Yoongi
Iba por el decimoquinto suspiro, intentando abotonarme la camisa inútilmente, cuando Namjoon me dio un zape y apartó mis manos de en medio.
—Relájate un poco. No eres tú quien se casa.
Y tenía razón. No tenía motivo para estar tan tenso, pero por algún motivo mi corazón no había dejado de latir despavorido desde que había abierto los ojos por primera vez aquella mañana. Había amanecido con un sabor amargo en el paladar, además. No podía estar tranquilo cuando el propio universo me estaba enviando señales de que aquella noche sería de todo menos fácil para mí.
—Es ella, ¿verdad? Estás nervioso por Eunyeon. —No le hizo falta que respondiera. Namjoon largó un suspiro, ahora arreglando mi corbata—. Haz que se arrepienta de haberte dejado salir por la puerta de su apartamento el otro día, Min.
Obviamente, tras lo sucedido con Eunyeon utilicé a mi amigo como terapeuta. Terminé contándole cómo me sentía en todos los aspectos, hasta describiéndole el modo en el que había sentido que mi corazón se partía en mil pedazos cuando me di la vuelta esperando que Eunyeon saliera de su apartamento y gritara mi nombre y vi que no estaba allí, que se había terminado realmente.
Por ahora me recordé una vez más. Había pedido tiempo, y tiempo es lo que tendría. Aquello no era un final, sino una pausa.
—No pretendo destruir tus esperanzas, amigo. Pero, usualmente, "tomémonos un tiempo" se traduce en: "quiero dejarlo pero no sé cómo decirlo sin ser demasiado dura"
Namjoon seguía dándole vueltas al tema mientras terminaba de retocarse frente al espejo de pie frente a su cama. Me dejé caer sobre su cama, sosteniendo mi cabeza entre mis manos y jugando con algunos mechones de cabello. No, Eunyeon no me haría algo así.
—Eunyeon no es así.
—Todas son iguales, Yoongi.
—No —discutí, esta vez con algo más de rudeza de lo que había pretendido—. Volveremos, Namjoon. Sé que volveremos.
Él se encogió de hombros y se perdió por la puerta del baño a la derecha de la cama. Desde mi posición pude ver como se echaba perfume y le sonreía a su reflejo una vez más.
—¿Sabes ya por qué decidió pedirte un tiempo? ¿Qué es lo que la tiene tan agobiada que necesita tenerte lo más lejos posible?
—No exageres. Nunca dijo eso. Y no, no sé qué puede estar pasando, y eso me mata. Quiero ayudarla.
—Pero ella no quiere tu ayuda. Y prefiere huir antes que explicarte qué demonios está pasando en su vida ahora. —Namjoon chasquea la lengua—. Te dije hace tiempo que los Jeon no son trigo limpio, que atraen los problemas. Y ¿sabes qué? Casi prefiero que sean ellos mismos los que te mantienen lejos de sus líos. No me gustaría perder a uno de mis mejores amigos por su culpa.
Si decir nada más, se perdió por las escaleras de caracol metálicas que desembocaban en el salón principal de su apartamento dúplex.
Hora y media después, el chófer de Namjoon aparcó frente a la iglesia, la cual no estaba demasiado alejada de la colina en la que, más tarde se llevaría a cabo el banquete. En el patio delantero, los invitados se saludaban y charlaban animosamente. Pude reconocer a los directivos de empresas con las que mi padre había trabajado y hecho tratos en el pasado. Saludé a algunos de ellos con un simple apretón de manos cuando me crucé con ellos de camino a las puertas de la iglesia.
—¿Has sabido algo de Hoseok desde esta mañana? —le pregunté a Namjoon mientras subíamos los peldaños hasta las puertas de la iglesia.
Él solo señaló algo a mis espaldas con la barbilla. Nuestro amigo descansaba reposado contra un árbol mientras charlaba entretenido con una pelirroja que vestía un vestido verde ceñido a su cuerpo cargado de sinuosas curvas.
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THE SYBARITE (RK #1) » min yoongi ✔
Fanfic𝑬𝒍 𝒔𝒊𝒃𝒂𝒓𝒊𝒕𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒍𝒂𝒅𝒓𝒐𝒏𝒂 Yoongi jamás ha conocido mundo más allá de la colina al norte de la ciudad en la que se concentra todo el poder y dinero de Seúl. Eunyeon conoce demasiado bien la vida a los pies de esa colina, donde la g...