CANDY

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-Hola Preciosa- Azul, azul como el azul de los zafiros es lo primero que veo al abrir los ojos, lo hago muy lentamente, mis párpados están pesados...poco a poco la razón llega a mi mente y noto mi desnudez...a plena luz del día, él ya se ha vestido, parcialmente....no tiene puesta la camisa y se vé hermoso. Cerró las ventanas para conservar algo de temperatura en el lugar, debe de ser muy temprano, me toco los labios...el cuello y...no puedo evitar sonreir apenada, anoche Terry me hizo el amor.

-Tan malo fué?-  me dice sonriendo y buscando probar mi cuello mientras se recuesta conmigo y toma una de mis piernas para ponerla sobre su cintura y acariciarla con cuidado. La verdad es que no tengo idea de que decir o que hacer después de...que he dejado de ser virgen. Busqué informarme de todos los detalles importantes....pensé en todo menos en lo que viene después, no quiero parecer una idiota.

-No tengo con que compararlo...así que anoche fué....es, tú..lo más...- Balbuceo nerviosa, estamos mirándonos de frente y la mirada de él tiene un tinte travieso, otro más de niño, otro más de ansiedad pero sobre todo de ternura. Besa la punta de mi naríz porque sabe que me negaré a besarlo en la boca sin lavarme los dientes.

-Sí...lo sé, increíble...Candy...tomarte, que me dejaras hacerte mi mujer y sobre todo amarte...es lo mejor que he hecho en mi vida, gracias amor, soy felíz y te amo- Oh por Dios, ahora estoy muda, sí, no puedo hablar porque mi corazón parece que va a reventar de emoción, cada uno de sus gestos, sus miradas, la forma en que me habla, la forma en que me toca...es amor, tan grande y tan fuerte como el mío, me encanta saber que éste Terry se permite sentir con libertad, no como el que conocí esa noche y que se abría a mí solo por creer que jamás nos volveríamos a ver, pero...ahora pienso que a quien estamos engañando? Ambos sabemos que no queríamos estar lejos el uno del otro desde la primera vez que nos besamos.

-Me encantas, eres perfecta- Diciendo ésto me pasa su camisa y con dulzura me ayuda a sentarme para ponérmela.

-Tengo un vestido en alguna parte de éste lugar sabes?- le digo guiñendo un ojo.

-Lo sé pero por ahora, me gustas más con mi camisa.- Mmmm..huele a él, a decir verdad toda yo huelo a él. -Estás muy tímida- dice de nuevo abrazándome por detrás, rodeando mis hombros con sus brazos.

-Solo diré que...te amo...que soy afortunada, la más...que soy muy felíz...que estoy loca por tí y Dios...no sé como haré para dormir separada de tí de ahora en adelante.- Todo ésto lo digo roja como un tomate y mirando mis pies, el vibrar de la risa de Terry sobre mi espalda me hace sonreir también, miramos por la ventana, así...abrazados.  En un silencio maravilloso pero pronto, al fondo un destello llama mi atención...pareciera un flash o un espejo...me tenso y Terry me suelta parándose frente a mí preocupado.

-Viste lo mismo que yo?- 

-Sí y....demonios, continuamente siento que alguien me persigue, no lo sé...- dice pasándose las manos por el cabello.

-Yo también, hace muchísimo que tengo esa sensación...ummm no sé...yo creo que...hacemos tantas cosas a escondidas que...en el fondo nos hemos hecho delirio de persecución no lo sé...- digo poniéndome seria y cerrando la cortina de golpe, no quiero arruinar nuestro primer despertar juntos, noto que funciona y se relaja...

-Bueno será que entonces tenemos que ser más públicos, que te parece si desfilamos por los pasillos de la villa, si nos ven...evitarán espiarnos y cuestionarnos, hagamos evidente todo lo que pasa con nosotros Candice White Andrew...que todo el maldito mundo sepa que eres mía y que probé anoche cada centímetro de tu piel y que no pienso parar ahora que hemos empezado-

Diciendo esto abre la puerta de la biblioteca  jalandome hacia el exterior, jugueteando, luce tan...joven de 18 años disfrutando de la vida, no puedo sentirme más extasiada de saber que algo he tenido que ver en ello, lo tengo claro, verlo felíz llena mi corazón y mi vida por completo, lo sé hace tiempo pero ahora, después de haberme entregado a él, no imagino mi vida sin él. 

Sólo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora