Sólo Contigo

TERRY

-Insomnio?- Encuentro a Candy sentada en el vestidor, deben ser más de las 3:00 a.m. Sigue tan despeinada y guapa como cuando cerré mis ojos después de que hicimos el amor por primera vez en nuestra casa, cuanto la extrañé. Aún siente algo de pena de su desnudez...quizá con el tiempo, tiene puesta una de mis playeras. Me siento junto a ella y beso su mejilla.

-No puedo creer que recordaste lo de Walmart- responde estudiando varios jeans, playeras y demás cosas que con ayuda de Niles y de Maggie pude conseguir para ella. Río levemente y respondo.

-Una de las cosas que me fascinó de tí fué lo natural que eres Candy, sin poses, sin adornos, la primera vez que te ví tu ropa y accesorios solo me dijeron de donde podías venir pero de tí...cero, nada.... y...te gusta?-

-Es perfecto, gracias- Suspira y continúa. -Ahora soy una...señora?- me río y la abrazo por los hombros.

-Eres lo que quieras ser y con lo que te sientas cómoda, lo que sea que te haga felíz....sé lo que te de la gana ser soy tu novio, no soy una de las monjas, un policía o tu padre sabes?- Ríe, su risa de niña, la niña que me ha vuelto loco.

-Eso me gusta, ser lo que sea...te das cuenta de que no cenamos?- río también, ir de un tema a otro, dejar de lado lo importante, ex Albert tiene algo de razón, es una locura, me encojo de hombros. -Tu novio es un fracaso tratando de ser independiente- me sonrojo, soy un idiota.

-Un AutoMac 24 horas es suficiente, tranquilo...-se levanta como si fueran las tres de la tarde y busca unos jeans, rápidamente le paso una pijama y me recompensa con una dulce caricia en la mejilla. Cenamos en el auto y regresamos a la cama. Nos miramos de frente, sin hablar hasta que rompo el silencio después de no se cuanto tiempo.

-Nos falta tanto por aprender....que pasa si después de pasar tanto tiempo conmigo me odias?- Niega con la cabeza y responde: -O tu a mí- Uff no...jamás.

-Vamos paso a paso Terry ...si nos preocupamos antes de tiempo....cómo podremos disfrutar? Nunca has vivido solo...-La interrumpo.

-Amor papá empezó a ser papá hace muy poco, siempre he estado solo-

-Pero nunca acompañado...entiendes?-

-Ni enamorado...duerme cielo, te amo- Beso su frente y la jalo hacia mí, en cuanto pone la cabeza sobre mi pecho, se pierde y me lleva con ella a soñar.

Cuando decían que el amor hace milagros, el que inventó ese dicho, o quien haya sido que lo dijo no está para nada equivocado...después de dos semanas llegó anterior al estreno del Lago de los Cisnes, mucho sucedió en esas dos semanas. Muy a mi pesar tuvimos nuestros primeros invitados a cenar...Mi padre, Stear, Archie, Elisa y por supuesto...William. Fué esa noche que Papá supo que conocía la identidad real del padre de mi novia. El valor que necesité me lo dió la convicción de Candy, siempre buscando sacar lo mejor de mí. Papá estaba verdaderamente irritado, William estoy seguro que fingía por la salud mental de ella. Stear, Archie e incluso Elisa no daban crédito pero tampoco desaprobaron lo nuestro.

-Si estás huyendo de un compromiso matrimonial desde los Estados Unidos, quédate con quien te mira como Terry Grandchester- Bromea Stear, hasta a Archie le da risa.

-No creí que Candy viniera a Londres en primer lugar, mucho menos casada a los 17, no te ofendas Terry...lo gracioso es que se siente bien....oh, bien hasta que pienso en que volveremos a América y no la veremos en mucho tiempo, vaya!-continúa Archie y Elisa hace un puchero gracioso. Todos estamos en un pequeño salón mientras papá, George y Ex Albert hablan....supuestamente de negocios.

-No voy a casarme...aún, voy a seguir interna en el Colegio, Terry y yo estaremos juntos el tiempo libre...hemos recapacitado, sólo un poco...-