Sólo Contigo

TERRY

Besar a Candice ha sido el reto más dulce de mi existencia, hablando de mujeres. Cuando mis besos captan su confianza,  mi lengua entra en acción y lentamente delineo y saboreo sus labios hasta que logro que los abra....su lengua acepta la mía, con timidez, no sabe que hacer pero pronto logro marcar el ritmo y poco tiempo después nuestras lenguas se entrelazan danzando en sincronía perfecta, sabe tan bien como esperaba...si Dios pudiera concederme un deseo ahora mismo, sería tener a Candice mucho más que un vuelo transatlántico, su magia me ha atrapado y odio pensar en que todo esto quedará en el olvido al tocar tierra.  

________________________________________________________________________________

Miro mi reloj y son las 10:00 a.m tiempo de Londres. No sé en que momento perdí el conocimiento, pero ahora me encuentro con una belleza americana en mis brazos, dándome la espalda. Mis brazos la cubren del frío y ella respira pausadamente...tranquila, yo me siento igual, no hay resaca, es curioso, años de práctica supongo...aunque siento que para ella será distinto.Nuestros asientos están totalmente reclinados, con mucho cuidado y tengo que aceptar que con muy poca fuerza de voluntad, me separo de ella para ir a buscar aspirinas y jugo de naranja será bueno tenerlos a la mano. La recuesto boca abajo de manera que su hermoso y pacífico rostro es lo único que tengo a la vista...tomo mi celular y le hago una fotografía... más tarde querré tener un recordatorio de que todo ésto fué real.

Cuando regreso, está despierta pero finge seguir durmiendo. Lo sé por el cambio en su respiración, su posición me da la espalda de nuevo, y cuando sintió mi presencia brincó un poco sobre su asiento. Ok...si quiere jugar le seguiré la corriente, hago lo mismo que ella hace y quizá unos 25 minutos después, se sienta en su lugar, no tienen idea de las ganas que tengo de reir, definitivamente nunca ha estado con un hombre. Lo sé porque una chica experimentada puede saber perfectamente cuando un hombre finge o no, ni siquiera tengo los ojos completamente cerrados por Dios, saber que no ha sido de nadie...no sé porque carajos se siente bien. Peina su cabellera dorada en una cola y suspira, después...decidida intenta saltar mis piernas para llegar al pasillo pero no puedo más y la tomo por la cintura con un solo brazo cuando ha quedado sentada sobre mis piernas, la tengo frente a mí y se ha puesto roja como un tomate.

-A donde crees que vas?- Sonrío encantado intentando besarla pero la infelíz me esquiva y termino besando su mejilla.

-Y-ya no es año nuevo...-dice mirando sus manos sobre mis muslos.

-Preguntaré de nuevo...a donde vas?- me río, es adorable y ella resopla en respuesta.

-Necesito usar el baño- dice apenada, claro con tanto líquido ingerido su vejiga debe estar a punto de estallar, y yo...ahora necesito que se vaya a donde pretende porque mi miembro comienza a despertar y eso sí que sería demasiado. Después de poner mi asiento en posición vertical, la pongo de pie, ni siquiera me mira y sale a toda velocidad hacia el servicio. Su cuerpo la traiciona, es receptiva, apuesto a creer que su ropa interior se ha humedecido varias veces desde anoche que la besé tanto y de tantas formas que creí que uno de los dos perdería el aliento. Mmmm...pensar en sus panties mojadas no ayuda en nada.

Desayunamos en silencio, intercambiando miradas y sonrisas, no quiero imaginar cosas pero creo que ella está coqueteando conmigo y eso no es lo peor, lo peor es que me encanta. Al principio se negaba a probar alimento, prácticamente la forcé a que lo hiciera, no podía andar ahí con solo jugo y aspirinas en su estómago. Nos besamos de nuevo, esta vez ella tuvo la iniciativa y yo correspondí con la misma ternura que ella me transmitió, las caricias de sus manos sobre mi rostro y mi cuello empiezan a inquietarme, mucho. Benditas bocinas que nos hicieron separar nuestras bocas unos instantes, anunciando el aterrizaje, Candice se paraliza y rápidamente se reincorpora en su asiento sin mirarme.