«A veces, Changkyun rescataba sus CDs del último estante y los escuchaba antes de irse a la cama. Soñaba con él y sus hyungs en cientos de universos alternos.
Donde a veces eran felices, a veces no.
Donde en ocasiones se amaban, pero en otras se od...
-Llevamos tres días sin salir de la cama prácticamente -dijo Ho Seok. Estaba tumbado a un costado de Chang Kyun, con el brazo del contrario bajo su cuello, su cabeza sobre el pecho ajeno y una pierna suya sobre las propias.
El menor estaba con la vista fija en el techo mientras el más alto tenía los ojos cerrados a pesar de estar despierto. Las cigarras lloraban tan fuerte que parecía que estuvieran dentro de la habitación.
-Eso no es verdad -replicó despacio Chang Kyun-. Nos hemos levantado a comer, y yo ayer fui a pasear al perro.
El más alto se rió, incorporándose despacio para estirarse un poco.
-Kkukkungie, cariño, no creo que abrirle la puerta para que corra cuente como "ir a pasear al perro".
-Él esos diez minutos fue feliz, eso es lo que importa -respondió-. Y ahora vuelve aquí.
A lo dicho, estiró los brazos y tironeó del mayor hacia sí. Éste, sin resistirse ni un momento, se volvió a dejar caer a un costado del cuerpo de Chang Kyun y le abrazó de nuevo, sin importar si con el calor que hacía se iban a quedar pegados uno al otro.
El menor llevaba no más que unos calzoncillos puestos, el mayor unos slips ajustadísimos que no dejaban nada, absolutamente nada a la imaginación, y una camiseta blanca de tirantes holgadísima que le llegaba hasta la mitad de los muslos.
Suspiró cuando el otro se pegó todavía más a él y acomodó la cabeza en el hueco que había entre su mandíbula y su clavícula, dejando los labios contra su cuello.
-No podemos quedarnos así para siempre, Changkyunie. Venga, vayamos a mi casa hoy. Llevamos tres días aquí, tu madre debe de estar harta de nosotros.
-¿Por qué? Si no tiene que hacernos de comer y no hacemos ruido ninguno. Lo único que estamos haciendo es gastar luz y acabar con el suministro de galletas y zumo de manzana que compró para mí.
-Hablo en serio, me da cosa estar aquí tanto tiempo. Una cosa es que me pase de vez en cuando, pero han sido tres días y te niegas a dejar que me vaya. Normalmente tengo que suplicarte que me dejes quedarme. Allí estaremos solos, va. No seas vago.
Pero el más bajo gruñó mientras arrugaba los labios. No le apetecía nada de nada levantarse. Quería seguir tumbado en la cama hasta que el calor de tener a Ho Seok subido encima no le dejase otro remedio que separarse de él. Entonces ya se plantearía qué hacer con su vida ese día.
-No quiero, no me obligues -suplicó en un puchero, sacándole una risita al mayor. Chang Kyun normalmente solía comportarse como alguien muchísimo más maduro y serio que él, pero había momentos en los que sacaba su personalidad más infantil y Ho Seok sentía que iba a morirse de ternura.
-Venga, va -le pidió, a la par que se incorporaba de nuevo, ante una mueca de disgusto de parte del dueño de la cama.
No obstante, Ho Seok no abandonó la cama como Chang Kyun pensó que haría. En vez de eso, se colocó a horcajadas sobre las caderas del menor y, sujetando su camiseta por los bordes inferiores, tironeó de ella hacia arriba hasta retirársela.
Se había quedado con aquella diminuta prenda de ropa interior sentado sobre su entrepierna.
-¿Ves esto? -le dijo mientras se mordía el labio inferior y se pasaba una de sus manos por sus pectorales-. Vayamos a mi casa y es todo tuyo. Todo. Absolutamente todo. Bañémonos desnudos en mi piscina y follemos dentro del agua.
Chang Kyun tuvo que admitir que la propuesta era tentadora. Demasiado tentadora.
Llevó las manos a los muslos ajenos y, justo cuando iba a responder de forma afirmativa, alguien irrumpió en la habitación sin molestarse siquiera en picar a la puerta.
Las mejillas de Ho Seok se volvieron tan rojas, tan rojas como la ropa interior de la persona que acababa de adentrarse en la habitación sin importarle, en absoluto, lo que estaban haciendo los dos sobre las sábanas.
El menor se quedó mirando a su hermano Hyung Won, ese intruso que se había adentrado sin permiso y sin decir absolutamente nada en el cuarto. El que se había encaminado hasta su armario, lo había abierto, había sacado un par de toallas y se había marchado de la misma forma que había entrado.
Siquiera les había mirado.
El más bajo tuvo que apretar los labios para no soltar una carcajada de lo surrealista que había sido aquello.
Pero Ho Seok no opinaba igual.
Estaba tan avergonzado que se dejó caer de nuevo sobre el colchón y se encogió sobre sí mismo, escondiendo la cabeza contra las rodillas mientras toda su cara hervía debido al bochorno.
-De conejo en celo a crisálida -se burló Chang Kyun-. Estás haciendo la evolución al revés, cielo.
Pero Ho Seok no respondió, simplemente agarró el cojín del contrario y se lo colocó entre las piernas y el pecho para esconder la cabeza allí, mientras el más bajo batallaba por no llorar de la risa.
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No tenía intención de subir esto PERO la tentación es muy mala.
Esto es parte de un fanfic más largo en el que estoy trabajando pero me apetecía meter un spoiler aquí simplemente porque sí, no sé. Tengo intención de subirlo pronto pero tampoco sé cuándo es pronto... Durante esta semana, posiblemente? Es lo más seguro.
Anyway, que yo simplemente lo dejo aquí, por si a alguien le entra curiosidad y quiere que esta app la avise cuando lo suba¿
Edit: Está subido bajo el nombre de Summer Time
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