El origen de esta leyenda es diverso: se escucha en los , pero también en y hasta en España.
Cuenta esta leyenda que en una comunidad cuyo nombre no trasciende, las personas que se dedican a la magia negra y son enterradas en una zona apartada del cementerio. De acuerdo a los estipulado en la leyenda de Halloween, en cuanto al rol de que posee Jack el del Farol o Jack O'Lantern, la noche del 31 de Octubre los espíritus de los brujos regresan de la tumba y vagan por la localidad. Esa noche se recomienda no salir de casa. Sin embargo, lo más que pueden hacer esos espectros es darnos un susto mayúsculo, pero ya no poseen los poderes que en vida habían facilitado la adquisición de bienes y fortuna y habían hecho la vida imposible a sus enemigos. Resignados a no ser más que que cabizbajos rumian su desventura, su único esfuerzo es provocar fenómenos paranormales en las cercanías, aunque quienes viven en los sitios que poseen un cementerio de brujas están avisados y no se inmutan ante ruidos extraños, velas que se prenden y apagan, puertas que se cierran y abren y toda la variada y colorida gama de los fenómenos poltergeist.