Capítulo 27

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Valu y yo entramos al camerino, desde hace algunas semanas lo compartimos, ella se había quedado conmigo porque en su camerino había tres personas y en el mío sólo estaba yo. Al entrar vimos un gran ramo de flores sobre la mesa, Valu corrió directo a ellas y tomo la tarjeta para leerla

– ¿Quién te envía flores? – Pregunte cerrando la puerta

– No son para mí – Me miro con una enorme sonrisa – Son para ti

Me acerque para poder leer la tarjeta, en el exterior decía mi nombre así que la abrí

Gracias por estar siempre

A.B.

Supongo que les fue bien anoche, sonreí sin ganas y Valu me abrazo emocionada

– Es muy romántico, él no era así – Me miro – Tú lo has cambiado

– ¿Yo?

– Sí – Insistió – Has hecho un milagro, sacando su lado cursi

– Todos tenemos un lado cursi

– Jamás te he visto en tu lado cursi – Frunció el ceño

– No es lo mío

– Supongo que Agus puede ser cursi por los dos

Puse los ojos en blanco y deje mi mochila en su lugar

– Cuando yo tenía novio – Dijo Valu captando mi atención – Era muy cursi, aunque no así – Señalo las flores

– ¿Entonces...? – Pregunte confundida

– Yo soy más de contacto físico – Me miro de forma pícara – No hay nadie que se resista a un buen beso, a unas suaves caricias – Sonrió – O incluso un buen striptease

– ¿Eso te parece romántico?

– Obvio – Dijo tomando asiento en el sillón – Me encantan ese tipo de demostraciones de afecto. Mi chico ideal debe ser bueno besando

Supongo que en ese aspecto Agus lleva ventaja. Al parecer Valu y yo éramos muy diferentes, tendré que dejar todas esas cosas de la lista de romanticismo ya que ninguna incluye contacto físico. Valu y yo nos apresuramos a arreglarnos para salir a grabar

Las grabaciones fueron rápidas y antes de la una ya estábamos libres, había planeados seguir con las lecciones de romanticismo para Agus, hoy le quería enseñar a preparar una cena romántica, sé que no es buen cocinero así que eso nos llevará algún tiempo, por suerte mis padres salieron fuera del país por una semana así que sólo estamos Nati y yo

Valu y yo continuamos acomodando nuestras cosas para marcharnos a casa entre risas, los fines de semana eran para descansar aunque con lo de la gira tendríamos que trabajar los sábados hasta terminar la temporada

– ¿Te gustaron mis flores? – Dijo Agus abrazándome por la espalda y recargando su rostro en mi hombro

– ¿Cómo entraste? – Pregunto Valu

– Por la puerta – Sonreí ante su comentario

– No te escuchamos

– Soy un ninja silencioso – Valu puso los ojos en blanco – Así que... ¿Te gustaron?

– Son muy lindas – Amo las flores – Gracias

Lo mire con una sonrisa, él parecía feliz

– Bueno – Dijo Valu interrumpiendo el momento – Creo que mejor me iré antes de que me de diabetes – Tomo su mochila y se dirigió hacia la puerta – Nos vemos el Lunes

Mil tormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora