William Albert Andrew

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Hace varios días no tengo un día normal, las acusaciones y reclamos de Terry vienen y van de mi cerebro una y otra vez...no encuentro un momento de paz. Desde que se me nombró cabeza de ésta familia, mi único objetivo ha sido convertirla en una verdadera familia, con integrantes dispuestos a dar la cara el uno por el otro, que los chicos tengan valores y principios... que sonrían y vivan con libertad, que sepan ganarse la vida y trabajar por lo suyo aunque tengan hasta cierto punto la vida garantizada.La "vieja escuela" aceptó mi nombramiento con recelo porque lo único que quiero es cambiar a la familia Andrew para bien. No quiero que mis sobrinos crezcan siendo unos snobs baratos, chicos huecos forrados de dinero y privilegios.

Cuando conocí a esa pequeña rubia pecosa no descansé hasta llevarla a la casa Andrew, sabía que su chispa y su existencia iluminaría los corazones de mis sobrinos, la creí capaz incluso de conmover a mi implacable tía Elroy...después de varios años aún creo que llegará el día en que la tía salga de su caparazón, por eso me desvivo en cumplir con los deseos de Candy, siempre y cuando siga siendo un alma buena y honesta. Mi tía abuela Elroy es mi guía, la amo y la respeto, Rose Mary y yo fuimos cuidados y criados por ella con mucho amor, cuando mi hermana murió ella pareció envejecer 10 años...murió mientras daba a luz a Anthony que se convirtió en su adoración. Lo que Terry dijo la otra noche es verdad, ese chico es idéntico a mí, me preocupa que alguien mirándonos con mayor detenimiento lo note, se está convirtiendo en un hombre y es por eso que mis cortes de cabello,mi apariencia y los accesorios que utilizo cambian una y otra vez. En el mundo de los negocios, soy conocido como el misterioso y excéntrico Banquero Americano, si supieran que esa etiqueta que me han puesto no tiene nada que ver conmigo...

Lo que he encontrado gratificante,fresco y divertido ha sido vigilarla a Candy y sacarla de problemas, sobre todo cuando era más niña, ahora...ahora me es más complicado, velar por seis adolescentes. Es algo que había pasado totalmente de largo y en ésta etapa en Londres he querido mantenerlos lo más cerca de mí que se pueda, quitando un poco de esa responabilidad a George...pienso que siendo parte activa del circulo en que los chicos se mueven será más fácil mantener el control, hoy sé que estoy bastante desviado de mi objetivo: Anthony, el chico de oro está totalmente confundido y sus decisiones son cada vez más estúpidas e incorrectas,  su falta de caracter lo ha convertido en el títere que yo mismo me rehusé a ser para mi tía...eso lo llevó a poner un mar de distancia entre ella y Candy. Me encantaba saberlos enamorados, siempre prometí cuidar del único hijo de mi hermana Rosemary, sabía que la presencia de mi pequeña en su vida sería lo mejor, lastimosamente, el hambre de poder que nació en él lo echó todo a perder. Neal es un pequeño delincuente rico, tiene a sus padres pero igual tengo la responsabilidad de ver por él.

Stear y Archie son muchachos increíbles, el único problema que me han dado fué cuando los tres junto con Anthony se habían enamorado de Candy y  ella desde el primer momento había elegido a Tony y agradezco al cielo que eso haya sucedido cuando ellos tenían 13 y ella 11. Y Elisa...mi preciosa Elisa, nunca en aquellos días en que su principal actividad era hacerle la vida imposible a Candy, creí que un cambio en ella sería posible. Sé que no fuí el primer hombre en su vida, sé perfectamente que soy el segundo...sé que su inestabilidad emocional ha sido resultado de la soledad, no congenia más con su hermano gemelo y sus padres parecen no interesarse por sus cosas, finalmente terminó aceptando el afecto y amistad de Candy y ello me comprobó una vez más el gran acierto y la bendición que ha sido tenerla entre nosotros. Todo debería de estar en perfecto orden y...de la noche a la mañana se me salió de control. La observo dormir, su cabellera roja esparcida entre sábanas blancas,su cuerpo descubierto hasta la cintura, duerme pacíficamente, está exhausta, creo que he descargado mis emociones cuando mantenemos relaciones sexuales, hacerle el amor me limpia, me libera...ella responde afable a cualquier acometida, es arrojada, le gusta probar cosas nuevas, es divertida, es sexy, inteligente, auténtica y me tiene totalmente enamorado, sí, físicamente es un mujerón que difícilmente aparenta sus diecisiete años...pero su forma de ser me ha puesto de cabeza, me enloquece y me transporta a un mundo en el que no soy más el Patriarca de los Andrew , en donde no existe toda la mierda en la que estoy sumergido en éste momento, que me consume poco a poco como si nadara en arenas movedizas.

Sólo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora