KagaKuro - Futari De (Kiseki no Sedai: Daini no Sedai #1)

十五

Cerramos la puerta de la oficina del director, luego de entregar los papeles que nos dieron en el registro civil para informar del cambio de nombre de Tetsuya y nuestro nuevo estado civil. Ahora Kagami Taiga y Kagami Tetsuya, oficialmente casados y enlazados.

—Supongo que hubiese estado más sorprendido si le hubiésemos dicho que jugaríamos profesionalmente en la NBA —, le digo a Kuroko luego de que el director permaneciera completamente inexpresivo al informarle de nuestra nueva condición.

—Probablemente se enteró por nuestros familiares —, dice Tetsuya tomando mi mano.

—Tal vez —, le digo mientras caminamos hacia nuestro salón de clases —. Y él les dará el aviso a los profesores, así que ahora solo tenemos que informarle de todo a la entrenadora y al capitán.

—Y a los senpai, y a nuestros amigos.

Asiento distraídamente con la cabeza. Aún no he comprado la prueba de embarazo, y aunque el doctor en el hospital dijo que tenía que hacerla dentro de unos días, tal vez podría hacerla ahora mismo y saldrían los resultados, ¿no es así?

—¿Sabes si en la enfermería hay pruebas de embarazo? —Susurro en voz baja para que solo Tetsuya pueda oírme. Él se ruboriza un poco y se oculta a mi espalda para que nadie pueda verlo, pero no suelta mi mano.

—Tal vez —, dice suavemente —, pero, aun así, deberíamos esperar algunos días antes de verificarlo.

—No creo que perdamos algo por al menos hacer una prueba hoy —. Aprieto su mano en la mía —. Estoy demasiado nervioso e impaciente para seguir esperando por unos días más.

Al llegar a la esquina, choco contra alguien y empujo sin querer a Tetsuya junto conmigo hacia atrás. La fuerza del impacto podría habernos enviado a ambos al suelo, pero con mis reflejos superiores, logro mantener el equilibrio e impedir que Tetsuya caiga también.

Levanto la mirada con el ceño fruncido, y los gritos están por salir de mis labios, hasta que me doy cuenta que la otra persona es el capitán.

—¡Kagami, Kuroko! Al fin los encuentro —, dice entre jadeos. Sus ojos se posan en nuestras manos unidas y levanta una de sus cejas antes de volver a mirarnos directamente —. ¿Hay algo que quieran hablar conmigo?

La pregunta del capitán suena como una acusación, pero la sonrisa en su rostro suaviza la sensación. Y me encuentro sonriendo y apretando una vez la mano de Tetsuya, atrayéndolo a mí un poco más.

—La verdad es que íbamos a hablar con los senpai después en la práctica.

Tetsuya asiente con la cabeza y puedo ver por el rabillo del ojo, una ligera sonrisa en sus labios.

—Bueno, me alegro de haberlos encontrado antes de eso entonces —. Dice el capitán enderezándose y hace una seña con su mano para que lo sigamos.

» Suspendimos el entrenamiento por hoy —, dice el capitán caminando hacia las escaleras —. Pero tendremos juntos el almuerzo en la azotea.

Tetsuya y yo subimos tras el capitán en silencio, y no puedo evitar darle miradas de reojo a Tetsuya todo el camino, pero parece tan confundido como lo estoy yo.

—¿Ocurrió algo? —Pregunta Tetsuya. Su paso parece un poco apresurado, y casi sin siquiera darme cuenta de lo que hago, ralentizo mis pasos para que él no tenga que correr. El capitán parece darse cuenta de que se está apresurando demasiado, y también ralentiza sus pasos para que caminemos a la misma velocidad.

—No que yo sepa —. Dice él —, pero ya saben que Riko no es muy conocida por ser fácil de entender.

El capitán sacude la cabeza un poco, y abre la puerta de la azotea y sale, dejando la puerta abierta para nosotros.

Salgo y miro a mi alrededor. Todos están aquí, y hay manteles en el piso donde están sentados. Casi parece un picnic y la comida se ve muy sabrosa. Parece ser casera.

—Espera, esto no lo habrá hecho la entrenadora, ¿o sí? —Le pregunto al capitán en un susurro.

—No —, susurra de vuelta —, Mitobe lo trajo de su casa, así que no hay riesgos.

—Kagami-kun, Kuroko-kun, vengan a sentarse —, dice la entrenadora palmeando el lugar a su lado con una gran sonrisa en su rostro.

Sorprendido, jalo de Tetsuya junto a mí, y me encamino hacia el lugar, poniendo un poco de distancia entre la entrenadora y él. No creo que ella fuese a hacerle daño o algo, pero el instinto protector me dice que es lo mejor por el momento. Su sonrisa parece algo demasiado efusiva para mi gusto.

Miro a mi alrededor, y veo a Koga-senpai hablando con Mitobe-senpai, mientras que Izuki-senpai habla con Furihata y Kawahara, mientras que Tsuchida-senpai habla sobre comida casera con Fukuda.

» Así que... —puedo ver una vena sobresalir de la frente de la entrenadora y sus articulaciones crujen antes de que sus manos empuñadas se empujen a cada lado de mi cabeza y comience a frotar con mucha fuerza mi cabeza —. El director me dijo esta mañana, cuando llegué, que Kuroko-kun va a dejar el equipo por lo que resta del año y tal vez también el próximo, y que ahora ustedes dos están casados y enlazados. ¿Qué significa esto?

El dolor hace que mis ojos lagrimeen, pero no intento pelear contra ella. Es una fuerza a tener en cuenta después de todo.

» Tú no te atreverás a dejarlo, ¿no es así, Kagami-kun? —. Dice, y luego de seguir así por unos momentos más, me suelta. Y, por algún motivo, ella no hace el menor intento de hacer lo mismo con Testuya.

—No está en mis planes por ahora —. Frente a mí hay una pequeña torre de comida que Tetsuya me trajo y acaricio su cabello antes de tomar los palillos y comenzar a comer —. No sé cómo serán las cosas más adelante, pero al menos por ahora, no planeo dejar el básquetbol.

—¡Eso espero! —Dice el capitán —. No podríamos hacer frente a la Generación de los Milagro si ustedes dos nos dejan. Si al menos Kiyoshi estuviera aquí...

De repente, el ambiente se pone un poco pesado y todos dejan de hacer lo que estaban haciendo, mientras se ven algo abatidos.

—No lo dejaré —, digo, tragando lo último de mi comida y tomando la mano de Tetsuya —, al menos, por ahora. Pero me gustaría que entendieran si en algún momento tuviese que faltar a la práctica o algo así por alguna emergencia.

—¿Qué? —, la vena en la frente de la entrenadora se duplica, y siento un sudor frío corriendo por mi espalda —, ¿te atreves encima a decir eso?

—Bueno —, digo sin deja de mirarla y retrocediendo algunos centímetros —, con la situación como está, no podría evitarlo.

La entrenadora me mira por tanto tiempo que me siento temblar en mi lugar, antes de que ella de un suspiro y vuelva a la normalidad.

—Bueno, podrías tener algo de razón ahí.

—¿La situación? —Dice Koga-senpai mientras mira entre Tetsuya y yo, y nuestras manos unidas.

—Es cierto —, dice la entrenadora —. Aún no les he explicado todo. Así que ustedes hagan los honores —. Dice con una sonrisa tan dulce, que siento como se me revuelve el estómago. Y me quedo paralizado.

Tetsuya aprieta mi mano y se gira de frente a todos, y comienza a hablar.

—Podría, tal vez —, dice inexpresivamente —, estar embarazado.