{Narras tú}
Mi despertador sonó, irritante, demasiado cerca de mi oído.
De nuevo a la rutina.
Con una ducha helada, me quité todo el mal sabor de la noche anterior.
¿Quién iba a creerlo? Sentía como si me hubieran aplastado un centenar de camiones.
« ¿Porqué creíste que habría algo más detrás de esa caballerosidad?» se quejaba y reprochaba mi interior. «Viste como él la observó. Es su esposa, está enamorado.»
Una vez que me puse mis jeans al cuerpo y una blusa suelta, me ocupé un poco de mi rostro. Diablos… tenía ojeras y mi piel parecía la de un muerto, genial.
Recurriendo a un método natural, apreté suavemente mis mejillas para que al menos se ruboricen un poco. Me apliqué rímel y brillo de labios.
Tomé mi bolso y con un “adiós” frío y apagado, me despedí de mis padres que estaban desayunando.
¿Por qué me siento tan… vacía? ¿Se supone que debo ignorar lo que sucedió anoche? ¿Ignorar el hecho de que ese beso significo algo para mí?
«Vaya progresos… al fin admites que algo te afecta, _________.»
Me bajé del autobús intentando mantener la mente en blanco. Era hora de hacer otra de las cosas que más me gustaban además de bailar.
«Lunes, ahí voy.»
{Narra Geoffrey}
-Rojas, hoy iremos a una exposición de arte- me avisó Zayn mientras bebía de la botella de jugo. -¿Porqué esa cara? ¿Becca te ha pedido el divorcio por segunda vez?- bromeó y lo fulminé con la mirada. –De acuerdo, quizá no debí haber dicho eso. Pero, ¿qué te sucede?
-He tenido un fin de semana agotador.
-¿Has ido a Anacks?
Asentí y el sonrió divertido.
-No debería haber ido- me quejé mientras acomodaba mi corbata frente al espejo.
-¿No has conseguido tirarte a alguna perra?
Fruncí el ceño y decidí ir al grano.
-Ayer traje a una de las strippers a casa y me encontré con Becca.
-¡Diablos!- dijo Zayn asombrado pero conteniendo la risa- a la rubia estirada de tu futura ex esposa le debe haber dado un ataque.
-No es rubia, es castaña- le aclaré estúpidamente enojado. –Y sí créeme que se enfadó.
-¿Qué sucedió con la stripper?
-__________, ella… se fue.
-Un momento,… ¿__________? ¿La morena de ojos grises?- preguntó mi amigo y socio, estupefacto. Asentí. -¿Cómo demonios has conseguido traerla hasta aquí? Diablos, Geoffrey, en Anacks, ________ es como el pez gordo.
-¿A qué te refieres?- le pregunté tomando el bolso con mi cámara. ¿Pez gordo?
-Nadie consigue más que un baile y una billetera vacía con ella. Debo admitirlo, ese trasero…
-Zayn- casi gruñí. De alguna manera me molestaba que él también fuera consciente de lo dotada que estaba _________.
-Bien bien. Pero no entiendo qué coño has hecho para traértela hasta aquí. Se que eres encantador, pero no creo que tanto… -me dijo soltando una risita.
-Yo estaba algo ebrio y le pedí que me trajera hasta aquí en mi auto- expliqué.
-Vaya vaya… ¿quién lo diría? Geoffrey Rojas usando técnicas de “cómo-llevar-a-una-mujer-a-la-cama”- dijo teatralmente.
-Ahórrate el chiste- repliqué crudamente. –No estoy de humor, vayamos a trabajar de una buena vez.
-Sí que te ha dejado frustrado- continuó él, divertido.
-¡Zayn!
-Bueno, dejaré de hacer bromas, pero solo dime… ¿qué te ha molestado más? ¿Qué Becca se haya ido enojada, o que no hayas conseguido nada con ___________?
-No responderé a eso.
-No lo hagas, ya conozco la respuesta campeón- me dijo Zayn con una sonrisita autosuficiente.
Y por más que no lo aceptara, Zayn tenía razón, la respuesta era más que obvia.