Entre el pasado y el futuro

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Todo había salido de acuerdo a lo planeado, Félix caminaba por el lugar con el cuerpo de Emma entre sus brazos, sin el miraculous el máximo poder no podía manifestarse en su contra, sus ojos se perdieron por breves segundos en el rostro dormido de la rubia y por un momento le pareció observar el rostro de Bridgette... sacudió la cabeza, estaba a nada de cumplir su objetivo.

Entro a una habitación oscura a pesas levemente iluminada por la luz de la luna que se colaba por la cúpula, el suelo cubierto por mariposas blancas, aquella era la guarida de Hawk Moth, con cuidado coloco a Emma sobre un diván de cuero negro.

-Entonces, esta niña es a quien llaman, el máximo poder.- Gabriel apareció tras del rubio, quien al escuchar su vos, se puso de pie para mirarle de forma neutra.

- Emma Agreste, mejor conocida como Anthophila.- le dijo sin quitar su mirada de la rubia.- Ella es el máximo poder.

Gabriel le miro gracias a la tenue luz que se colaba, sin duda alguna esa niña era idéntica a Adrián, idéntica a Pulette, él intento poner una mano sobre el rostro de Emma más su cuerpo despidió una gran descarga eléctrica que incluso sorprendió a Félix... el máximo poder había repelido la energía negativa ¿Por qué a él no le hizo daño antes?

-Sin duda, es una molestia igual que Adrián.

-Sorprendente que te expreses a sí de tu hijo.- dijo de forma irónica.- Chat Noir y Ladybug creen que uno de los cardinales la tiene bajo su custodia ¿Cuánto tardaran en darse cuenta de la mentira?

-Sera demasiado tarde cuando lo noten, dijiste que en cuanto el máximo poder estuviera en tus manos revelarías al a otra mitad de ladybug ¿Quién es ella?

-Marinette Dupian cheng, en este tiempo es una niña torpe, en el futuro será una diseñadora talentosa que terminara trabajando para ti, el bienestar de su familia es lo principal.

Gabriel regreso su mirada a Emma... conocía el nombre de algo le sonaba Marinette más no se tomaría la molestia por recordarlo.

El escenario para Emma había cambiado nuevamente, podía verse moviéndose un poco incomoda entre los brazos de su madre, sus padres se veían un tanto incomodos estando frente a la mansión de Gabriel y lugar donde vivieron por un corto tiempo hasta enterarse de toda la verdad.

-¿Seguro que debemos de hacerlo?- Marinette torcía los labios de manera inconforme, realmente no quería estar en ese lugar.

-Tenemos que, la idea tampoco me agrada demasiado, pero es mi padre, no recuerda nada y es justo que conozca a Emma.

-Sabe de su existencia que en estos ocho meces no llamara es signo de que no le interesa.

Adrián suspiro con pesadez, ya estaban fuera de la mansión y no podían simplemente darse media vuelta e irse de ese lugar, para cuando ingresaron el lugar se sentía frio y desolado, lo único que rompía con ese frio silencio, eran los gimoteos de Emma, Marinette le arrullo intentando calmar ese llanto que amenazaba por aparecer.

-¿Adrián?

-¿Nathalie? ¿Cuándo fue que regresaste de Alemania?- pregunto, a Emma le extraño que su padre se sorprendiera de ver a la asistente de su abuelo.

-Hace seis meces...Ese bebe...

-Su nombre es Emma, la trajimos para que mi padre conociera a su nieta.

-Puedo escuchar su dolor.- murmuro para ella misma, podía escuchar a Nathalie llorar desde el fondo de su corazón, la perdida de alguien ¿de quién?

Dulce Como la MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora