MI NUEVA AMIGA

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El año pasado, Queen había tenido éxito con Seves Seas Of Rhye y este año (1974) se estaban preparando para lanzar Killer Queen, una canción en la que ya venían trabajando, aunque Fred ya estaba pensando en un pez más gordo para 1975.

Ese año, fueron pocas las veces en las que vi a Roger a solas, podía contarlas con los de dedos de una sola mano. De todas formas, él estaba tan concentrado en la banda junto a Fred, John y Brian, que hasta parecía que el mundo se les había olvidado por completo.

Las veces en las que pude verlo, escapaba con la excusa de ir a casa de Ángeles a visitarla a ella y de paso a Chris, ó escapaba de la escuela, ó la vez que salí a comprar pan y resultó que mi persona favorita me estaba esperando en su auto para besarme como tanto me gustaba.

Esa vez, en su auto, yo estaba encima suyo y pude sentir su enorme protuberancia creciendo en su pantalón, así que tuve que parar la situación, aún no estaba lista y de haberlo estado, no hubiese querido que mi primera vez fuese en el asiento trasero de un auto. Roger lo comprendió, pero pude notar que sus ojos ardían y su corazón latía tan fuerte, que me hubiese tomado ahí mismo de no haber intervenido a tiempo. Estuve complacida porque pudo entender que no estaba preparada, no me forzó a hacer nada que yo no quisiera.

A la que si vi, más de lo que hubiese querido, fue a Mary. Después de ese día en la playa, había estado muy pendiente de mí, ella ya era una mujer hecha y derecha, sabía el triple de las cosas que yo, así que se sintió con todo el derecho de aconsejarme y de advertirme sobre lo bueno y lo malo de la vida. No paró de mencionar en ningún momento que Roger era demasiado mayor, que Fred nos mataría si se entereba, que Queen estaba ascendiendo y que temía por mí y también por ella, porque la fama traía demasiadas cosas juntas y por "cosas" se refería al sexo casual, al alcohol, y por qué no, a las drogas.

Traté de tranquilizar a Mary contándole lo paciente que Roger era conmigo; de como me trataba, así que ella comprendió que si un chico como ese, que vive rodeado de tantas mujeres, se portaba de esa manera con una chica, era porque de verdad la quería.

-¡Entonces de verdad si le gustas! me dijo.

Y sí, estaba segura de que si me quería, a veces sentía que no era necesario el tacto, ni el roce, porque cuando esos ojos azules me miraban, podía sentir que eramos el uno para el otro y que no nos importaba absolutamente nada.

Tiempo Al TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora