CAPITULO XXXIV

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- ¿Así que ya no trabajas para Justin Bieber? –pregunto Derek, mientras continuo bebiendo de su café.

- No –negué con la cabeza- Sabes, tengo que irme. Ya es tarde, y aun tengo que llegar a casa. Fue un gusto volverte a ver Derek –le sonreí mientras me levantaba de mi asiento.

- El gusto ha sido mío ___ ¿Crees que… podamos salir alguna vez? –pregunto tímido.

Como un chico tan apuesto como él podía ser tímido, digo, con respecto a aquel imbécil el cual estaba completamente de quién era y que era lo que merecía.

- Claro, llámame cuando quieras…

- ¿Mañana está bien?

¿Mañana? Tan pronto. No era que tuviera algo que hacer, pero, por ahora no me sentía preparada para salir con alguien, mucho menos con el bebé que venía en camino.

- Claro –dije de mala gana.

El me regalo una de las más dulces sonrisas, nos levantamos y él se dirigió a pagar. Cuando salimos del café me llevo hasta mi casa, por lo menos me hacía sentir un poco más segura después de lo que acababa de pasar hace algún rato.

- Aquí es –le dije mientras llegamos a la puerta de mi casa- Oye muchas gracias por lo que hiciste, enserio no se que hubiera hecho si no hubieses aparecido.

- No importa –froto su pulgar en mi mejilla- Bueno te dejo entrar, mañana te llamo –sonrió.

Yo solo asentí y le hice caso entrando, mi madre se encontraba en la sala, pude ver que estaba Paul. Les sonreí a ambos mientras me sentaba a su lado.

- Hola –me dijeron los dos al mismo tiempo, como si hubiesen estado de acuerdo.

- Hola –carcajee.

- ¿Cómo te fue querida? –pregunto Sara.

- Bien, saben me gustaría quedarme a hablar, pero estoy realmente cansada –dije levantándome de mi asiento.

Ellos asintieron, y me dieron las buenas noches, yo subí a mi habitación De costumbre, lave mi cara, me coloque mi pijama y entre a la cama. Antes de dormir, alcance mi móvil, tenía tres mensajes. Abrí cada uno de ellos:

“Pasa una linda noche, ten dulces sueños –Derek”

No pude evitar sonreír al ver su mensaje. De inmediato le conteste deseándole lo mismo. Seguí con los otros dos, los cuales provenían de un contacto desconocido.

“Desearía tanto estar contigo en estos momentos, pero bien sabes que no puedo”

 “No sé qué pretendes con hacerme esto, lo único que yo trato de hacer es olvidarte. Pero tu vuelves a aparecer.”

¿Qué? No puede ser, es Justin. Eso podría adivinarlo cualquiera, ya estaba cansada de sus jueguitos, no estaba dispuesta a seguir soportando sus estupideces. Así que decidí solo borrar los mensajes, lance el móvil por un lado y me eche a dormir.

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- ¿Así que irás a comer con tu ex? –Jane rio pícaramente.

- Si, pero solo es una comida Jane, no mal interpretes. –dije seria.

- Esta bien, pásala bien –me guiño un ojo y salió corriendo hacia donde estaban las demás chicas.

Yo al igual, tome mi bolso y me dirigí a la salida. Derek ya se encontraba ahí parado, con unos jeans y una camisa azul marino, lucia increíble, como siempre. Camine hasta el, mientras me sonreía.

- Hola –dije tímida.

- Hola –contesto mientras me veía de arriba abajo. Pude sentir mi sonrojo.

- ¿Nos vamos? –dije para que terminará de verme así.

- Claro –sonrió.

Abrió la puerta de su mercedes para mi, el dio la vuelta para tomar el lugar del piloto. Arranco. En todo el camino no dejo de preguntarme cosas como “¿Cómo te ha ido todo este tiempo?” o “¿Cómo le hiciste para superarme?”, su lado engreído comenzaba a asomarse. Claro, de una manera más sutil. Mientras reíamos de alguna tontería, comencé a sentir nauseas y una necesidad implacable de ir al baño. Creo que fue tan obvio que Derek logro percibirlo.

- Oye ¿Qué te pasa? –dijo preocupado.

- Necesito ir al baño –conteste cubriendo mi boca y respirando profundamente.

No sé como lo hizo, pero llegamos a un restaurante de comida mexicana, se detuvo y de inmediato salí disparada hacia el baño del lugar. Cuando salí Derek estaba fuera del baño, con su rostro invadido de angustia.

- ¿Qué paso? ¿Estás mejor? –dijo pasando una de sus menos por mi mejilla.

Asentí.

- ¿Estás segura? ¿Qué fue eso?

Bien, definitivamente tenía que contarle todo antes de que algo más se me viniera encima.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora