La casa de Kuroko es la típica casa familiar de un piso. Demasiado pequeña para una familia muy grande, pero perfecta para la pequeña familia de cinco que vive en ella. Las luces en las ventanas nos dicen que la familia completa está presente y la animada conversación que se puede oír desde dentro, me hace saber que la casa está llena de vida cuando subimos los escalones y llegamos frente a la puerta. Kuroko parece impasible mientras abre la puerta, como si fuese cosa de todos los días el traer a su pareja para presentar sus respetos a la familia.
Mis instintos, sin embargo, están pateándome por dejar ir al frente a Kuroko. Si bien es la casa de su familia, y es poco probable que lo hieran, no puedo evitar sentir que lo estoy enviando a un lugar peligroso y frente a mí, donde no podré defenderlo antes de que algo llegase a ocurrir.
Kuroko se abre paso por el vestíbulo hasta una sala de estar que parece estar repleta de gente. El olor de la comida es tan espeso, que siento mi boca hacerse agua ante el delicioso aroma, pero la cantidad de gente presente en el lugar es abrumadora. Lo suficiente como para hacer que mis ansias de comer pasen a segundo plano.
El lugar se queda en completo silencio cuando Kuroko da un paso al frente, conmigo justo en sus talones.
—Tetsuya, llegas tarde —, dice una mujer que solo puede ser su madre dado lo parecidas que son sus inexpresiones, empujando su silla hacia atrás antes de ponerse de pie —. ¿Quién es tu amigo?
Un hombre, tal vez su padre, levanta la nariz hacia el techo antes de voltearse a mirarme con ojos calculadores. El mismo color de ojos que los de Kuroko me miran fijamente, y yo no agacho la mirada ni me dejo intimidar.
La tensión parece aumentar mientras nos miramos por varios minutos, antes de que la misma mujer que habló con Kuroko se pare frente a él.
Instintivamente, estiro mi brazo hacia Kuroko y lo envuelvo alrededor de él, antes de tirarlo hacia mi pecho suavemente, dejando clara mi reclamación frente a toda su familia.
—Mamá —, dice Kuroko poniendo su mano sobre mi antebrazo —, él es Kagami Taiga-kun. Mi pareja enlazada.
Los ojos de todos los presentes están puestos en nosotros, y yo al fin alejo mi mirada de la del posible padre, para mirar a los demás. Puedo ver una pareja de ancianos, tal vez los abuelos, y un par de hombres de mediana edad.
—Un gusto en conocerlos —, digo tensamente. No estoy dispuesto a alejarme de Kuroko en ningún momento, y no permitiré que lo alejen de mí tampoco.
—¿Enlazados? —, dice el mismo hombre de antes —, ¿qué significa esto Tetsuya? Se suponía que solo ibas a pasar la noche en la casa de un amigo. ¿Cómo es que te enlazaste?
—Sí, papá —, dice Kuroko luciendo un poco incómodo —. Verás...
—Espera —, dice la madre, dando un paso hacia el lado y haciendo un gesto con la mano —, primero que nada, vamos a sentarnos en la mesa y comer algo antes de hablar como corresponde.
Asiento con mi cabeza y dejo ir a Kuroko, aunque no le permito alejarse mucho de mí antes de seguirlo. Puedo sentir los ojos de toda la familia sobre mí, haciendo que me tense y quiera usar mi voz para hacer que dejen de mirarme. Sin embargo, al parecer, el padre de Kuroko también es Alfa, y no quiero retarlo en su territorio, por lo que no me queda más que tragarme mi incomodidad.
—Así que —, dice la madre cuando estamos todos sentados a la mesa, con platos de comida frente a nosotros —, cuéntanos cómo fue que pasó.
Kuroko le da una mirada de "tú sabes cómo pasó", haciendo que una sonrisa pequeña aparezca en los labios de su madre y su rostro se sonroje ligeramente, haciendo que sea vea mucho más joven y hermosa de lo que parecía con anterioridad. Mi respiración se detiene en mis pulmones cuando puedo ver el parecido directo de esta mujer con Kuroko. No hay duda de que ella es su madre.
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KagaKuro - Futari De (Kiseki no Sedai: Daini no Sedai #1)
FanficKagami siente un olor dulce llenando su nariz, y estuvo muy sorprendido al descubrir que el dueño de ese aroma, es uno de sus mejores amigos. Y más sorprendido aún, al descubrir que le ha estado haciendo daño a Kuroko sin siquiera darse cuenta por u...