TERRY

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Golpeo mi tercer vaso de Whisky sobre la barra del bar una y otra vez, temo romperlo...en 2 minutos el rumbo de mi vida y de mi relación cambió, estoy sorprendido, me siento herido, traicionado y con mucho miedo, no logro dar crédito, hacía tiempo que no bebía así, todo éste tiempo...cómo? Es decir...sospeché tantas veces tantas cosas pero ninguna como ésta...hace varias veces que no logro dormir, tener un sueño reparador. Me alegra que Candy esté tan ocupada por que de otra manera notaría que he vuelto a fumar tanto que la Armónica no logra calmar mi ansiedad, y lo que es peor...a manera de refuerzo nada como un whisky en las rocas, parece una tragedia Griega maldición. Y no es solo que Anthony está de regreso en el Internado, no genera ninguna amenaza para mí, pero ella está incómoda y le teme y yo para nada confío en él aunque en apariencia está retomando el buen camino, algo en el fondo me dice que tiene un as bajo la manga, yo mismo he sido testigo de su habilidad para hacer que las cosas sucedan, es una mente muy brillante. Mi mundo se ha puesto de cabeza, no solo por el hecho de que Candy es mi mujer, hasta ahí las cosas no podían ser más perfectas, oh...me pasa como a Romeo soy un maldito títere del destino, mi adicción a ella hizo que estuviera presente en el lugar y a la hora equivocada echándolo todo a perder, Dios no sé como lograré salir bien de ésta. Por primera vez en mi vida no sé como saldré de ésta. Todas éstas noches he estado preguntándome si Dios quiere cobrarse de golpe todas las que he hecho y.....busco como justificarme pero tampoco quiero llorar y hacerme la víctima por haber sido un hijo no deseado....que creo yo es el inicio de todos mis problemas....no puede estar tan molesto conmigo...puso a Candy en mi camino, mi ángel, tan bella inmaculada...bueno, ahora no lo es tanto gracias a mi amor incondicional, intenso y desmedido que busca amarla de todas las formas que existen...hecha para amarme.

-Oh, bien hecho Terry, tabaco y alcohol? puedes hacerlo mejor, te creí mucho más listo.-

Reconozco su voz al instante y no quiero verlo porque sé que no me detendré, quizá accione con golpes o mi lengua se suelte más de la cuenta porque estoy harto de pensar y meditar sin salida.

-Puedes irte al carajo yo no hice nada para estar en ésta posición .....serás hijo de puta-

-No me insultes Terry-

La sangre me hierve y me pongo de pie, esto furioso la rabia me quema por dentro.

-Vete a la mierda WILLIAM-

-Cállate Terry-

Río como ironía:-Ya veo, prefieres que te llame por el nombre con el que fuiste registrado Honorable Sr. William Albert Andrew? lo prefieres así? Oye todos son así en tu familia? Mentirosos y manipuladores? Candy es distinta porque afortunadamente no hay una gota de tu enferma sangre corriendo por sus venas.-

Lo he dejado sin palabras, pero está tan molesto como yo, lo molería a golpes pero ahora que se ha quitado la máscara el muy cabrón, atacar al enigmático e importante magnate Americano me metería en mas líos de los que esperaría en toda mi vida.

-Reservaste el privado George?-Pregunta bufando más que respirando, lo he sacado de sus casillas, hay alguien que no mienta por aquí? quisiera golpear a alguien, romper algo, lo que sea que me ayude a sacar esta energía tan nefasta, no puedo ser lo que era antes ahora que la tengo a ella. George asiente y nos conduce a una sala al fondo del vestíbulo del Savoy. Una vez que tomamos nuestros lugares y el camarero nos deja los menús me quedo en completo estado inanimado mirándolo fijamente, desafiándolo, es decir, con todo y su poder espera que lo comprenda o que mi enojo sea menor? me ha metido en la caja de Pandora!

-Vas a ordenar algo o quieres que lo haga yo por tí?- pregunta tomando un segundo respiro e intentando relajarse.

-No tengo hambre-

Sólo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora