HERMANO MAYOR

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Los días póstumos a nuestra relación, se hacían eternos, las horas pasaban lentamente, permanecía todo el día encerrada en mi cuarto, pues no tenía permitido salir y la verdad no me atrevía a desafiar a Freddie en esos momentos, él había hecho un esfuerzo enorme al no reprocharme que me hubiese involucrado sentimentalmente con su mejor amigo, poniendo en riesgo el futuro de su banda y de su amistad.
Aún Fred no me había contado que había decidido con respecto a Roger y yo no me atrevía a preguntarle, así que me tocó esperar a que él mismo decidiera contarme.

Tenía tantas horas de ocio, que sentía que moría, me hacía falta Roger; sus besos, sus caricias, sus abrazos, su piel junto a mi piel... no tuve tiempo para decirle lo lindo que había sido despertar mirando su hermosa carita, siempre pensaba en los buenos momentos vividos junto a él, pero tampoco escapaba de mi mente el hecho de que había una mujer embarazada esperándolo en su casa, pensé que si había sido capaz de esconderme semejante secreto, también era capaz de engañarme con otras chicas, ¡ay cómo me atormentaba pensar en eso! pero era inevitable, muchas veces ya me habían advertido lo mucho que las chicas lo perseguían, así que no era tan absurdo que me engañara.

Mis pensamientos fueron interrumpidos, cuando sentí el ruido de la puerta abriéndose, giré mi cabeza para ver de quien se trataba. Era Fred.

-Hola querida, he venido a visitarte. Mary te manda saludos-

-Hola, hermano dientón, qué se te ofrece-

Freddie se sentó a un lado de mi cama y me miró fijamente:

-Eres tan linda, cualquier hombre se volvería loco por ti. Te veo, y te veo, y te veo, y cada vez entiendo más a Roger. Hemos hablado con él, decidí que por el bien de Queen, lo mejor es que se quede, al principio no quería aceptar, tardó días en acceder, hasta que al fin Brian y John lograron convencerlo, tal vez aceptó por las mismas razones que yo; lo tendré solo por compañero, pero ya no más como amigo, lo que hizo fue desleal, seducir a mi hermanita para llevársela a la cama, eso nunca se lo voy a perdonar-

-No hermano, las cosas tampoco fueron así, los dos tenemos la misma culpa, yo estoy enamorada de él desde que tengo uso de razón, y él se fijó en mí por mis actitudes, aparte de que nunca he aparentando la edad que en verdad tengo, ¡Mirame!  Roger nunca me obligó a hacer nada, él fue paciente conmigo, hasta  pidió muchas veces hablar contigo y con nuestros padres, pero yo nunca acepté. El día que nos descubriste; ese día estábamos planeando hablar con todos para ya no estar más escondidos, porque él pensaba en mí y en mi reputación- Le contesté en tono severo a mi hermano.

Freddie me quedó mirando y luego apartó la mirada, para fijarla en mí nuevamente al cabo de unos segundos.

-Roger ha estado más tiempo conmigo, que contigo, he visto como las chicas entran y salen de su habitación en las giras, tal vez te ame, pero no tanto como para dejar su vida de Don Juan, por eso muchas veces te advertí que tuvieras cuidado con él y no me hiciste caso, lastima que Paul me advirtiera de ustedes cuando ya era demasiado tarde. Se que te duelen mis palabras, pero es la verdad-

Y si, Fred tenía razón, me estaba clavando mil cuchillos en todo el cuerpo con cada palabra pronunciada.

-Entonces fue Paul, nunca lo dudé- le dije, en todo de burla.

- Si, ha sido él, porque Mary no fue capaz- Me respondió

-Hermano, Mary no ha hecho nada malo... - Freddie me interrumpió para decirme que ese asunto con Mary ya estaba arreglado y que no le apetecía hablar de eso. Faltaban pocos días para irme a estudiar a EEUU, así que el resto de cosas  de las que hablamos, estaban relacionadas con eso. Aún no sabía cuánto esfuerzo hizo mi hermano para que en el colegio accedieran a darme el titulo así de fácil, y aunque si era cierto que tenía excelentes notas, estaba segura de que Freddie había aportado una cifra considera de dinero para que me pudieran retirar rápido y sin problemas.

Cuando Fred se marchó, volví a quedar sola para ahogarme nuevamente en mis pensamientos, mis sospechas eran ciertas, Roger no solo me engañaba con Dominique, también me engañaba con otras chicas. Qué triste era saber que mientras me hablaba de amor y de una vida juntos, en su lecho habían extrañas a las que quizá, también les decía lo mismo. Ahora ya quería irme; alejarme, ya no sentía mi partida como castigo, sino como alivio, Freddie era un gran hermano, él quería lo mejor para mí, así que esta vez no pensaba defraudarlo.

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