Tiempo Al Tiempo

¿Sufrir por mi bien?

Primera semana de octubre, día cuatro para ser más exacta, año 1975. Fred estaba a mi lado hablándome de las cosas buenas y malas de la vida, podía escuchar el eco de su voz retumbando mis oídos, las lagrimas corrían por mis mejillas, casi podía partirme en mil pedazos en ese instante y no había nadie que me comprendiera; simplemente no existía esa "persona" que pudiera auxiliarme, excepto él, el muchacho de cabello dorado y ojos azules, al que ya consideraba el amor de mi vida.

Mi nombre es (inserta el tuyo), nací en Londres el 27 de agosto de 1959, mi madre era de una familia proveniente de Zanzíbar. La pobre mujer se había dejado embarazar de un Italiano, quien al enterarse de su preñez, la dejó abandonada a su suerte. No puedo contarles con exactitud lo mal que la pasó mi progenitora, pues mis padres de crianza decidieron no relatarme toda la historia y creo que me contaron solo esa parte, para que sintiera repudio por la tierra que vio nacer a la persona que me había engendrado.

Mi madre murió en el parto, nunca la conocí, no sé como era, no hay una sola foto que me permita llevar su imagen grabada en mi memoria. Fui criada por la familia Bulsara. Sí, resulta que mi madre biológica era hermana de Jer Bulsara, madre de Freddie y mi madre de crianza. Fred es mi hermano, mi apellido es Bulsara, Bomi (padre de Freddie) así lo quiso, yo era una niña huerfana así que ellos se apiadaron de mí y me acogieron en su seno.

Fred era el hermano más cariñoso del mundo, era de alma noble, generosa; él me amaba y yo a él, siempre supe que quería el bien para mí, pero a mí corta edad, no lograba entender por qué no me quería cerca de su amigo, por qué no me permitía ser feliz. Ok, Roger era algunos años mayor, ¿pero y qué? se supone que en cuestiones de amor, la edad no importa, o eso era lo que se rumoreaba.

Siempre me decían que para tener dieciseis años estaba muy adelantada a mi edad. Yo era alta, delgada, mi cintura era pequeña (mamá bulsara decía que parecía de muñeca), tenía el trasero grande y redondo, perfecto para lucir mis jeans acampanados y las mini faldas coquetas típicas de los 70s. Supongo que fue por mis muchas cualidades físicas que llamé la atención de un hombre mayor, uno que frecuentaba mi casa desde hace un largo tiempo. A Roger lo conocí por Fred, (obviamente) hace un par de años habían coincidido en la vida y decidieron formar una banda de rock junto a dos amigos más: Brian May y luego John Deacon. Ahora Roger era el culpable de la inundación en mis mejillas y del dolor en mi pecho por causa de un corazón roto.

Freddie me explicaba que toda relación futura con su amigo no daría frutos, pues a Roger le encantaba de todo, menos las relaciones serias, yo solo lo miraba con mis ojos empapados, mientras trataba de digerir lo que él me decía, lo miraba y al instante desviaba la mirada, sus palabras me entraban por un oído y me salían por el otro, la rabia contenida no me dejaba ver más allá de mis narices.

-Quiero estar sola, le dije
-Ok, pero si necesitas algo, aquí estaré.

Tomó mi barbilla, alzó mi cabeza y escuché claro y perfecto cuando me dijo: "ES POR TU BIEN, MÁS ADELANTE ME LO AGRADECERÁS". Él se marchó, el sonido de la puerta detrás de mi espalda así lo indicó.
Me dolía el estomago, el alma; me estaba quedando sin aliento, yo solo podía pensar en Roger, la lluvia a través de la ventana solo hacía más gris el panorama. Los días pasados habían sido perfectos, había tenido la gran experiencia de convivir e interactuar más con él y ahora Fred me arrebataba ese pequeño trozo de felicidad.