(R-18G) Guilty #7 [Changki]

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(⚠⚠ Esta parte contiene gore, si no sois amigas de la sangre haced como que esto no ha existido jamás. Es poca cosa, es muy poco gráfico, pero si no estáis seguras de que os vaya a sentar bien no leáis. Y no, no os preocupéis, nadie aquí va a torturar a nadie de MX ⚠⚠)







Era domingo por la noche y las gotas caían incesantes del cielo. La lluvia había empezado a media tarde  pero el sol no se había dejado ver en ningún momento, quedando un día oscuro y frío, casi lúgubre.

Mientras sucedía aquello, Ki Hyun se preguntaba acerca de la existencia de algo superior. Se preguntaba hasta qué punto algo que no podías tocar, que no podías ver, en lo que solo podías creer mediante fe, pudiese ser tan poderoso. Tan peligroso.

En medio de la nada como se encontraba aquella vieja casa de madera al lado del río, los días de tormenta parecían todavía más melancólicos para él.

De pronto apartó la vista del cielo y continuó con la tarea de cortar las verduras.

Aún quedaban dos horas para que los invitados llegasen, pero todo tenía que estar perfecto.

Cuando acabó de trocearlas, se encaminó escaleras arriba.

Había un silencio tan absoluto en la casa que solo los truenos lo perturbaban.

Abriendo la puerta del baño, sonrió complacido al encontrarse a su novio allí. Se preguntaba qué estaría haciendo mientras él preparaba los preparativos para la cena. Con las verduras ya cortadas, el arroz y las salsas listas, solo quedaba cocinar la carne. Pero para eso primero necesitaba que Chang Kyun estuviera listo.

Aproximándose despacio a su posición, terminó con los pies mojados, aunque para nada le importó. Se dejó caer de rodillas cuando llegó a su lado y le abrazó por la espalda, apoyando brevemente sus labios contra su mejilla.

Pero Chang Kyun estaba demasiado ocupado con su tarea como para hacerle caso.

A Ki Hyun no pareció importarle en absoluto.

-¿Te queda mucho? -preguntó-. Te necesito abajo.

Chang Kyjn sonrió y hundió el bisturí en el pedazo de carne, aún viva, que había delante de él. La sangre le salpicó a Ki Hyun en la cara. ¿Le importó? Ni lo más mínimo. Ni tan solo se inmutó cuando aquello sucedió. Estaba demasiado ocupado estudiando las facciones de la persona a la que Chang Kyun despedazaba y con acariciarle los cabellos a su pequeño como para prestar atención a algo tan banal como aquello. Tan insignificante.

Ni siquiera sus pantalones, calados en rodillas y bajos por aquel líquido carmesí; ni siquiera el olor tan fuerte a hierro que había en el cuarto, pudo alterar el ánimo pacífico que había en Ki Hyun en ese momento.

Los ojos entreabiertos de su víctima eran casi hipnóticos, medio abiertos y con las pupilas dilatadas por las drogas.

Con la mayoría de sus tendones cortados al igual que sus cuerdas vocales, su presa ni podía hablar ni apenas podía moverse. Incluso si Chang Kyun no hubiera seccionado esas partes de su cuerpo, con tal cantidad de analgésicos en el organismo, aquella persona tampoco podría haberse defendido de lo que pretendía hacerle Chang Kyun.

El bisturí bajó por el torso de la presa, fue abriendo la piel poco a poco, muy poco a poco mientras la respiración de Chang Kyun se aceleraba, mientras Ki Hyun se arrimaba más a él, le aprisionaba más entre sus brazos.

Random System » MONSTA X. OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora