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(R-18) Overdose #59

(Seguro que estáis pensando, ahora viene la charla de que esto contiene porno y blablabla. PUES SÍ. TIENE PORNO. PERO PORNO LÉSBICO. Ala, advertidas estáis, que lea la que quiera y quien no, fue un placer, see you in the next universe¿)

Won Hee no estaba segura de cómo se había visto envuelta en algo así, cómo había terminado atrapada entre el cuerpo de una de sus pacientes y aquella cama de hospital.

Nada menos que con Dior, con la hija de Son Hyun Ja, con la hija de una de las médicas que trabajaban en el mismo hospital en el que ella era enfermera.

Dior, la mocosa de diecisiete años que se había abierto la cabeza tratando de escalar el muro de su casa tras haberse dejado las llaves.

Dior, aquella que aún no se creía que, haber escuchado la descabellada idea de su mejor amiga Sang Ah, pudiera haberle regalado algo con lo que llevaba demasiado tiempo fantaseando.

Acostarse con Won Hee, la hermana mayor de su otra mejor amiga, la hermana mayor de Min Ji, era un milagro. Won Hee, esa mujer cuatro años mayor que ella con la que había tenido un flechazo hacía demasiados años.

Dior, después de aquello, iba adoptar a Sang Ah como su nuevo pepito grillo y a olvidarse de Yeo Joo y Hyung Won.

Ni su melliza ni el novio de ésta la habrían hecho terminar en semejante situación con su actitud prudente, estaba convencida de ello.

Sonrió al recordarlo, entre que disfrutaba la nula resistencia que ofrecía Won Hee mientras ella le levantaba la camiseta hasta sus clavículas, deleitándose con las vistas antes de hacer lo mismo con el sujetador de la enfermera, sin molestarse siquiera en desabrocharlo.

Simplemente deslizó la prenda hacia arriba hasta liberar el pecho de Won Hee y dejarla completamente expuesta de cintura para arriba.

Inmediatamente se inclinó y repartió besos y lamidas en uno de los pechos de la mujer, mientras la otra trataba de no dejar escapar gemidos muy sonoros, mientras trataba de no revolverse demasiado sobre las sábanas. Ella allí era demasiado sensible. No ayudaba esa lengua torturándola de esa manera, menos los dedos de una de las manos de Dior dedicándole todo tipo de atenciones al pecho del que no se encargaba la boca ajena.

Un pellizco allí y Won Hee gimoteó mientras arqueaba la espalda.

"Tienes un pecho precioso, unnie..." le dijo "tan grande... siquiera me caben en las manos..."

Con Won Hee sonrojada y obligándose a cerrar los ojos, mientras uno de sus pezones erectos era pellizcado y estimulado por Dior sin pausa, mientras Won Hee jadeaba una y otra vez, Dior vio la ocasión perfecta para llevar una de sus manos hacia entre las piernas ajenas.

La tocó por encima de la ropa interior por sorpresa para la enfermera, consiguiendo sacudirla en el acto. Dior estaba poniéndola demasiado caliente y ya no sabía controlarse, no con esas dos falanges moviéndose y tanteando la entrada de su vagina.

"Solo te he tocado el pecho y ya estás tan empapada..."

Won Hee temblaba y jadeaba, incapaz de replicar mientras se movía en busca de más contacto.

Dior sonrió con picardía al verla en ese estado, dándose demasiada prisa en instalarse entre las piernas ajenas y en quitarle la ropa interior con complicidad y ayuda de Won Hee, antes de empezar a dedicarle atenciones con la boca.

Separó los labios de la enfermera con los dedos y lamió sus fluidos, permitiéndose adentrarse con la lengua dentro de ella.

Won Hee pensó que el placer la haría derretirse y solo alcanzó a abrir más las piernas y alzar las caderas al mismo tiempo que los dígitos de Dior se dirigían hasta su clítoris y empezaban a estimularla. Parecía que la adolescente quería comerse hasta el último rincón de ella, y la enfermera se perdía en esa sensación que la tenía ardiendo, que la tenía gimiendo hasta el punto de tener que taparse la boca con las manos para que medio hospital no la escuchara.