Capítulo 31

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Caro

– Hola – Dijo él asomándose por la puerta

– ¡Sebas! – Corrió Valu a su encuentro – Que sorpresa

– Estaba de paso y decidí hacerle una visita a las estrellas – Dijo entregándole una margarita amarilla

– Ay, qué lindo

Valu abrió la puerta para que pudiera entrar. Desde que el video salió en el canal de Lio no he hablado con él, no sé si es verdad lo que dijo o si sólo estaba bromeando, espero que sea la segunda opción ya que yo sólo lo veo como un amigo y no me gustaría hacerlo sentir mal

– Hola Caro – Me saludo ofreciéndome una margarita blanca – ¿Cómo estás?

– Bien – Sonreí y tome la flor – ¿Y tú? ¿Qué te trae por acá?

– También estoy bien, gracias por preguntar – Parecía nervioso – El productor me llamo y me pidió que participara en el último Open

Valu y yo intercambiamos miradas, yo no sabía nada de esto, pero por la sonrisa en el rostro de Valu podría decir que ella sí que lo sabía

– Me gustaría hablar contigo – Dijo mirándome – A solas

– Bien – Valu tomo sus cosas – Yo me marcho

Camino directo hacia la puerta sin siquiera preguntarme si necesitaba ayuda, no quería quedarme a solas con él. Valu salió del camerino y cerró la puerta dejándonos completamente solos, Sebas tomo asiento a mi lado

– De casualidad has escuchado de un vídeo – Cerré los ojos deseando no escuchar las siguientes palabras – Que Lio subió a su canal, donde yo...

– ¿Ya desayunaste? – Pregunte cambiando drásticamente de tema – Podríamos ir a la cafetería por algo de comer si tienes hambre – Me puse de pie dispuesta a salir huyendo

– Caro – Tomo mi mano – En verdad necesitamos hablar

– Podríamos hablar en la cafetería

– Lo viste

Mis manos estaban frías, y no podía verlo a los ojos, por supuesto que lo había visto, desde que salió y Anita nos hizo verlo. Él parecía apenado, así que sólo asentí en silencio, él me soltó y agacho la mirada, me sentí culpable por hacerlo sentir mal así que volví a tomar asiento a su lado

– Lamento que lo hayas visto – Se disculpó – No sabía que me estaban grabando, no quería que lo supieras así

– Hey, tranquilo – Acaricie su hombro – Está todo bien

– No, no lo está – Me miro triste – Lo que yo siento por ti es especial

Retire mi mano de su hombro

– Me gustas Caro – Desvié la mirada – Me gustaste desde que te conocí – No quería seguir escuchando – Caro...

Tomo mi mano y eso me hizo mirarlo

– Eres hermosa – Tomo un mechón de mi pelo entre sus dedos – Y me gustaría que me dieras una oportunidad

Comenzó a acercarse lentamente a mí con la intensión de besarme, así que coloque mis manos frente a mí para detenerlo. No quería hacerlo sentir mal pero tampoco podía hacer esto, él me miro triste entendiendo mi sutil rechazo

– Yo no sé qué decir – Admití – Eres un chico muy lindo, pero...

– Descuida – Sonrió sin ganas – Lo entiendo

Mil tormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora