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Mientras Kirishima volvía a caer en las lágrimas, Bakugo intentaba procesar la información recibida. Katashi siempre le había elogiado por su buen rendimiento y tenían una fuerte conexión, le parecía un hombre sensato y maduro, pero lo que más rabia le daba es que le apreciaba. ¿Qué pensaría de él si se enterase de todo? ¿Empezaría a odiarle?

Escalofríos recorrían la espalda de Katsuki con solo pensarlo.

—Es todo mi culpa, lo siento muchísimo... —se lamentaba Eijiro—. Debería haberles dicho antes a mis padres todo esto, o debería haber parado de salir... También lo siento por no haberles dicho antes que era gay, les he fallado, Bakugo... —lloraba.

Al escuchar todas esas confesiones, Bakugo podía escuchar cómo se le rompía el corazón en pedazos.

—Joder, Kirishima... —contestó Bakugo mientras colocaba ambas manos a los lados de la cara de Eijiro, obligándole a mirarlo—. No es tu culpa, no quiero escucharte lamentándote más. Ha pasado y ya está, ¿me escuchas? —finalizó mientras le acariciaba suavemente las mejillas. Sus palabras eran firmes pero no bruscas.

Los dos disfrutaron por primera vez un momento de paz juntos. Kirishima lentamente paró de llorar, dejándose llevar por las caricias. Agradeció a Bakugo desde lo más profundo de su ser por estar allí con él. De verdad lo necesitaba. Pero, por desgracia, su paz no duró demasiado.

Al parecer, Katashi no se enteró de la relación de ambos de la manera en la que ellos hubiesen preferido.

—No, no, no... —empezó a decir nada mas entrar de un golpe brusco. Katsuki se separó del pelirrojo casi por impulso— ¿No acordamos en que no iba a haber más secretos, Eijiro...? ¡¿No acordamos eso, joder?! —gritó acercándose cada vez más a ellos.

—¡Papá! —le llamó su hijo con miedo—. ¡De verdad que tenía pensado decirlo...! ¡Pero tenía que pensar en cómo hacerlo, es difícil...!

—Tranquilo, no hace falta que lo pienses más —le silenció de mala gana—. Ya me he enterado de todo. ¿O es que hay algo más que tienes oculto? ¡¿De verdad piensas que esto es normal?! ¡¿Cómo has llegado a esto, Eijiro?! ¡¿Me explicas por qué estás saliendo con otro hombre?! ¡De verdad que no puedo comprenderlo!

Escuchando todas las declaraciones de Katashi, Bakugo no pudo contenerse más. Se colocó en medio de ambos, mirando desafiantemente al mayor.

—No es algo que haya elegido él, ¿sabe? —comenzó a hablar—. Esto sí que es absurdo. ¿De verdad va a hablarle así a su hijo solo por ser gay? Esto es penoso. USTED es penoso —recalcó—. Ni Eijiro va a parar de ser gay ni yo tampoco. Nunca lo vas a cambiar.

El pelirrojo se encontraba en shock. No sabía cómo reaccionar a aquello. Y al parecer, su padre menos. Aunque a Bakugo le costase admitirlo, luego de convivir tantos meses con la familia Kirishima, le dolió hablarle así al mayor. Pero a él también le dolía escuchar palabras así de parte del chico, aunque la ira le cegó. Después segundos de silencio, Katashi empezó a hablar.

—Nunca me habría esperado esto de ti, Bakugo —dijo mientras le miraba con desprecio—. Sal de la habitación antes de que esto pase a mayores. No quiero verte nunca más, a ser posible.

—Me niego a salir antes de oír cómo le pides perdón a tu hijo después de haberle dicho todo eso —amenazó como respuesta.

—Sal antes de que llame a seguridad, Bakugo.

Momentos de verdadera tensión se vivían en la sala, pero ninguno de los dos daba su brazo a torcer.

—Pídele perdón —repitió una vez más el rubio.

—Bakugo, FUERA.

Al escuchar el tono de su padre, Eijiro agarró sutilmente a Katsuki del brazo. Él se giró para ver los ojos del pelirrojo.

—Hazle caso, Bakugo... —le susurró—. Yo hablaré con él... de verdad que podré hacerlo —aseguró con una seguridad que no sentía.

A pesar de la personalidad del rubio, al ver la súplica de su novio no vio otra salida que no fuera pisar su orgullo y salir por la puerta. Le dedicó una mirada de odio a Katashi antes de bajar la cabeza y salir de la sala bruscamente, dejando solos a ambos hombres. Bajó las escaleras del hospital hasta la calle lleno de rabia, con furia. Un hombre le dio un papel de propaganda nada mas salir de éste, pero lo explotó con su quirk antes de siquiera leerlo. Algo más alejado del mundo, el chico se sintió más débil que nunca, pensando en que le podría haber seguido plantando cara al padre del pelirrojo.

Lágrimas de frustración acabaron por cubrir su rostro.

~


Al llegar a casa, Bakugo subió las escaleras lo más rápido que pudo. Era totalmente de noche, seguramente su madre le mataría la mañana siguiente por llegar tan tarde, pero era lo que menos le importaba. Había dejado a Kirishima solo con ese monstruo. Quién sabe lo que las barbaridades que le estaría soltando en ese momento.

Llegó a su cuarto y lo primero que hizo fue tirarse sobre su cama. Necesitaba descansar. Estaba exhausto mentalmente. Pero parecía que aún no era momento de descanso. Alguien llamó a la puerta de su habitación.

—Katsuki, ¿dónde te habías metido...? —preguntó gentilmente Masaru, su padre, al abrir la puerta.

El rubio en un principio no pensaba en responder, pero su cabeza comenzó a maquinar. ¿Qué ganaba ocultándoles su relación con el pelirrojo? Al fin y al cabo, tarde o temprano iban a tener que luchar contra Katashi. A pesar de no estar del todo convencido, parte de su mente accedió a medias de contarlo.

—Siéntate, joder... —gruñó a la vez que él cambiaba su posición. Masaru obedeció sin rechistar—. Mira, yo salgo con alguien, ¿vale? Me importa una mierda lo que penséis sobre ese alguien, pero sus padres no.

—¿Quién es el chico? —preguntó el mayor con algo de sorpresa en sus palabras, aquella confesión le había pillado por sorpresa.

—¿Das por hecho que es un hombre? —contestó extrañado Katsuki.

—Oh, bueno, perdón, si lo prefieres me puedo callar y hacer como que no he dicho nada, si es que quieres... eh... ¿salir del armario...? —respondió arrepentido.

Aquello sacó al rubio completamente de sus casillas.

—¡No, joder! ¡Me da exactamente igual! ¡El caso es que la familia Kirishima es homófoba de cojones y me he peleado con el padre de mi novio por ello, ¿vale?! —gritó.

Que el amor florezca [KiriBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora