十九

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Agotado y cubierto de sudor y semen, Tetsuya se relaja en mis brazos y su respiración se normaliza antes de quedarse dormido lentamente. Yo me muevo al fin cuando mi pene termina por salir de su interior, intentando no despertarlo, y salgo de la cama.

Camino silenciosamente por la habitación y voy al cuarto de baño. Tomo una toalla y limpio mi pene y testículos antes de enjuagarla y dejarla húmeda con agua tibia.

Vuelvo a la habitación. Tetsuya no se ha movido de la posición en la que lo dejé, y paso la toalla por sus muslos y sobre su agujero, antes de girarlo suavemente y limpiar su pene, su vientre y sus testículos.

Miro las sábanas, y veo una mancha de semen seco. Me encojo de hombros, "siempre puedo comprar más sábanas si no puedo limpiar el semen de estas".

Vuelvo al cuarto de baño, enjuago una vez más la toalla, y la estrujo antes de lanzarla con la ropa sucia.

Me miro en el espejo por unos momentos, intentando verme más adulto que hace un par de horas. Ahora que siento la responsabilidad de que de verdad seré padre. Pero no me veo diferente, al menos en el exterior. En mi interior, ya puedo sentir el cambio. Es poco, después de todo, aún es un sentimiento nuevo, pero ya puedo sentir como el saber que tendré un hijo, hace que algo cambie en mi interior.

Sacudo mi cabeza a mi reflejo, y voy a la habitación. Me acuesto y atraigo a Tetsuya a mis brazos. Su cuerpo amoldándose contra el mío, acercándose más a mí. Su brazo cruzando mi pecho y su cabeza sobre mi hombro. Y una vez más, todo se siente correcto. Todo está en su lugar. Tetsuya está junto a mí, y nuestro pequeño o pequeña, creciendo en su interior. Sé que con Tetsuya a mi lado, en mis brazos, puedo conseguir y ser lo que sea. Mientras estemos juntos.

Mis manos se mueven por la cama al sentir frío, buscando por Tetsuya solo unos momentos después. O al menos, eso es lo que pienso, hasta que al abrir mis ojos, veo la luz del día entrando por un borde de las cortinas.

—¿Tetsuya? —Pregunto a la habitación vacía, pero el sonido de algo friéndose en la cocina, me indica donde lo encontraré —. ¡Podrías haberme despertado para ayudarte!

Bostezo ruidosamente y me rasco el pecho mientras empujo mis piernas por el borde de la cama para ponerme de pie. Mi nariz me guía directo a la cocina. Tetsuya tiene una cara de gran concentración mientras fríe verduras, pero puedo ver su malestar, aunque intenta ocultarlo con su cara de póquer y expresiones falsas.

» ¿Qué está mal? —Le pregunto acercándome a él. Pero Tetsuya ni siquiera levanta la mirada de la sartén —. ¿Tetsuya?

Pongo mis brazos a su alrededor, y apago el fuego antes de girarlo para que me mire. Su mirada evita la mía, lo me preocupa por un momento.

» ¿Es el bebé? —Le pregunto, llevando mi mano suavemente a su abdomen.

Tetsuya niega con la cabeza, pero aún reúsa mirarme.

» Vamos, no eres del tipo de persona que no dice las cosas —, pongo mi mano bajo su barbilla y hago que su rostro se eleve un poco para poder mirarlo —. ¿Qué está mal? —Le pregunto una vez más.

—Yo... —Envuelvo mis brazos a su alrededor cuando se queda callado por unos minutos y acaricio su espalda. Apoyo mi barbilla sobre su cabeza y espero —. Vomité esta mañana.

Tetsuya tiembla en mis manos por unos momentos, y puedo sentir como me tenso en respuesta a su preocupación.

—¿Deberíamos ir al doctor?

—No. Él dijo que esto podría pasar, y que era normal. Pero no puedo cocinar —. Siento como se estremece en mi contra por unos momentos, antes de que comience a sollozar.

Lo abrazo con un poco más de fuerza en mi contra e intento consolarlo, murmurando suavemente y acariciando su espalda y cabello.

—No te preocupes por eso. Puedo cocinar yo —, le digo —. Solo tienes que decirme si hay algo en especial que no quieras comer o que te de nauseas.

—No lo sé.

Tetsuya se estremece una vez más, y comienza a llorar. Mi pánico aumenta al darme cuenta que no puedo calmar su tristeza.

—No llores, Tetsuya. Encontraremos la solución. Todo estará bien.

Puedo sentir que un nudo se forma en mi garganta, pero no me alejo de él, y me mantengo confortándolo por varios minutos, hasta que al fin, deja de llorar.

—Lo siento —, dice pasando sus manos por mi camiseta —, dejé todo manchado de lágrimas.

—Está bien. Tengo más camisetas, y esta la puedo lavar después —, le digo, y le doy una sonrisa.

Paso mis pulgares por sus ojos, limpiando las lágrimas que se aferran a sus pestañas. Sus ojos brillan y beso sus párpados antes de abrazarlo a mi pecho.

» Todo está bien.

Tetsuya asiente con su cabeza y deja salir un suspiro, envolviendo sus brazos a mi alrededor.

Luego de unos momentos más, Tetsuya se separa de mí, y me da una ligera sonrisa antes de salir en camino al pasillo. Al escuchar la puerta del baño cerrarse, y el agua correr, sacó mi teléfono celular y llamo a mi madre.

—Vomitó está mañana y luego se puso a llorar —, le susurro en cuanto contesta y puedo oír el pánico y un ligero temblor en mi voz —. ¿Qué hago?

La risita de mi madre al otro lado, hace que me irrite rápidamente.

» No es gracioso —, le digo con los dientes apretados —. No pude calmarlo por unos minutos. ¿Seguro que no deberíamos ir al doctor?

—Todo está bien, Taiga —, dice mi madre del otro lado de la señal —. Es normal. Es el embarazo.

—¿Cómo el embarazo hará que llore porque no podía cocinar porque le daban nauseas?

—Solo está emocional —, me dice calmadamente —. Estará emocional y tendrá nauseas por un tiempo durante el embarazo. No hay nada por lo que preocuparse.

—¿De verdad? —Digo, pasándome una mano por el cabello, y poniendo un oído alerta para poder escuchar cuando Tetsuya salga del cuarto de baño.

—Sí —, dice ella —, todo es completamente normal. No hay nada por lo que preocuparse. Cocina tú si tienes que hacerlo, y apóyalo cuando lo necesite.

—Está bien —, le digo —. Entonces me encargaré de cocinar hasta que se sienta mejor —. Escucho el agua correr una vez más y murmuro rápidamente al teléfono —. Tengo que colgar. Tetsuya debe volver en cualquier segundo. Gracias, mamá. Adiós.

—No hay nada que agradecer. Puedes llamarme siempre que me necesites, Taiga. Adiós.

Luego de finalizar la llamada, guardo el teléfono en mi bolsillo una vez más, y camino a la cocina para terminar de preparar el desayuno justo cuando escucho la puerta del cuarto de baño abrirse.

—Así que, ¿qué cosa no debería cocinar de esto? —Le pregunto señalando hacia los alimentos a medio cocinar.

Tetsuya sonríe ligeramente, y parece que todo ha vuelto a su lugar una vez más.

KagaKuro - Futari De (Kiseki no Sedai: Daini no Sedai #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora