— Su noble corazón, se llenaba de amor y orgullo al recordar el último momento en que vio a su hijo. Hubiese dado lo que fuera por verlo convertirse en un caballero. Tenía la esperanza de que el lo encontrase y lo sacase de su sufrimiento, así al menos tendrían una despedida. — la voz dramática del oscuro resonaba en la acogedora habitación, en sincronía con un rápido tecleo.
— sos bueno en esto — comento la eriza rubia que se encargaba de plasmar en formato digital las palabras del azabache.
— Gracias, pero no creo que sea así. — respondió apenado el oscuro que aún no se acostumbraba a componer historias literarias en conjunto con una chica.
— Si, es una gran historia. El padre es un caballero convertido en demonio y su hijo quiere descubrir que sucedió con el. Es brillante, Shadow. — adulaba la eriza girando con dificultad la silla de ruedas a la que estaba confinada.
— Gracias Bebe. Pero prefiero mucho más lo que vos escribís. — río levemente por los halagos de la rubia y no pudo esconder el sonroje.
— Lo mío es romántico y erotico, no es tan atractivo como tus escritos de fantasía — declaró mirando fijamente los ojos encendidos del azabache.
— insisto. La trama de tus historias son espectaculares y complejas y terriblemente tristes — dijo ahora chistoso, sentándose en la cama de la eriza.
— pero esta dirigido a gente con la mitad funcional de las neuronas. Aquí no hay mucha gente así — los aires de superioridad intelectual que rodeaban a la chica, eran cautivadores para Shadow.
— perdón, me gustaría ser más inteligente — exclamó burlón tratando de calmar sus ganas de hacer un chiste con un humor tan negro como su alma... O pelaje.
— tu cerebro es funcional, lastima que no puedo decir lo mismo de las personas que te rodean.... Como esa estúpida gata — mascullo lo último con resentimiento. Haciendo reír a su invitado.
— a ella le caes bien. Gracias a vos tengo mucho más tiempo ya que me va excelente con casi todas las materias — el orgullo era evidente en el habla del oscuro. Y la sonrisa forzada que había plasmada en el rostro de la chica, también era muy evidente. — Pero tranquila, últimamente estoy sintiendo que hay cosas más importantes que merecen mi atención... Alguien... para ser más especifico — la indirecta fue tal que Maria se le quedó mirando con desilusión pensando que nuevamente era otra chica para la colección de su amigo.
— Ahh... Bueno, suerte con ella. Espero que tengas mejor gusto del que tuviste con esa gata retardada — dijo retomando su sonrisa forzada.
El oscuro solto una risita — Si, lo tuve. La inteligencia de esta chica es inigualable. Su pensamiento es único al igual que ella — conectó su mirada con la de Maria, esperando que su comentario surtiera efecto.
— espero que no sea Sally, esa chica es el diablo personificado — Shadow no podía estas más frustrado en ese momento. Se canso del juego de las indirectas, mando un mensaje fuerte y claro.
— No.... De hecho sos vos, Maria... —dijo con frialdad levantándose de su lugar para quedar ubicado frente a la chica que lo miraba desde abajo, sentada en su silla.
Maria no supo que decir en ese momento. Ya había tenido una relación con el oscuro y no había salido muy bien, sus inseguridades sumadas a la presión sentimental que había sobre Shadow desembocaron en la ruptura de los erizos pero su amistad continuo fuerte como siempre... Y aun quedaban algunos retazos de amor desperdigados por ahí.
— Shadow... No quiero intentarlo de nuevo, es cierto que me gustas... Pero definitivamente no soy tu mejor opción. — hablo con firmeza, pero bajando la mirada por sí acaso su actitud flaqueaba y algunas lágrimas salían.