Capítulo 58

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Aunque no estábamos ni siquiera a mediados de diciembre se nos ocurrió organizar una posada como forma de despedida para los chicos, cada uno de nosotros pasaría las vacaciones en diferentes lugares, Agus viajaría a Córdoba con su familia y yo también viajaría con la mía, por mucho que me hubiese gustado pasar las fiestas a su lado sé que ambos necesitamos pasar tiempo en familia y nada mejor que estas vacaciones para hacerlo

Hoy por la tarde habíamos grabado la última escena del año en Argentina, los chicos viajarían este fin de semana a México, por suerte para nosotros, las vacaciones habían comenzado. Rugge y Gastón se pusieron a encender la fogata, Lio, Anita y Chiara estaban acomodando las tiendas de campaña, hoy acamparíamos en un parque cerca de casa donde usualmente venía con mis amigos a ver las estrellas

Cande, Mike, Jorge y Agus se pusieron a preparar algo para cenar, mientras Valu, Male, Katu y yo nos encargábamos del resto, habíamos traído luces y las estábamos colgando de los árboles, también habíamos traído mantas y algunos juegos para divertirnos. Hubimos organizado un intercambio de regalos para el final de la noche, a mí me toco comprar un regalo para Gastón, no me había sido difícil ya que lo conozco de hace tiempo, sé que ama el mate así que decidí comprarle todo lo necesario para que pueda prepararlo

Busqué con la mirada a Agus y lo vi picando algunas verduras para la cena, tenía que comprarle un buen regalo de navidad, pero no se me ocurría nada bueno, debía haber dejado la guitarra para esta ocasión

– ¿Qué pasa? – Me pregunto Valu – ¿Por qué lo miras tanto?

– ¿Yo? – Desvié la mirada – Para nada

– No intentes disimular – Coincidió Male – Eres muy obvia

– ¿Volvieron a pelear? – Katu me miro preocupada

– No, no – sonreí – Es solo que... No sé qué debería regalarle para navidad

– Aún falta mucho para eso – Male Intento tranquilizarme

– Él pasara las fiestas con su familia

– ¿Cuándo se va? – Pregunto Katu

– El próximo fin de semana

– Yo creo que no deberías preocuparte tanto – Dijo Valu – Apuesto a que le gustara cualquier cosa que le regales

– Eso no me ayuda

– Él no se ve muy preocupado que digamos – Dijo Katu analizándolo a lo lejos

– Eso es porque él es bueno escogiendo regalos – Sonreí mirando mi muñeca – Me regalo esta pulsera – Dije mostrándoselas – Recitándome una cursi leyenda

– Aww – Male me abrazo – El hilo rojo

– Eso sí que es romántico – Katu se unió al abrazo

– Sí que es bueno – Valu miro la pulsera de cerca – Ahora entiendo tu preocupación

– Regálale ropa – Sugirió Katu – O un perfume

– ¿Una cena romántica? – Sonrió Male

Esa era una buena idea, él amaba la comida

– ¿Y si le haces un show privado? – Valu me miro de forma picara

Mis mejillas se sonrojaron ante la idea, esa en definitiva ni siquiera era una opción, yo jamás me atrevería a hacer algo así. Las tres se burlaron de mi haciendo bromas al respecto mientras yo intentaba que bajaran la voz, era vergonzosa hablar con ellas sobre esto, no quería ni imaginarme lo vergonzoso que sería si alguien más nos escuchaba, por suerte se calmaron cuando Gastón comenzó a ambientar el lugar con una canción

Mil tormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora