un golpe. Se veía indefenso.

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Todos estábamos callados, solo se escuchaba el llanto de las personas a nuestro alrededor. El cielo parecía haber resentido la muerte de Gary, ya que estaba nublado y algunas gotas comenzaban a caer. Ver a mi tía Emma abalanzarse contra los hombre que se encargaban de colocar el ataúd de Gary en su lugar fue lo peor, totalmente me partió el corazón. Ellos en verdad se amaban.

Horas más tarde estábamos en la casa de la tía Emma. El reloj marcaba las 9:00 de la noche, me dolía tanto todo esto pero tenía que irme, seguramente el idiota de Justin no me permitiría tomarme el día. Tome mi bolso y camine cerca de Jonh.

- Tengo que irme ¿te quedaras aquí?

El solo asintió, se veía acabado, cansado, pero sobre todo horriblemente triste. Salí de la casa y me dirigí a la mansión. Llegue en tan solo 30 minutos, Paul me atendió en la puerta como siempre. Camine a la recamara de mi madre, la cual estaba vacía. Solo estaba la lencería junto a una pequeña nota:

“Cariño, tuve que salir. Mañana iré a visitar a tu padre, te amo”

Era raro escuchar que me dijera “te amo”, para mí era una palabra realmente fuerte, ni siquiera yo me sentía segura de decírsela, más que a mi padre. La tome y escondí por algún lado de mi bolso, tome la lencería y me la coloque. Maquille mi rostro un poco, mis ojos se veían un poco hinchados y mis mejillas rosadas. Muy mal. Cuando termine deje mis demás cosas en el closet de la recamara y salí de allí. Mi primera impresión fue ver a ese tipo, el segundo chico más caliente en este lugar. Estaba de nuevo aquí. Me traía los recuerdos de sus manos vagando por todo mi cuerpo. Me sonroje al pensarlo, camine lejos del pasillo, no me quitaba la vista de encima. Llegue hasta el jardín ¿Dónde carajo esta Justin? Cuando gire mi cabeza hacia su oficina lo vi, estaba besando a esa chica rubia, verlos a los dos juntos hizo que mi estomago se contrajera. Po Dios, qué coño me pasaba.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora