CAPITULO XXXI

1.3K 62 14
                                    

- ¡Tiene que hacer algo más! –le grite al médico.

- No podemos… lo siento. –Agacho la mirada.

Mi madre me envolvió en sus brazos.

- ¿Esta seguro? ¿No hay nada más que se pueda hacer? –dijo Sara en voz baja.

- ¡Ustedes dijeron que con el trasplante seria más que suficiente! –volví a levantar la voz.

Esto no podía ser cierto, algo mas se debía hacer por él.

“¿Por qué? ¿Por qué lo haces? Hija… no tienes que hacer esto… estaré bien…”

“No lo entiendes cariño… tú podrías gastar ese efectivo en algo más útil, esto…”

Las palabras de mi padre llegaron a mi mente en ese momento ¿por esto lo decía? No entendía, pero esto no me daba buena espina.

- ¿Puedo verlo? –espete.

- Esta en terapia intensiva, es imposible... Tal vez por la mañana…

- Y si de alguna forma mañana ya no pudiera verlo –solloce de tan solo pensarlo- Por favor, se lo ruego…

- No puedo… lo siento… -contesto fríamente. Se dio la vuelta y se fue.

No pude evitar llorar apenas dio la vuelta, me tire en el suelo y puse mi cabeza entre mis rodillas. Sentí los brazos de alguien pasar por mi hombro, pero no era Sara. Parecía ser un hombre, levante la cabeza para encontrarme con Paul. Me tome el atrevimiento de abrazarlo, el me correspondió.

- Va a estar bien –me separo de él y me dedico una sonrisa.

- En verdad espero que sea verdad –vi caminar a Sara hacia nosotros con un poco de café- ¿Cómo supiste que estaba aquí?

- Yo me encargue de traer a Sara…

Voltee a ver a mi madre, que estaba roja como tomate. Eso quería decir que…

- ¿Ustedes están saliendo? –observe a ambos. Ninguno dejo ni una sola palabra. –Bueno, aun así… Gracias Paul.

Cada uno se encontraba a un lado mío, a pesar de lo mal que me sentía ellos me daban mucha fuerza. Note que Paul se levanto para sacar algo de su bolsillo, y cuidadosamente me lo entrego de una manera sospechosa, como tratando de que mi madre no lo viese.

- Léelo afuera, por favor –susurro.

No entendía demasiado, era una pequeña carta. Le hice caso y me levante, me dirigí al baño, y ya que nadie estaba la abrí.

“ ____ una disculpa por no decirlo personalmente. Pero supongo que no es lo apropiado…

En primera quiero decirte que lamento mucho lo de tu padre, a pesar de que no tengo el placer de conocerlo a fondo. Espero se recupere.

Tal vez ahora mismo me consideras un estúpido, un cobarde, un patán… y tienes razón. Lo soy. Pero espero que te encuentres muy bien, te deseo lo mejor. Le pedí matrimonio a Leah y acepto, nos casaremos en siente meses. Sin duda estas invitada…

Con cariño

Justin Bieber “

Creo que esto no mejoro nada, me hizo sentirme peor. Mis lagrimas volvieron a caer por mis mejillas, acaso es estúpido. Le confesé mi amor y ahora quiere que asista a su boda. Lo único que hice fue romper aquel pedazo de papel, al diablo con ese imbécil. Es un completo descarado.

Salí del baño y camine furiosa hasta donde estaban Sara y Paul. Estuve a punto de gritarle si acaso solo vino a entregarme esta carta y hacerme destrozarme aun más, pero me controle. No quería hacer un escándalo. Me senté al lado de Sara y apoye mi cabeza en su hombro. Apreté los ojos para detener mi llanto, pero era inútil.

- Cálmate cariño –Sara levanto mi cara y con sus pulgares limpio mis lagrimas- Todo estará bien…

- No, no lo estará –chille.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Eran las siete de la mañana, no nos habíamos movido de ahí durante toda la noche. Me levante de mi asiento para dirigirme por un poco mas de café. Paul se levanto para acompañarme. Cuando nos alejamos lo suficiente de Sara me di el valor para hablar.

- ¿Tu sabias lo que decía la carta? –espete.

- No, a mí solo me dijo que te la entregara personalmente –dijo sin perder la vista hacia el frente.

- Es un estúpido –agache la mirada.

Salimos del hospital y caminamos a la cafetería que se encontraba enfrente. Paul se encargo de hacer el pedido, yo me quede fuera, respirando un poco de aire fresco. Daba profundas respiraciones con la mirada agachada. Hasta vi que alguien se detuvo frente  a mí. Levante mi rostro para encontrarme con él, con esos ojos marrones.

- Hola –me miraba desconcertado.

- ¿Qué haces aquí Justin? ¿Ahora que más quieres? Vienes a burlarte de mí y de mis desgracias –dije casi gritando.

- Claro que no, por Dios, solo quiero hablar contigo…

Paul salió de la cafetería justo a tiempo, trago en seco cuando vio a Justin ahí.

- Puedes dejarnos un segundo a solas –Paul volteo a verme. Justin lo fulmino con la mirada, y él se retiro de inmediato.

- ¿Qué es lo que quieres decirme? O vienes a entregarme la invitación a tu boda…

- Solo quería verte… -agacho la mirada.

- Bien ya me viste de la peor manera, ahora, adiós –estaba a punto de irme pero él me detuvo, me gire para verlo- Ya déjame en paz, por favor… no quiero verte…

El no dijo nada, solo sentí sus labios sobre los míos y en ese momento perdí el sentido, no supe que paso conmigo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Abrí los ojos, Justin, Paul y Sara estaban ahí.

- Cariño ¿Cómo estás? ¿Qué paso? –mi madre se abalanzo contra mí.

- No lo sé…

Justin se aclaro la garganta de una manera exagerada, Paul camino hacia Sara y salieron ambos de la habitación. Dejándonos solos, una vez más.

- ¿Estas embarazada? –la cara de Justin se torno molesta.

No podía ver mi expresión, pero sin duda lucia asombrada, horrorizada. En verdad acabo de escucharlo decirme que estoy embarazada.

"No estar a la altura"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora