Capítulo 65

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– Yo creo que te verías mejor con uno rosa – Dijo Anita mirándome de la cabeza a los pies

– Pues yo prefiero el verde – Insistió Valu

– Chicas, por favor paren – Intervino Male – Sólo la pondrán más nerviosa

– Estoy de acuerdo – Coincidió Chiara

– Será mejor que empecemos a maquillarte – Katu me tomo de la mano y me sentó frente al tocador

Hoy era nuestro segundo día en Córdoba, habíamos llegado ayer por la tarde y hoy daríamos nuestro primer concierto. El show era todo un éxito y las entradas estaban agotadas, pero no era eso lo que me tenía tan nerviosa, sino la visita a casa de los papás de Agus, él estaba muy emocionado por presentármelos así que antes del show comeríamos con su familia

Las chicas se habían ofrecido a ayudarme a arreglarme, yo no era muy buena con eso, pero ellas eran excelentes, Male me había ayudado con el peinado mientras Valu y Anita me ayudaban a elegir qué vestido ponerme, Katu y Chiara se encargarían de maquillarme, no sé qué haría sin ellas. No sabía si les iba a agradar y me aterraba la idea de estar frente a ellos

– ¿Estas nerviosa? – Me pregunto Chiara

– Si

– Tranquila – Valu se acercó a nosotras – Ellos son muy lindos, estoy segura de que van a amarte

– Si – Coincidió Anita – Cuando Mike y yo vinimos a visitar a Agus las vacaciones pasadas conocimos a su familia – Sonrió – Todos son muy agradables

– No estoy segura – Realmente no me sentía preparada para conocerlos – Tal vez podríamos posponerlo

– Ya llevan saliendo mucho tiempo – Dijo Male – Yo creo que es el momento justo para conocerlos

– Él ya conoció a tus padres – Insistió Valu – Así que tú debes conocer a los suyos. Te aseguro que ellos te amaran

Esta relación había comenzado como una mentira así que en teoría estábamos cerca de cumplir un año de noviazgo, aunque en realidad sólo llevábamos siete meses, no podía decirles la verdad por obvias razones, no quería que se enojaran con nosotros por mentirles. Supongo que conocer a sus padres no es tan malo como imagino, tal vez pueda agradarles

Las chicas terminaron de arreglarme justo a tiempo, Agus paso por mí y fuimos juntos a casa de sus padres. Mis manos estaban frías como el hielo y no paraba de pensar en todas las dificultades que podrían presentarse en esa comida, Agus en cambio parecía feliz, tenía una mano sobre el volante y con la otra sostenía la mía, nuestros dedos estaban entrelazados

Lo mire de reojo, estaba sonriendo tarareando una canción que sonaba en la radio mientras conducía. Durante el camino intente tranquilizarme un poco, si Agus pudo hacerlo yo también podría, me centre en el camino y deje de pensar en el destino, hemos superado muchos obstáculos en nuestra relación y estoy segura de que esto saldrá bien

Cuando llegamos a casa de sus padres Agus estaciono el auto y salió, recorrió el frente del auto y me ayudo a salir, su casa era hermosa, tenían un jardín en frente lleno de flores, parecía una casa acogedora. Agus tomo mi mano y la apretó, alce la vista y él sonrió

– Estas hermosa

– Gracias

Él me miro divertido y después de asegurarse de que nadie nos viera me tomo de las mejillas y me beso. Sentí como mi cuerpo correspondía a su beso aferrándome a su camisa, deje de preocuparme y solo disfrute del roce de sus labios con los míos, Agus sonrió y apoyo su frente con la mía mirándome a los ojos

– Entremos

Tomo mi mano de nuevo y se dispuso a entrar a su casa

– Espera – dije deteniéndolo

– ¿Qué pasa?

– ¿Y si no les agrado?

Él me miro incrédulo, quizá le suenen estúpidas mis inseguridades, pero para mí era importante causar una buena impresión. Agus me tomo por la cintura y beso mi frente

– Ellos te aman

– Ni siquiera me conocen

– Por supuesto que te conocen – Lo mire confundida – Yo les he hablado mucho de ti – Acaricio mi mejilla – Y te aseguro que te aman, es más – Sonrió divertido – Si prestas atención podrás verlos espiándonos desde la ventana

¿Espiándonos? Lo mire incrédulo y él solo sonrió señalando con la cabeza hacia la ventana, desvié la vista hacia ahí y los pude ver detrás de las cortinas observándonos, sonreí haciendo que él riera. Agus beso mi mejilla y ahora un poco más tranquila decidimos entrar a su casa. Los señores Bernasconi nos saludaron a penas entramos, Santi estaba a su lado sonriendo, él era el único al que conocía y era un alivio saber que también nos acompañaría a comer

– Mamá, papá – Dijo Agus – Ella es Carolina Kopelioff, mi novia

– Es un placer conocerte al fin – Dijo el señor Bernasconi abrazándome

– Agus nos ha hablado mucho sobre ti – Su mamá se unió al abrazo – Teníamos muchas ganas de conocerte

– Santi nos contó que te conoció cuando fue a Buenos Aires

– Así es – Sonreí saludando a Santi – Fue en el cumpleaños de Agus

– Me alegra que hayan venido a comer con nosotros

– Y a mí me alegra que al fin conozcan a mi novia – Agus me abrazo por la cintura

Parece que mis nervios fueron infundados ya que tal y como Valu me había dicho, los padres de Agus eran muy agradables y parece que les agrado. Tomamos asiento para que Agus pudiera ponerlos al día con todas las cosas que había pasado en su vida, Claudia nos hizo contarle con lujo de detalle cómo fue que nos hicimos novios y aunque tuvimos que suprimir algunos detalles, ella escucho la historia emocionada

Agus estaba feliz de poder estar junto a su familia, aunque sea por un corto tiempo, se comprometió a enseñarme todos los lugares más lindos de su pueblo después de comer, estaba emocionado porque lo acompañara a esos lugares que lo habían visto crecer y yo estaba emocionada por conocer cada uno de sus recuerdos de este lugar

Comimos todos juntos mientras me contaban toda clase de anécdotas de Agus, él parecía avergonzado de vez en cuando, pero sus padres parecían felices hablando sobre eso, incluso Santi nos contó algunos de los momentos más graciosos junto a su hermano que ni siquiera sus padres sabían. Me alegra no haberle pedido a Agus posponer este momento, su familia era como la mía, todos eran muy unidos y aunque no podían verse muy seguido esos lazos eran firmes e indestructibles

Tome la mano de Agus por debajo de la mesa, él me miro un poco sorprendido mientras yo sonreía, si cuando comenzamos este proyecto alguien me hubiese dicho que terminaría saliendo con Agustín Bernasconi no lo hubiese creído, él era mi amor platónico, el chico del cual me enamore sin darme cuenta y ahora lo tenía a mi lado sonriendo mientras comíamos con su familia


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