Llegue algo tarde a la plaza donde Agus me había citado, no tenía ni idea de que era lo que le iba a decir, hace unos días le había prometido a Male que terminaría con esto y ahora estaba de nuevo metida hasta el fondo en esta mentira, ¿por qué tenía que ser tan complicado? Ojalá no lo hubiera besado, la próxima vez debía ser más fuerte
El viento soplo con fuerza, el cielo estaba nublado y parecía que en cualquier momento iba a llover, sino hubiese sido importante hablar con él me hubiese quedado en casa. Metí mis manos en los bolsillos de mi suéter intentando calentarlas, el invierno estaba a punto de terminar. Caminé hacia una de las cafeterías que había alrededor de la plaza y entonces lo vi
Agus tenía la nariz roja por el frio y miraba en todas las direcciones esperando encontrarme, supongo. Camine directo hacia él, entre más pronto iniciáramos con esto más pronto terminaríamos
– Hola – Sonrió – Lamento haberte hecho salir con este clima
– Sí, bueno. Podría ser peor, al menos no llueve
– Sí – Parecía nervioso – ¿Quieres tomar algo?
– En realidad – No sabía cómo abordar el tema – Me gustaría que hablemos de... nosotros
– Sí, claro
– Creo que lo que paso hace rato fue... – Increíble – Innecesario – Frunció el ceño – Valu comienza a enamorarse de ti, así que...
– Es mentira – Lo miré confundida – Te mentí
– ¿Qué?
– Sé que fue algo estúpido, pero estaba molesto – Ahora yo estaba molesta – Así que lo único que se me ocurrió fue decirte que ella me quería
– No lo entiendo – Desvié mi mirada hacia el aparador – ¿Por qué harías algo así?
– Porque soy un idiota – Sonrió – No quiero que estemos así – Se acercó y tomo mi mano – Odio que te alejes cada vez que me ves
– Yo no...
Aleje mi mano de la suya, no podía ceder
– Lo siento, pero no puedo seguir
Sino lo detenía ahora, quizá no tendría el valor de hacerlo después. Agus me miro con tristeza y sentí que mi voluntad se debilitaba
– ¿Podrías sólo darme una oportunidad para solucionarlo? – Insistió – Sé que podemos volver a ser lo de antes, sólo déjame intentarlo
Volvió a acercarse y acaricio mi mejilla con ternura, ojalá pudiéramos volver atrás, a ese tiempo donde verlo no dolía, ese tiempo cuando escuchar su nombre no causaba ningún efecto en mí, ese tiempo donde solo éramos amigos, donde el corazón no se había implicado. Ojalá pudiéramos hacerlo
Agus comenzó a acercarse a mí y mi pulso se aceleró, desvié mi mirada, odiaba que lo hiciera, estaba segura de que sabía el efecto que tenía sobre mí y por eso lo usaba cuando intentaba convencerme de hacer algo estúpido, como volver con él, pero lo que más odiaba era que a pesar de saberlo no hacía nada por detenerlo
Cuando él estaba cerca mi cerebro dejaba de funcionar y mi corazón tomaba el control, como en estos momentos, sabía que debía alejarme, crear distancia entre nosotros me ayudaría a pensar mejor, pero mis pies se rehusaban a obedecerme dejándome a su merced. Agus sonrió y continuo su camino hacia mis labios
– Por favor – Susurro – Déjame intentarlo solo esta vez
Tomo mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo. Todo esto estaba mal, pero cuando me miraba así desearía poder enviar todo al cuerno y dejarme llevar, solo una vez, permitirle a mi corazón hacer lo que sentía sin dudas ni arrepentimientos, simplemente dejar que me guiara a través de un camino incierto donde quizá terminaría hundiéndome en el abismo o tal vez encontraría aquello que todos soñábamos tener. Cerré los ojos dispuesta a arriesgarme, si Male me iba a odiar al menos debería valer la pena
Una gota de agua fría callo en mi mejilla haciéndome volver a la realidad, me aleje de Agus mirando hacia el cielo, el viento soplaba con fuerza y la lluvia había comenzado arruinando el momento. Agus tomo mi mano y me apoyo contra el marco de una de las puertas que estaban cerradas, si la lluvia se hacía más fuerte no nos serviría de nada, pero por ahora nos protegía contra ella
– Tu nariz esta roja – Dijo con una sonrisa burlándose de mi
– La tuya igual
Frunció el ceño y la toco con sus dedos. El clima era gélido y había olvidado mi bufanda, por suerte traje una sombrilla conmigo, la saque de mi bolso y me dispuse a abrirla, al menos no iba a mojarme de regreso a casa
– ¿Alguna vez has bailado bajo la lluvia? – Fruncí el ceño – Escuché que es muy romántico
E imprudente
Agus me tomo de la mano y nos puso bajo la lluvia, esto era algo tonto, con el frío que hacía de seguro terminaríamos enfermos. Me solté de su agarre y me dispuse a ponerme a salvo, pero él me retuvo tomándome de la cintura y acercándome a su cuerpo, sonrió ampliamente y comenzamos a movernos
Jamás habíamos bailado juntos, a excepción de la escena donde Nina y Gastón lo hacían en la fiesta de Ámbar, tomo mi mano y me hizo girar sin soltarme, pese al frío se sentía bien. Agus volvió a colocar su mano en mi cintura acortando la distancia entre nuestros cuerpos, miré hacia su rostro y lo vi sonriendo, parecía feliz y cuando algo te hace feliz no puede estar mal ¿no? Si él me hacía feliz entonces ¿por qué estaba mal?
Sabia la respuesta, pero quería disfrutar de este momento un poco más. Agus miro hacia abajo topándose con mi mirada, su sonrisa se hizo más grande y sin previo aviso nos hizo girar y girar en medio de los charcos que comenzaban a formarse, no me importo mojar mi ropa o mis zapatos, no me importo parecer una loca bailando bajo la lluvia o amanecer enferma al día siguiente, nada de eso me importo si con ello lograba mantener esa hermosa sonrisa en su rostro
Agus me quito la sombrilla y alejándose de mi la abrió, era algo tonto que después de haberse mojado bajo la lluvia ahora quisiera cubrirse
– ¿Quieres que te cubra? – Pregunto divertido, asentí en silencio – Entonces, tendrás que besarme
Lo mire confundida, ¿estaba intentando chantajearme?
– Es mí sombrilla – Cruce los brazos
– Sin beso no hay trato – Insistió alejándose un poco
Puse los ojos en blanco, esto era absurdo. Agus continúo burlándose de mi hasta que decidí atacarlo, me acerque a él corriendo intentando arrebatarle la sombrilla de las manos, pensé que el factor sorpresa me daría ventaja, pero él era rápido y me esquivo. Volví a acercarme a él, pero alzo la sombrilla manteniéndola fuera de mi alcance, odiaba ser más baja que él
Él volvió a correr, no iba a rendirme tan fácilmente, así que me dispuse a seguirlo y justo cuando estaba a punto de alcanzarlo una pisada en falso me hizo caer. Toque mi tobillo intentando hacer que el dolor disminuyera, mientras Agus corría preocupado hacia mí, intente ponerme de pie, pero el dolor era insoportable, esto era malo, sino podía caminar con mi tobillo lastimado no sé cómo haré para grabar, en definitiva, esto no le iba a agradar al director
Agus me dio la sombrilla y se agacho para que pudiera subir sobre su espalda. Tomé impulso y me subí, él coloco sus manos en mis piernas para sostenerme, coloque la sombrilla sobre nosotros para no mojarnos más y justo en esa posición me llevo al hospital más cercano para que pudieran curar mi tobillo
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Mil tormentas
FanfictionAgustín está confundido en medio de un amor platónico y la chica que lo hace sonreír, siente algo especial por ambas pero aún no logra descifrar qué es. ¿Será capaz de descubrirlo antes de que el amor de su vida se escape entre sus dedos? Para ella...