Eunyeon
Caminaba con la cabeza gacha, pateando toda piedra y basura que hallaba en mi camino. Hacía cualquier cosa por evitar la mirada molesta de mi hermano a mi lado. No había pronunciado palabra desde que habíamos abandonado la pista, pero podía sentir sus ojos en mí, juzgándome, reprendiéndome sin necesidad de palabras. Suspiró una vez más antes de frenar en seco, encarándome.
—No quiero decir que te lo dije, pero te lo dije, Eunyeon.
No me molesté en responder. Jimin, sin embargo, bufó molesto a mi lado antes de encararse a Jungkook.
—Lo hemos entendido, Jungkook. Desde la puñetera primera vez que se lo has dicho. ¿Puedes callarte ya?
Ellos dos continuaron discutiendo mientras Taehyung y yo seguimos caminando y los dejamos atrás. Mi amigo aún no se había dignado a abrir la boca, su atención fija en su cámara. Y, a decir verdad, así lo prefería. Yo era más que consciente de que el error que había cometido la noche anterior me estaría persiguiendo y atormentando por demasiado tiempo, no necesitaba que mi hermano, o ninguna otra persona, me recordara lo estúpida que había sido por dejarme llevar por un impulso sentimental repentino, por no haber escuchado a la parte más racional que me advirtió de que me arrepentiría de acercarme demasiado a Yoongi.
Sus palabras aún hacían eco en mi cabeza. Entre tu hermana y yo no hay nada y jamás lo habrá. Jamás pasará. ¿Oyes eso, Eunyeon? Es tu corazón partiéndose en mil pedazos. Y no puedes culpar a nadie más que a ti misma por haber creído que una noche significaría algo. Había compartido noches con Byounggon muchas veces antes, y ninguna de ellas me había sacudido el corazón del modo en que Yoongi lo había hecho. Ninguna de ellas me había hecho despertar deseando más de él; más de sus besos, más de sus abrazos y más de sus susurros graves al oído.
Y fue en aquel momento, cuando mi cabeza terminó de procesar aquel último pensamiento que me di cuenta. Me di cuenta de que estaba jodida.
—¿Qué miras tanto? —le pregunté a Taehyung.
Me asomé lo suficiente para observar la pantalla de su cámara. Su dedo presionaba uno de los botones mientras se desplazaba por la galería de instantáneas que había capturado en el breve tiempo que habíamos pasado en las canchas. Había una gran cantidad de fotografías de los chicos jugando, en su mayoría de Yoongi. Rodé los ojos bufando.
—Voy a empezar a creer que te gusta.
—¿El pijo ese? —Jimin se unió a la conversación de la nada. Negó efusivamente con su cabeza—. No es para nada su estilo. A Taehyung le vuelven loco los malotes de barrio. Como tu hermano.
Entonces sí el chico de la cámara levantó la mirada, solo para darle un zape a mi amigo teñido. Ambos reímos observando los rostros afligidos de Taehyung y Jungkook. No era la primera vez que Jimin hacía un chiste de ese tipo y todas y cada una de las veces que lo hacía la reacción de ambos era la misma. Taehyung terminaba golpeando a Jimin mientras mi hermano escondía la cabeza como si fuera una tortuga para huir de la vergüenza. En el fondo, tanto Jimin como yo sabíamos que aquellas bromas solo tenían un propósito y era ocultar sus sentimientos hacia Taehyung y hacer de la tortura del rechazo algo más llevadero.
Unos minutos de silencio siguieron mientras cada uno pensaba en sus cosas. Taehyung y Jimin continuaron repasando las fotografías del primero. Jungkook se mantuvo a mi lado sin pronunciar palabra. Las cosas seguían tensas entre nosotros dos y ninguno se iba a dignar a dar el brazo a torcer. No iba a ser tan fácil como decir "lo siento" y continuar como si nada hubiera pasado. Ambos habíamos hecho cosas estúpidas y habíamos dicho cosas que no sentíamos en absoluto, pero éramos demasiado orgullosos para admitirlo en voz alta.
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THE SYBARITE (RK #1) » min yoongi ✔
Fanfic𝑬𝒍 𝒔𝒊𝒃𝒂𝒓𝒊𝒕𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒍𝒂𝒅𝒓𝒐𝒏𝒂 Yoongi jamás ha conocido mundo más allá de la colina al norte de la ciudad en la que se concentra todo el poder y dinero de Seúl. Eunyeon conoce demasiado bien la vida a los pies de esa colina, donde la g...