Capítulo 25

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Cerré mi computadora y tome mi mochila, Agus acababa de llegar, me puse mi suéter y baje las escaleras, me despedí de mi familia y salí corriendo. Entre al auto y salude a Agus con un beso en la mejilla

– Hey – Me miro sonriendo – ¿Y eso?

– Estoy feliz – Dije abrochándome el cinturón de seguridad

– ¿Y se puede saber por qué?

– Porque hoy seguiremos con nuestras lecciones

– ¿Hoy?

– Si

– Pero vamos a ir a la pijamada – Parecía confundido – ¿Estás segura de que es una buena idea?

– Si – Lo mire divertida

– ¿Incluye poesía?

Sonreí recordado lo que había pasado la última vez, quizá esa no había sido una buena idea

– No – Parecía aliviado con mi respuesta – Incluye algo mejor

– ¿Besos? – Lo mire sonrojada

– No, es mucho mejor

– Carolina Kopelioff – Detuvo el auto en un semáforo en rojo y me miro seriamente – ¿Me estás haciendo una propuesta indecorosa?

Mis mejillas se sonrojaron ante su pregunta, él solo sonrió, odiaba cuando hacia esta clase de comentarios evidenciándome. Golpee su hombro para que dejara de reírse de mí, él solo continuo conduciendo cuando el semáforo cambio de color

– No me incluye a mí

– ¿A no?

– No – Mire hacia la ventana – Te incluye a ti y a... – Sentí su mirada en mi – Valentina

La última vez que estuvimos solos fue muy... intensa, sentí cosas que se supone no debería sentir, al parecer me estaba involucrando demasiado en esta mentira y no quería que fuera así, no quería salir lastimada cuando él y Valu comenzaran algo, no quería sentir celos de mi mejor amiga cada vez que los viera juntos, así que debía frenar esto

– Hoy habrá una lluvia de estrellas – Lo mire de reojo – Y pensé, que quizá podrías verla con ella

– ¿Y tú?

– Fingiré estar dormida

– ¿Crees que acepte?

– Eso depende de ti – Lo mire con una leve sonrisa – Debes actuar rápido

– ¿A qué te refieres?

– Usualmente en las pijamadas las personas suelen dormir tarde – Tome mi celular y busque el horario de la lluvia de estrellas – Se supone que la mejor hora para poder verla es antes del amanecer, así que apenas nos vayamos a dormir debes seguirla

– ¿Qué? – Pregunto con una sonrisa

– Debes acercarte a ella cuando yo me haya ido, has que parezca casual y deja pasar un tiempo para que no se vea muy obvio – Parecía confundido – Cuéntale sobre la lluvia de estrellas y pídele que te acompañe a verla

– ¿Y esa es tu lección de hoy?

– Si – Sonreí – Y espero que no la arruines porque esta vez no habrá ensayos

– Me gustan los ensayos

– Ver una lluvia de estrellas es una idea muy romántica – Mire al frente – Aprovecha esta oportunidad porque la próxima será dentro de ocho meses

Mil tormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora