⚠ Breathe #44

596 43 6
                                    

(Por el día y el título creo que todo el mundo sabe de qué va esto así que... si estáis deprimidas no leáis. El resto, leed con precaución).

Conductas suicidas

✿  Monlesbianas








La suerte es una cosa complicada. No somos conscientes de cuánta tenemos hasta que se acaba, hasta que las cosas se tuercen y todo, absolutamente todo, empieza a ir mal sin motivo y sin aviso.

Parece que siempre coincide con el final de año. Mediados de noviembre, principios de diciembre a veces. Cuando el frío se hace más fuerte y parece que ese clima gélido se traslada dentro y se instala allí, sin querer dejarte.

Pasó hace tres años por primera vez. Pasó hace tres años cuando por primera vez agoté toda mi suerte y me quedé desamparada. Me quedé sola. Han pasado tres años y me pregunto qué ha cambiado, o si ha cambiado algo. Y es que no es justo. No fue justo en su momento pero ¿por qué sigue sin serlo ahora? ¿Por qué el tiempo no termina de curar? 

Por qué los aniversarios son tan dolorosos. 

Ciertamente, he llegado a la conclusión de que al final en algunas cosas todos somos iguales. Al final todos empeoramos en la misma época. Una vez estamos enfermos todos empeoramos en la misma época, todos nos volvemos más frágiles, más indefensos. Todos nos quebramos más. Estamos congelados y eso nos hace demasiado demasiado vulnerables a rompernos en pedazos

Ella... y yo qué podría haber hecho por ella. 

A veces solo quiero preguntarle por qué nos distanciamos, en qué momento lo hicimos. Era una luz que deseaba abrazar con toda mi fuerza, era la persona a la que yo más admiraba en el mundo. 

La estupidez con la que la dejé ir resulta incluso dolorosa. A ella, a Yeo Joo, a la chica por la que yo solamente deseaba ser protegida. Cuidada. 

Mi nombre sonaba diferente cuando ella lo decía en voz alta. Won Hee, Won Hee, Won Hee. Una y otra vez escucho en mi cabeza su voz, ese timbre tan característico suyo diciendo mi nombre. 

Era una de esas cosas que nunca me había gustado de mí pero que sonaba tan bello cuando ella lo usaba que cómo podía odiar algo semejante. Ahora se siente como si odiar mi nombre fuese odiarla a ella y detesto tanto esos sentimientos, tanto. Detesto tanto las veces que detesté mi nombre, me detesto tanto a mí porque Yeo Joo siempre se mereció algo mejor y solo me obtuvo a mí. Solo me obtuvo a mí y aun así le fallé. 

Le fallé mil veces. Le fallé todas las veces.

Y la quería, lo peor es que la quería. Lo peor... si es que hay algo peor que la pérdida, es que ahora la quiero más de lo que la quería cuando estaba viva. Ahora aprecio más cosas que pasé por alto. Y sus sonrisas, su risa, su voz... su cara. Todas esas cosas que paulatinamente quieren salir de mi cabeza y olvidárseme, que quieren difuminarse en el tiempo y no volverse nada. Todo eso y mucho más.

Porque ella se fue. Y, mientras lloro, mientras lloro muchísimo porque no tengo otra forma de manejar mi dolor que no sea esa, a veces abro la ventana por la noche. Y qué importa si es invierno y estamos bajo cero. Qué importa. Yo solo necesito levantar la mirada y fijar los ojos en las estrellas mientras me pregunto cuál será ella. A cuál de ellas tengo que rezarle y a cual de ellas tengo que vigilar para estar segura de que Yeo Joo está bien, que Yeo Joo está en paz. Que realmente está en un lugar mucho mejor, en un lugar donde la merecen. Porque este mundo, para alguien tan puro y tan dulce, era solo un barril de petróleo. Espeso. Oscuro. Contaminante. El peor lugar donde ahogarse. 

El lugar donde yo me estoy ahogando.

Intento seguir caminando pero en días como hoy... en días como hoy cuesta demasiado.

El frío es horrible. El frío que cala hasta los huesos y duele, que no importa cuántas capas de ropa te pongas o qué tanto te arrimes a un calefactor, nunca desaparece del todo.

Y es que ¿cómo podría hacerlo? Cómo podría intentar calentar el cuerpo ahuyentar el frío del alma. 

Tan frío que entre la escarcha no nace nada.

Siquiera unas míseras flores que regalarte el día en que hace tres años que te marchaste para no volver nunca más.

Siquiera unas míseras flores que regalarte el día en que hace tres años que te marchaste para no volver nunca más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Random System » MONSTA X. OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora