Dulce Como la Miel

Revelaciones

Sus pulmones ardían, ya no aguantaría más tiempo conteniendo la respiración, aquella Cardinal había logrado atraparlo. Sabía que no podía usar su don sin correr el riesgo de terminar en la misma situación que todos los parisinos. Para la cardinal quien sonreía por su aparente éxito la marca de Hawk Moth apareció frente a su rostro.

-Destrúyelo.

Le ordenaron, la cardinal dio un par de pasos tocando la enorme esfera de agua donde Chat Noir estaba preso, el agua comenzó a correr el varias direcciones golpeándolo una y otra vez hasta hacerle perder el poco aire que le quedaba. Un delgado cordón se enredó alrededor de su cuello alejándola de la esfera la cual se deshizo rápidamente.

-Se es bien sabido que los gatos odian el agua.- escucho decir mientras el tosía con fuerza intentando recuperar el aire.

-Gr-gracias...-articulo con esfuerzo Ladybug le tomo del brazo esquivando un nuevo ataque de otro cardinal sintiendo el aire más pesado que antes.

Ambos visualizaron las figuras de los cardinales en el aire preparados para atacarles, Ladybug frunció el ceño comenzando a girar su yoyo sobre ambos, más algo le hizo detenerse su visión comenzó a nublarse y su cabeza dar vueltas, provocándole perder el equilibrio y apenas poder sostenerse sobre una de sus rodillas.

-No ahora...-musito casi de forma estrangulada.

Cuando los cardinales lanzaros lo que parecían ser dos tornados combinados de aire y agua estos comenzaron a cristalizarse, Chat Noir apretó los dientes poniéndose frente a ladybug usando su cuerpo como escudo para la heroína... una esfera dorada los cubrió a ambos protegiéndolos del ataque, Chat miro sorprendido lo que a sus ojos era el Succinumel cual los estaba protegiendo en ese momento.

-No te distraigas.- le advirtió ladybug ya recuperada.- hay que arrebatarles los pendientes es donde le akuma está escondido.- levantando su yoyo e invocando el Lucky Charm algo parecido a un extintor pequeño llego a sus manos.

- Eso no creo que sirva si no hay un incendio.- dijo Chat.

-En el futuro incluso un biberón va a salvarte la vida créeme.- le dijo con cierta gracia en sus palabras, ahora debía de pensar cómo usar ese extintor para derrotar a los cardinales.

El cuerpo de Emma brillaba con una luz tan blanca y pura que todo aquel lúgubre lugar se ilumino generando una atmosfera que para Nuru era muy pesada, Félix perdió el conocimiento cuando la luz comenzó a emanar del cuerpo de Emma.

El tiempo comenzó a retroceder frente a sus ojos, tan rápido como un vórtice hasta llegar a un prado cubierto por la noche, el lugar de donde él provenía... donde existió su primera vida.

Logro divisar a lo que anteriormente fue Tikki, sentada bajo de un árbol tejiendo una corona de flores, el viento jugaba con sus cabellos mientras que pequeñas luciérnagas revoloteaban a su alrededor.

-Nuru.- le llamo, pudo verse a sí mismo caminar tranquilamente hasta donde ella, se veía sumamente molesto.

-¿Por qué me llamaste?

-Sabes sé que estas molesto por la decisión del gran sabio... pero pensaste ¿Por qué lo eligió a él?... sé que Plagg puede ser una persona desinteresada y algo despistado, pero es de buen corazón.

-Un buen corazón no es suficiente, el maestro no lo debe de elegir a él... solo nos traerá la destrucción... a demás solo lo hizo por lastima a él, alguien que destruye todo lo que toca no es apto para tal puesto.

Tikki destruyo sin querer la corona entre sus manos, Nuru era su amigo, casi su hermano y el mejor amigo de Plagg, sabía que estaba molesto pues Plagg tomaría el lugar del gran sabio, y de igual modo le molestaba