~Narra Bastian~
No podía creer que estaba besando a Kylen Deshawn y, lo que era mucho mejor, que él me estaba besando de vuelta. No se trataba de que en muchas de mis fantasías ese escenario no se hubiese repetido en diversas formas, es más, tenía un catálogo completo. Era el hecho de que, sin pensarlo mucho, siguiendo un impulso, me había lanzado de cabeza a hacerlo realidad. Era algo que nunca hacía. Tal vez solo necesitaba que se callara porque cuando lo escuchaba opinar tan poco de sí mismo, decir que no era suficientemente bueno, algo dentro de mí quería protestar: Kylen Deshawn, aunque poca gente lo creyera, incluso yo mismo en un principio, era bueno, desinteresado y, sorpresivamente, una de las personas más estables y comprometidas que conocía. Tal vez simplemente al verlo allí de rodillas, con sus manos entre las mías, como una especie de dios que imploraba con sus ojos a un simple mortal, no me quedaba más remedio que darle un poco de mí, eso que había dejado marchitar dentro.
«Me he enamorado de ti.» La frase me desarmó. No era real, no podía serlo, pero él lo creía y antes de que se diera cuenta de su error, de que entendiera que no había una versión romántica o trágica de Bastian que inspirara esos sentimientos, quería aprovechar el pequeño intermedio en medio del desastre, esa pausa en la carrera, porque sus palabras eran el reflejo de mis sentimientos. Ese poco a poco que crece sin que te des cuenta, esa espera tonta a que llegara cada noche y el pequeño arrebato emocionado cuando aparecía, esa calma y el deseo de compartir la cotidianidad, era exactamente lo que me había ocurrido con él.
Ahora no podía siquiera imaginar cómo sería mi vida sin ese belga loco haciéndome reír, exasperándome, dejando la cafetera sin lavar y la mantequilla sin tapar, dándome una seguridad que nace de saber que no estás solo, una especie de brochazo amarillo en la habitación gris de mi vida.
No duraría, obviamente. Nada remotamente bueno en mi vida duraba o era lo que parecía, pero solo por ese instante quise tomar por los pelos la definición más perfecta en mi manual de lo que era la felicidad y estaba representada por un bailarín belga con los ojos del color del mar mediterráneo, la sonrisa de un niño y el comportamiento de un hombre.
Y el beso... El beso fue una de las más placenteras sorpresas. Aparentemente este hombre no hacía nada de la forma en que lo esperabas. Si en todas mis fantasías cotidianas los besos con Kylen Deshawn eran bruscos, pasionales y cargados de lujuria, ese beso en la realidad fue tan suave, dulce, casto, que algo dentro de mi pecho se quebró con la sola fuerza de la ternura. Era como ser irrevocablemente marcado; marcado por el cariño, el afecto verdadero, ese tipo de cosas que creía que únicamente existían en los cuentos de hadas. Esto no eran fantasías desbocadas. No tenía nada que ver con que fuera hermoso y sexy. Era algo que iba más allá, dentro, en esa parte intangible que todos tenemos y que algunos gustan de llamar alma.
Cuando nos separamos, me miraba con la misma expresión anonadada que, con seguridad, yo también exhibía y hasta se tocó los labios con los dedos, maravillado, como si fuese su primera vez.
—¿Es eso un sí? —preguntó. —¿Me darás una oportunidad? ¿Intentarás quererme un poco?
«Ya te quiero», pensé, pero no podía decirlo. No podía ponerme en esa posición tan vulnerable con otra persona que parecía cortada con la misma tijera que las anteriores, y ese tipo de personas me dañaba cada vez que aparecían. Nuevamente estaba atrapado entre el diablo de la realidad y el mar azul de sus ojos, pero en vez de escapar busqué refugio en sus labios, una y otra vez. Sus besos lograban que los sonidos de alarma desaparecieran, que el mundo y los problemas a mi alrededor se esfumaran. Con ese simple roce, el miedo se convertía en un concepto abstracto.
En algún momento dejé el sofá porque necesitaba estar más cerca y también mis manos buscaron acortar distancias. La castidad inicial fue solo el primer movimiento de una sinfonía que ganaba intensidad con cada nota, con cada roce.
ESTÁS LEYENDO
El 'Chico Malo' del Ballet (Gay) [Terminada] #3
RomansaKylen Deshawn, conocido también como "el chico malo del ballet", vive su propiamente impuesto exilio en París intentando mantenerse lejos de sus vicios: las fiestas, el alcohol y el sexo. No obstante, este nuevo comienzo que tenía planeado para su v...