CAPITULO XXXVII

1.1K 75 12
                                    

- ¿Qué mierda? ¿Cómo es que se entero? –pregunto Jane exaltada.

- No tengo idea, pero si ella llegase a enterarse de que soy yo la que se acostaba con Justin, no sé que pasaría.

En verdad no podía tener peor suerte, Leah ahora estaba enterada de lo que paso entre Justin y yo. No tenía ni la más remota idea de cómo había sucedido. ¿Nos habrá visto alguna vez? No, porque entonces me hubiese hablado directamente. Sin preámbulos.

- Tienes que hablar con él –exhalo.

- ¿Qué? Yo no quiero verlo –fruncí el seño.

Ya hace dos meses me había alejado completamente de él, como para volver a tenerlo frente a mí. Y escuchar su voz o ver a sus labios pronunciar mi nombre.

- Entonces lo hare yo –se levanto del sillón- Ahora tengo que volver al trabajo.

- ¿Harías eso por mi Jane?... Digo, en verdad yo no tengo el valor –agache la mirada mientras me posicionaba a su lado.

- Eres mi amiga, haría eso y mucho más –beso mi frente- Nos vemos mañana preciosa.

Dijo mientras salía sonriendo de mi casa, Jane era una gran amiga. No tenia duda de ello, pero si ella se encontrase con Justin tal vez le daría una paliza por todo lo que me ha hecho pasar, aunque todo esto yo lo había permitido; tendría que hablar con ella antes de que hiciera algo. Solo para que tratara de controlarse, y no terminase partiéndole el trasero a aquel cabrón.

Camine a mi habitación, me di una ducha y me coloque un atuendo casual. No tenía intenciones de hacer algo interesante el día de hoy, Derek tal vez vendría hasta tarde. Así que tenía mucho tiempo libre, Sara había salido con Paul. Estaba a punto de encender el televisor cuando el timbre sonó, me dirigí a la puerta, cuando abrí lo primero que pude ver fue a Leah. Estaba echa un mar de lágrimas.

- ___ -se lanzo a mis brazos. Trague en seco.

- ¿Qué pasa Leah? –le pregunte temerosa a lo que me diría.

- Es Justin… el me engaño –chillo.

- Pasa, siéntate –tomo asiento en la sala. Yo me acomode a su lado- ¿Co… como paso? –arrastre las palabras.

- El me lo dijo, es tan sínico… Dijo que no quería lastimarme, pero que había tenido una amante estando comprometido conmigo. Días antes yo había encontrado varios mensajes, diciéndole a esa tipa “Desearía tanto estar contigo en estos momentos, pero bien sabes que no puedo”. Aparte las cosas no van bien desde que cerró su prostíbulo –sollozo.

- ¿Y porque lo cerro? –pregunte nerviosa.

- Yo le había dicho ya que lo cerrara, pero no lo hizo hasta que le llego la denuncia de quien sabe quien… Necesitas ayudarme a encontrar a esa tipa –me tomo de las manos- En verdad lo amo, y sé que él no es perfecto. Pero estoy dispuesta a correr el riesgo.

No podía soportarlo más, Leah había sido tan buena conmigo que se me hacia tan hipócrita seguirla engañando. Ella lo ama. Y está dispuesta a correr el riesgo por estar con él. Algo que yo no, yo simplemente trate de huir.

- Leah… -tome una profunda respiración- Soy yo.

Su rostro cambio totalmente, llenándose de ira. Su cara se torno a un color rojo.

- ¿Qué? ¿Esto es una broma verdad ___? –dijo incrédula.

- No, no lo es. Yo soy la que se acostó con Justin, mientras estaban comprometidos –susurre.

Ella no dijo nada durante algunos segundos, pareciera que estuviese pensando su argumento.

- No lo puedo creer, ahora entiendo todo. El día que te encontré en su prostíbulo no buscabas a una amiga, lo buscabas a él, pero espera, yo te había visto antes, la primera vez que fui a verlo ahí. –se detuvo para pensar- Ya veo porque no aceptaste que él hace tiempo te llevara a casa. ¿Cómo fui tan estúpida? Yo te di mi mano y tú me tomaste el pie. Eres… eres una puta –vocifero.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora