~Narra Gabrielle~
—¿Qué demonios hiciste?
Jérôme levantó la vista del portátil que descansaba en la mesa de la exquisita glorieta del jardín de su casa. Ni un músculo de su cara se movió al verme atravesar la grama sin cuidarme de usar el pequeño caminito de piedras.
—Me temo que tendrás que ser más específica, o al menos darme un marco de tiempo de referencia.
—Cedric Vaughn está en París —sonreí de forma nada inocente. —Por cierto, te manda saludos.
—¡Ese malagradecido! Está en la ciudad y ni siquiera llamó —Jérôme frunció la boca. —¿Dónde han quedado las buenas maneras? —negando con la cabeza señaló la bandeja que tenía frente a él. —¿Café?
—¿Qué está haciendo aquí?
—¿La cafetera? Me gusta tomar café mientras trabajo.
—Jérôme...
—¿Quieres sentarte?
—¡Jérôme!
—¿Dónde viste al señor Vaughn?
—En la casa de Kylen.
—Debe de estar visitando a su nuevo mejor amigo entonces —se encogió de hombros con una mueca de completo y absoluto desdén. —Parece obvio.
—¿Por qué?
—Es lo que uno hace con los amigos, los visita. Tú vienes aquí frecuentemente y yo, algunas veces, voy...
—No te hagas el tonto —lo interrumpí. —¿Por qué Cedric Vaughn está aquí, en París?
—¿Por qué no? Tiene un avión, es un hombre libre y con recursos, puede ir a donde quiera y París es una gran ciudad, todos quieren venir.
—Deja de jugar, Jérôme.
Sonrió como el gato que se comió al ratón.
—Me gusta jugar.
—Dime la verdad. ¿Lo llamaste?
Jérôme me miró a los ojos. Su rostro estaba ahora serio, desprovisto de cualquier subterfugio o intento de broma. Era impresionante la forma en que podía cambiar de máscara en cuestión de segundos. Mucho más rápido que cambiar de camisa.
—Sí.
—¿Por qué?
—Cedric me pidió que cuidara a su nuevo mejor amigo, que lo mantuviera alejado de los problemas y que lo hiciera sin mencionar su nombre para que el pobre Kylen creyese que nadie se estaba inmiscuyendo en su vida, que lo estaba logrando «por su cuenta».
—Eso hemos estado haciendo, bueno yo lo he estado haciendo, porque si fuera por ti...
—Kylen Deshawn es el tipo de hombre que encontraría problemas hasta en un monasterio —me interrumpió. —Mantuvimos controlados, gracias a tu rutina de santa, sus mayores vicios: la bebida y las fiestas. Sin embargo, olvidamos el último: sus relaciones interpersonales —Jérôme hizo una mueca. —En nuestra defensa solo puedo decir que estando tú alrededor ni siquiera consideré la opción, pero aparentemente le dimos permiso a un oportunista profesional de colarse bajo nuestras mismas narices.
—No entiendo.
—¿Qué tanto sabes sobre Bastian Laforêt?
—Solo lo que Kylen me ha dicho —dije recelosa. —Lo he visto un par de veces, nunca he hablado con él, ¿Por qué?
—Siéntate, Gabrielle.
Decidiendo perder la batalla de la silla pero ganar la guerra de la información, tomé asiento sin hacer de eso un mayor espectáculo.
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El 'Chico Malo' del Ballet (Gay) [Terminada] #3
RomanceKylen Deshawn, conocido también como "el chico malo del ballet", vive su propiamente impuesto exilio en París intentando mantenerse lejos de sus vicios: las fiestas, el alcohol y el sexo. No obstante, este nuevo comienzo que tenía planeado para su v...