Ladybug caminaba con sumo sigilo se había percatado del cambiar en el color de las rosas lo que significaba que estaba acercándose cada vez más al enemigo... detuvo sus pasos cuando por fin las rosas rojas se tornaron blancas, el aire a su alrededor comenzó a ponerse algo frio. Sobre el puente de la ciudad el capullo de rosa resaltaba más que las demás flores. Emma le miraba de modo suplicante mientras castañeaban sus dientes por el frio.
Un paso más y la rosa se cerró de un solo golpe tal cual planta carnívora lo aria, ladybug podía escuchar las suplicas de auxilio de Emma. Apretando los puños miro sobre su hombro, un chico pelirrojo le miraba desafiante con sus orbes grises.
-Parece que Ladybug acertó en su opción, el máximo poder se encuentra con el cardinal del Oeste.- le dijo de forma burlona.
-No soy tan estúpida como piensas.- le respondió.- son cuatro cardinales, somos cuatro de nosotros y esa de ahí no es mi hija solo una copia barata.
-¿Estas segura?- pregunto.- ¿Qué pasaría si realmente fuera la verdadera? ¿La dejarías morir frente a tus ojos?
Un remolino comenzó a formarse alrededor del capullo, nada fuerte sino un poco de viento que rodeaba a la roza.
-Para ustedes mantenerla con vida es lo primordial, ni siquiera ustedes serían capaces de matarla.
- Nuestra orden es matar al máximo poder.- el remolino tomo más fuerza.- ¿Cuánto puede estar sin respirar?
Ladybug tomo su yoyo atacando al cardinal, mas este lo regreso con la ayuda de un golpe de aire que no solo logro alejarla un par de metros lejos del capullo sino que también cortarle un mechón de su cabello. El yoyo de ladybug se separó en dos partes generando un bastón color rosa similar al de Chat Noir.
Adrián por otro lado durante su camino había logrado distinguir le olor a humedad, tanto que tuvo que taparse la nariz, el aroma lo molestaba, sumado a eso todo su cuerpo había comenzado a mojarse, el ambiente pesado no era más que el producto del poder del cardinal del Sur.
Rodeado de rosas azules se encontraba el enorme capullo de rosa rosa, dentro de una enorme gota de agua.
- Parece que Chat Noir acertó en su opción, el máximo poder se encuentra con el cardinal del Sur.- dijo una mujer idéntica a los demás cardinales saliendo por detrás del capullo.
-Muy lista con sus alas mojadas una abeja no puede volar.- la mujer sonrió de medio lado mirando el capullo que custodiaba.
-¿Cuánto más crees que aguante sin poder respirar?
Adrián no dijo nada, su expresión se tornó más seria, tomando su arma, la cardinal rápida con un solo movimiento de su mano hizo detener todas las gotas de agua que se encontraban en el aire y así poder generar una gran burbuja la cual golpeo al gato negro sorpresivamente.
-Sabes a los gatos no nos gusta el agua.- dijo lanzándose contra ella.
Las rosas azules poco a poco comenzaban a convertirse en agua.
Los escenarios dejaron de cambiar, para situarse en un lugar completamente blanco, una especie de limbo ¿Qué ocurriría exactamente? Era lo que se preguntaba, caminaba sin rumbo fijo hasta que sus pies sintieron un cosquilleo, la mirar al suelo observo el verde del césped, y al alzar la mirada observo el azul del cielo exactamente ¿Qué era esa lugar?... se dejó caer de rollas ¿Qué más debía de ver? ¿Qué más debía de pasar para poder salir es ese lugar?
-¡MAMI! ¡PAPI!
Emma levanto su mirada rápidamente al escuchar aquel grito, por aquel lugar se apareció una niña pequeña sollozando, parecía estar perdida, la niña seguía caminando sin prestar atención a que ella estaba frente suyo a escasos pasos.
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Dulce Como la Miel
FanfictionDespués de quince años tras la derrota de Hawk Moth, una nueva heroína aparece en Paris su nombre es Anthophila y no solo eso sino que un nuevo villano quien seguir los pasos de su antecesor ara todo lo posible por apoderarse del "Maximo poder" Emma...